¿NOS LO PODEMOS QUEDAR?

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Lexa

— Creo que ya deberíamos irnos, esta haciendo mucho frió.  — Me puse en pie y tendí mi mano a Clarke para ayudarle

— Si, tienes razón. Gracias Lexa, estar contigo aquí me hizo olvidarme un poco del drama que es mi vida ahora. — Me tomo de la mano y la ayude a colorarse en pie. Pensé que  al levantarse soltaría mi mano, pero por el contrario entrelazo sus dedos con los míos, la sensación que dejo tener el calor de su mano en la mía fue indescriptible e intensa, se instalo en mi estomago un cosquilleo. 

— Siempre que quieras hablar con alguien sabes que me tienes a mi. — Dije tratando de alejar un poco esa sensación.

— Espero que no cambies de opinión cuando te llame a  altas horas de la noche.  — me dijo con una media sonrisa en sus labios

— Que sepas que duermo tarde... no se porque pero aun tengo problemas con el uso horario y termino durmiendo un  poco tarde.

— Es bueno saberlo entonces.

Estuvimos caminando por el parque en dirección donde deje estacionado el auto, en ningún momento soltó mi mano durante el trayecto. Ya a esa hora se veía varias parejas paseando a sus perros o a sus hijos, habían personas riendo, comiendo helado o simplemente viendo jugar a otros.

— ¿Te gustaría comer un helado antes de ir a cenar?  — Ella me observo un momento como meditando su respuesta, al final asintió y me sonrió de lado.

A un lado vimos a un señor vendiendo unos helados de yogur que se veían muy bien así que nos dirigimos hacia él.

— ¿Helado de Kumys  con bañado de chocolate, vainilla o solo frutas o todo?

— ¿Todo? La verdad no sabría elegir entre tantos sabores... aunque que tal con bañado de chocolate, arequipe y crispy.

— Me parece excelente elección, un poco dulce... creo que pediré del mismo para mi. — Le dije que se quedara en una banca y pedí los helados de yogur. Cuando me gire para ir a donde estaba para entregarle  su helado, la vi ponerse en pie y correr hacia la calle. Entonces ubique al punto exacto a donde iba,  alguien perdió el control de su auto y estaba dando giros bruscos y en medio de la calle estaba un perrito, la vi corriendo hacia el canino y mi primera reacción fue soltar los helados e ir tras ella.

Ella se agacho a la altura del perro una vez estuvo cerca del él y el conductor del coche pudo frenar justo a unos pocos centímetros de Clarke. Al llegar a ella me fije que no tuviera ningún golpe.

— ¿Estas bien?...  — Ella asintió y se puso en pie con el perro en sus manos.  — No vuelvas a hacerme pasar esos sustos cariño, Dios Clarke te imaginas lo que me hubiese tocado decir a tus padres si te sucediera algo  o lo que me pasara a mi si te pierdo.   

— Lo siento fue mi primera reacción... no pensé en lo que pudiera sucederme, solo vi al perrito y fui a por el.— Se giro hacia donde estaba el ocupante del vehículo.  — ¿Señor esta bien?

— Si... si... ¿Usted esta bien? ¿Le paso algo? . — dijo este preocupado observándola de pies a cabeza para asegurase que no le había pasado nada a Clarke

— No, yo estoy bien.  — Dijo Clarke con total tranquilidad, como si hace menos de 30seg atrás no hubiese estado un auto a nada de atropellarla. 

— Discúlpeme, no se que me paso... estaba conduciendo bien pero de un momento a otro trate de frenar y perdí el control del auto... de verdad lo siento. — Ella con un asentimiento le indico que no se preocupara. No duro mucho para que las personas que observaron la escena se acercaran para asegurarse que todos estaban bien. 

Un amor con  todas sus letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora