EMPECEMOS DE CERO

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[Lexa]

Me sentía un poco mareada, desorientada y con un terrible dolor de cabeza. ¿Donde estoy? Entonces recordé lo sucedido, me desperté exaltada. Al estar lo suficientemente consciente, observé todo lo que me rodeaba. Era un cubículo hermético, amoblado, todo se veía perfectamente bien colocado, muebles blancos como los que se ven en un... ¿Avión? No, eso no era posible, pero en efecto era así, me asusté.

Mi vista enfoco entones a mi victimario... O más bien victimaria, los ojos verdes se cruzaron con una sonrisa.

- ¿Tú? - fue lo único capaz de verbalizar.

- Siento los modos... Pero no querías escuchar lo que tenía que decir, espero que esta haya sido una buena forma.

- No tenías que hacer esto, ¿Lo sabes? - Ella prefirió hacer caso omiso, al contrario dijo.

- ¿Cómo te sientes?... Espero que mis amigos no se hayan pasado con la forma de... convencimiento

- Si, bueno creo que fueron muy persuasivos... Estoy bien.

- Lex, tenemos que hablar.

- Lo se Clarke... - desvíe mi vista lejos de sus ojos. - ¿Donde estamos? O más bien ¿A dónde vamos?

- Estamos sobrevolando Estados Unidos... Y con respecto a dónde nos dirigimos, ¿A caso importa a que dirección? - sonrió y juró que nunca antes había extrañado tanto un tan simple gesto, una sola sonrisa.

- ¿Que aerolínea se presta para secuestrar a una persona? - pregunté imitando su sonrisa.

- Una que está a favor de los sentimientos humanos y las relaciones amorosas... - se acercó a mí a paso inseguro. - Aunque... Si me permites alardear, es un avión privado... Es de la familia.

- ¿Intentas impresionar Griffin?

- ¿Te he impresionado?

- En lo absoluto, aunque... No entiendo algo. Esa mañana en el aeropuerto, el día que nos vimos por primera vez... ¿Por qué viajaste en vuelo comercial?

- Estaba en revisión, además no me gusta mucho viajar sola... Por razones obvias.

- Claro, tu pánico a las alturas... Aunque lo estás llevando bien.

- Una vez, alguien me dijo que el truco es distraer la mente... Pensando que estás hablando con una desconocida, que ya no lo es tanto. - Esto me lo dijo mirándome fijamente a los ojos, me sentí tan cohibida que la aparté sin poder aguantar su penetrante mirar.

- Consejo muy sabio. - Ella asintió.

- Lexa, lo que viste en la agencia... Eso no es, no es lo que parece... Yo.

- ¿Podemos hablarlo después? Ahora lo único que quiero es tomar un analgésico, me duele la cabeza. - Ella estuvo de acuerdo, rebusco algo en un compartimento del brazo de la silla y saco un frasco con unas pastillas y también saco una botella de agua de una nevera que había al otro extremo, me las pasó.

- Tomate una, Raven me advirtió que lo ibas a necesitar.

- Gracias.

- ¿Necesitas algo mas?

- Estoy bien... Así que ¿Vamos a...?

- Tranquila, no será un lugar desértico, donde pueda dejar tu cadáver y regresar como si nada hubiese sucedido. - dijo Clarke con un tono de diversión en su voz.

- Vaya eso me tranquiliza un poco... Pero ¿De verdad Clarke, me esta impacentando un poco el misterio?

- Es curioso, espero que así te des cuenta como me estaba muriendo yo la otra vez.

Un amor con  todas sus letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora