Una Poderosa Carga [Finalizado]

¿Es mucho pedir un día normal?

Tras un largo y arduo día de trabajo, las dos directoras de la escuela Canterlot regresaron a su hogar con la única idea de descansar. Mientras Celestia se estacionaba frente a su casa, Luna se adelantó bajándose del auto aún en movimiento, abriendo la puerta y entrando directamente.

–Celestia: Claro, le dices que no se coma el último burrito, pero ella no escucha» Se dijo a sí misma, apagando el motor y entrando igualmente a su casa.

Al entrar, ella se acercó a la puerta del baño del primer piso y tocó tres veces.

–Celestia: ¿Todo bien allí?.

–Luna: No preguntes» Respondió desde el otro lado algo molesta, sabiendo que su hermana simplemente quería burlarse de ella.

Satisfecha con ella misma, la mujer de cabellera aurora se dejó caer boca abajo sobre el sofá de la sala, tirando su bolso y teléfono al suelo como si no le importara lo que les sucediera a sus pertenencias.

–Celestia: (Estoy agotada...)» Pensó para ella misma.

En ese momento, una extraña sensación de que algo faltaba pasó por la mente de Celestia.

–Celestia: Ahora que lo pienso, ¿Dónde estará Gate?.

Antes de que pudiera penar más sobre el tema, el cansancio por el trabajo acumulado de todo el día ganó sobre ella y se quedó profundamente dormida.

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Celestia comenzó a despertar, abriendo poco a poco los ojos para después sentarse. Estiró un poco su cuerpo y se percató de que todo ya estaba oscuro. Tomó su celular del suelo solo para darse cuenta de que ya era bastante tarde.

11:30 PM

–Celestia: Creo que dormí demasiado» Pensó algo sorprendida de sí misma por haber dormido por más que un par de horas.

Después de decir eso, Celestia llamó al nombre de su hermana con la esperanza de que ella siguiera despierta al saber de su mal hábito de dormir hasta tarde, pero no respondió, a lo que se levantó del sofá y subió las gradas hacia su habitación. Abriendo la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido, solo pudo observar a su hermana envuelta en las sábanas de su cama, durmiendo plácidamente. Celestia sonrió levemente antes de volver a cerrar la puerta. Sin embargo, una vez que hizo eso, Luna desenvolvió sus sábanas rápidamente, dejando ver que debajo de ellas tenia escondido un libro y un linterna encendida, además de que no estaba durmiendo en realidad.

–Luna: Si no termino hoy, quizás no pueda hacerlo nunca» Dijo en voz baja, tomando el libro entre sus manos» Cómo te quiero, querido amigo» Terminó de decir, abriendo directamente aquel objeto y reanudando su lectura desde el último marcador.

Cuando Celestia cerró la puerta cuidadosamente de la habitación de su hermana, se dispuso a irse a la suya para dormir de igual manera lo más pronto posible o el poco sueño que aún le quedaba se le podría ir fácilmente, ocasionando que tal vez pasara la noche en vela. Pero por alguna razón, en ese instante, algo le hizo dar media vuelta en el pasillo y caminar hacia la puerta de la habitación de su hijo.

Dentro de la habitación vacía de Gate, alguien abrió la única ventana que había y un extraño hombre con una sudadera roja entró por ahí mientras cargaba el cuerpo inconsciente de Gate sobre su hombro.