Capitulo 20

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PORTADA A CARGO DE LA TALENTOSA MONSERRAT VIDAL, GRACIAS BETA Y AMIGA.

-. Harry, ponte la Capa -. Dijo Hermione. -. Olvídate de nosotros... -. Pero él la arrojó sobre los tres; aunque eran demasiado altos, dudaba de que alguien fuera a notar sus incorpóreos pies a través del polvo que llenaba el aire, las piedras que se desmoronaban y el resplandor de los hechizos.

Harry, Ron y Hermione levantaron sus varitas a la vez, listos para golpear, pero los duelistas estaban tan entremezclados y compenetrados que si lanzaban maldiciones había una fuerte probabilidad de herir a uno de su propio bando.

-. ¡Vamos! -. Gritó Harry, y él, Ron y Hermione aferraron firmemente la Capa, envolviéndose en ella y se apresuraron, con las cabezas bajas, a pasar en medio de los luchadores, resbalando un poco en charcos de jugo de Snargaluff, dirigiéndose hacia lo alto de la escalera de mármol que conducía al hall de entrada.

Harry, Ron y Hermione se apresuraron a alcanzar la escalera de mármol.

En el momento en que llegaban a los terrenos vieron caer dos cuerpos desde la galería de arriba y un contorno gris que Harry tomó por un animal corrió a toda prisa a cuatro patas a través del hall para hundir los dientes en uno de los caídos.

-. ¡No! -. Gritó Hermione, y con una ensordecedora ráfaga de su varita, Fenrir Greyback fue derribado hacia atrás lejos del débil y desplomado cuerpo de Lavender Brown.

Tuvieron que seguir su camino.

Mortifagos y Hogwartianos por igual, y rojos y verdes chorros de luz volaron entre los monstruos que se aproximaban, que vibraron y se alzaron, más aterradores que nunca.

-. ¿Cómo salimos? -. Gritó Ron por encima de los aullidos, pero antes de que Harry o Hermione pudieran responder fueron lanzados a un lado.

Se repusieron pero Hermione y Ron vieron a Harry correr tras Hagrid que era atacado por enormes arañas sin pensar en su seguridad, corrieron inmediatamente detrás de él.

Pero al llegar a su alcance.

-. ¡Oh, mi...! -. Gritó Hermione, cuando ella y Ron alcanzaron a Harry y miraron hacia arriba al gigante que ahora intentaba tomar gente a través de la ventana superior.

-. ¡No lo hagas! -. Gritó Ron, tomando la mano de Hermione cuando levantaba su varita. -. Atúrdelo y aplastará la mitad el castillo... -.

Harry buscó la mano de Hermione y bajó los escalones hacia los jardines, con Ron cerrando la marcha.

Había siluetas moviéndose en la oscuridad, figuras de negrura concentrada que se arremolinaban, moviéndose en una gran ola hacia el castillo, sus caras estaban encapuchadas y sus respiraciones eran ruidosas.

Ron y Hermione lo rodearon mientras los sonidos de peleas tras ellos enmudecían repentinamente, refrenados, porque un silencio que solo los Dementores podían traer estaba cayendo densamente sobre la noche, y Fred se había ido, y seguramente Hagrid estaba muriendo o ya muerto.

-. ¡Vamos, Harry! -. Dijo la voz de Hermione desde una larga distancia. -. ¡Patronus, Harry, vamos! -. Levantó la varita, pero una pesada desesperanza estaba extendiéndose a través de él.

Sentía miedo y desesperación, quería ayudar a Harry pero también quería saber de Severus, decidió hacer lo correcto.

-. ¡Harry, vamos! -. Gritó Hermione.

Vio como el terrier plateado de Ron irrumpía violentamente en el aire, destellaba tenuemente, y expiraba; vio girar la nutria de Hermione en mitad del aire para desvanecerse, y su propia varita tembló en su mano, y casi le daba la bienvenida al olvido que se aproximaba, la promesa de la nada, de no sentir.

SIEMPRE FUE ELLAWhere stories live. Discover now