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Una semana después.

-Tae...- dije abriendo la puerta de mi habitación.

Hace una semana, cuando habíamos salido del hospital, Tae se ha quedado en nuestra casa por petición de mis padres. Taehyung al principio no quería aceptar, pero termino rindiendose y sedio.

-¿Si?.- respondió el.

-Lo siento, creí que seguías dormido.- le dije.

-Hace tiempo que estoy despierto.- hablo el.

-Hace tiempo vine a verte y seguías dormido.- respondí, acercándome hasta quedar sentado en la orilla de la cama.

-Vale ¿Que deseas?.- dijo tomando asiento sobre la cama.

-Hace una semana de lo sucedido y no has querido salir, tampoco has querido hablar de ello... ¿quieres hacerlo?.- pregunte y volteo a mirarme.- Me refiero a hablar de eso.

-No.

-Vale...- me levanté con intenciones de irme.

-Pero tampoco quiero que te vayas...- se apresuró a decir.

-De acuerdo me haces y lugar...- el asintió.- Bie-... ¿Que haces? Sueltame Tae.

-Nop.- dijo cuando ya me tienda sobre su regazo, abrazando mi torso y mirándome directamente a los ojos.

-Pero te puedo lastimar la pierna o abrirte la herida de nuevo...

-No alcanzas siquiera a tocarla.

-Pero...

-Lo siento.- soltó de repente y lo miré confundido.

-¿Qué? ¿por qué?.- pregunte.

-Tuve miedo... pensé que te perdería y no dejo de pensar que si no hubiera sido Sunwoong, podría haber sido yo y no volvería haber estado junto a ti... tampoco él debió terminar así.

-Amor... no digas eso, Sunwoong se equivocó gravemente y la pago caro.- dije mirando la pared.

-Yo también lo he hecho.- respondió.

-Pero fue diferente, Tae... él lo fue hasta el final.

-Pero...- no lo dejé siquiera terminar, besando sus labios para interrumpirlo.

-En serio Tae, no pienses en eso.- dije separándome del beso, juntando mi frente a la suya con una sonrisa.

-Te amo.- susurró él juntando más su rostro.

-Siempre te ame- dije cortando el poco espacio entre los dos, besando de forma lenta sus labios.

-¿Siempre?.- pregunto una vez que sus labios estuvieron fuera del alcance de los mio.

-Si.- contesté queriendo besarle de nuevo, pero no lo conseguía.

-¿Kookie?... ¿Hace cuanto gustas de mi?...

Fue ahí donde me di cuenta que me había embriagado demasiado en los besos de Tae, que no media lo que decía.

-Jungkookie...- demandó Tae de nuevo.

Me Enamoré De Mi Agresor [VKook] (Pt. 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora