Indirectas.

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-Muy bien. ¿Puedes esperar afuera, por favor?- Dijo un doctor, luego de haber terminado de revisar a Gate.

Gate: ¿Es necesario?.

Celestia: Solo hazlo, Gate- Dijo suavemente.

Gate: Muy bien- Dijo obedeciendo las ordenes del doctor y su madre y saliendo por la puerta.

-Pues desde que estuvo aquí hace una semana, está mucho mejor de lo que esperaba- Dijo el doctor, tomando asiento detrás de su mesa.

Celestia: Es un alivio escuchar eso- Dijo con una mano sobre su pecho- Pero... ¿Que es lo que pasó con su vista?.

-Pues... Eso es un poco más complicado. Luego de que me enviaron los resultados de los exámenes correspondientes a eso, no tengo palabras.

Celestia: ¿Que es lo que quiere decir?- Preguntó estando preocupada de nuevo.

-Señora, lo que le pasó a su hijo, no tiene explicación. La mejor manera de cómo lo puedo explicar, es que es alguna clase de milagro. Ya no tiene nada de que preocuparse, su hijo está extremadamente bien.

Del otro lado de la puerta, Gate estaba viendo sus viejos anteojos con un lente roto, el cual usó para defenderse de esos sujetos extraños.

Gate: Haaaa...- Dejó salir un largo suspiro de cansancio.

Al levantar la vista, Gate notó que dos enfermeras jóvenes lo estaban viendo de manera extraña desde su punto de vista.

Celestia salió de la puerta y se sorprendió al ver al chico de sudadera azul sacar del marco el último lente en buen estado de sus anteojos junto con el roto.

Celestia: ¿Que es lo que haces?.

Gate: Ah, nada en realidad. Es solo que me siento un poco incómodo si no llevó los lentes ahora. No creo que noten que no tienen los lentes si los usó así, ¿Verdad?- Dijo mientras se colocaba únicamente los anteojos sin los cristales.

Celestia: Tienes mucha imaginación, ¿No es así? Pareces un niño todavía - Dijo con una sonrisa.

Gate: Aún no es mi temporada para madurar, jajaja.

Madre e hijo salieron del hospital y se detuvieron frente a las puertas.

Gate: Oh, mamá, creo que voy a tener que dejarte sola de camino a casa.

Celestia: ¿Por qué?.

Gate: Acabo de recordar que Applejack me iba a ayudar a llevar las luces de la escuela a, bueno... La escuela.

Celestia: ¿Eso significa que ya están arregladas?.

Gate: Puedes darlo por hecho. Fue un poco más difícil que las otras veces, pero lo logré.

Celestia: Ya veo. Muchas gracias, hijo, por esforzarte tanto.

Gate: Bueno... Tenia que hacerlo aún si me negaba.

Celestia: ¿Qué es lo que quieres decir?- Preguntó con una ceja arqueada.

Gate: ¡Nada! Hasta luego, mamá.

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Applejack: Uff. ¿Como fue que movistes esta cosa hasta acá en primer lugar?- Preguntó mientras se limpiaba el sudor de la frente.

Ella y Gate sin su sudadera acababan de subir las luces a la parte trasera de una vieja camioneta.

Gate: Bueno, pues tuve que traerlas pieza por pieza. Luego, con lo más grande, mi tía Luna me ayudó.

Una Poderosa Carga [Finalizado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora