Capítulo 3.

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El Presidente se quedó algunos segundos pensando su siguiente acción dandome tiempo para observarlo más detenidamente y darme cuenta de que estaba en mucha mejor forma que en Navidad, y que se había cortado el pelo dejandolo hacia atrás en un elegante quiff, y eso que Navidad fue hace tan solo 4 meses atrás.

- Katherine Carter - Dijo sonriendo menos nervioso que antes, Lily le metía la mano en el pelo y se lo jalaba ligeramente, por lo que él se la paso a una mujer que al parecer era su niñera. - Es un gusto tenerla con nosotros Señorita Carter, déjeme decirle que ha crecido mucho desde que la ví- Dijo lenta y cortésmente analizandome sin abusar.

- Oh vamos Harold, dejemos la formalidad y dame un jodido abrazo.- Y lo tomé ganandome su sorpresa mientras lo abrazaba lo más fuerte que podía, me puse de puntillas y besé su mentón ya que él era considerablemente más alto que yo, a su espalda murmullos del jodido sequito se escucharon.

Él se ruborizó, pero su expresión se aligeró un poco.

- Tienes razón Katy, de ahora en adelante serás como una molesta hermana para mí.- Dijo carraspeando y voltendo su cabeza un poco haciendo callar a las personas de atrás. ¿Hermana? Vaya forma de dejarme en claro que no tendremos nada Styles.

- Tú tambien estas bueno Styles, se nota que esto de ser Presidente te va para bien.- Dije riendo y él tambien lo hizo pero fue interrumpido por una voz.

- Señor Presidente, el Ministro de Marina y Defensa Acuatica lo está esperando, Señor.- Dijo un hombre de aspecto amargo a su lado.

- Nos vemos luego Carter.- Dijo él sonriendo mientras se iba por el pasillo, pero a pesar de haberse ido él, la pequeña Lily le pidio con voz dulce a su niñera quedarse más.

- ¿Quieres peinarme para la cena Kat?- Me preguntó tomando su cabello.

Aww, que linda.

- Claro cariño, pero primero debo alistarme yo.- Dije sonriendo mientras era guiada de nuevo por Ali hasta mi habitación.

- Lily, ¿No crees que la Señorita Carter está cansada? Déjame que yo te haré el peinado.- Dijo en tono duro su niñera, era jóven, de unos 32, pero era sexy. Puff, menuda perra se encontro Harry de niñera.

- No tengo ningún problema...-

- Stefanía, Stefanía Vulgatti, graduada de la Universidad de Niñeras más famosa del mundo.- Dijo elevando el mentón. Vaya además de perra, la modestía la tenía por el piso, genial.

- Bueno Stefanía, no hay ningún problema, Lily y yo nos conocemos desde hace mucho y somos amigas ¿Cierto Lily?.- Pregunté viendo a la niña mientras tomaba su manita, Stefanía me vio con recelo.

- Cierto.- Dijo la pequeña tropezandose un poco en la "r".

- Katy, esta es tu habitación.- Dijo Ali parada en una puerta a algunos metros de nosotras, conteniendo una risa quizás por la situación. Me acerqué a ella con Lily aún de mi mano y Stefanía detras mío.

- Pero está al lado de la de Ha...- Empezó ella deteniendose al notar la mirada de reproche de Ali.

- Esa es la mía.- Dijo Lily señalando una habitación al frente de la mía.

- Genial, ¿Qué te parece si vas a vestirte y a las 7 voy a peinarte?- Le dije y ella asintió corriendo hasta su cuarto seguida de Stefanía.

Me volteé a ver a Ali con expresión divertida y ella me picó un ojo antes de abrir la puerta.
Era una habitación inmensa, incluso más grande que la mía en Ottawa.
Tenía una pequeña recepción, un baño enorme, un armario que parecía más otro pequeño cuarto y la alcoba en sí, con una cama de gran tamaño, una estantería y algunos otros muebles esparcidos por ella.

Señor PresidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora