CAPITULO 4

2 1 0
                                    

Me desperté más temprano que de costumbre, no sabía porque sentía tanta emoción.

—será porque viene por mi? — me pregunte, sacudí la cabeza y seguí arreglando mis cosas, baje tome mi desayuno y en la entrada estaban los siete vigilando tal vez cuando llegaría el extraño que me llevara a la universidad, yo me uní a ellos y no pasaron ni cinco minutos cuando ya al fin había llegado, para mi pareció una eternidad.

—No me siento segura— las piernas me temblaban y me eche para atrás pero el tío Logan tomo mi mano.

—he pequeña vamos, no permitas que el miedo dañe tu emoción, te veías tan feliz que hubiese querido que ese chico nunca viniera, no borres la hermosa sonrisa que tienes además, te ves hermosa— me llevo la mano hacia la manija y los demás veían por la ventana que Daniel se acercaba hasta que toco el timbre, estaba tan nerviosa que abrí muy rápido y no dio tiempo de que los seis se fueran.

—Buenos días, he venido a buscar a Lucrecia— dijo absolutamente seguro e inclinando un poco la cabeza.

—bien, entonces debes saber que si quieres llevarla a tu casa o casa de amigos, a la playa, a una fiesta o algún lugar que no sea esta casa debes primero avisarnos, sobre todo a mí que soy el líder— saludo primero que nadie el tío Luke, siempre creyendo que era él el líder le tomo la mano y la estrecho.

—Sí, señor— dijo aceptando su saludo luego procedió a mirarme, yo me acerque y el me alzo la mano y yo la alce...

—que el chico espere un poco!!!, le he preparado algo— antes de que tomara su suave y blanca mano salió el tío Lui con una bolsa marrón como la que me da en el desayuno. —te prepare la mejor tarta del mundo y la favorita de Lucrecia, tarta de chocolate rellena con jalea de naranja y mermelada de fresas— dijo entregándosela, yo no sabía que pensar o decir solo lo observaba.

—Muy amable señor gracias—.

—podemos irnos ya? — dije de una vez, me alzo su mano otra vez y la tome, me despedí de los siete pero tuve un mal presentimiento, sentía que ya no los vería nunca más, borre la sonrisa lentamente pero ellos no lo hicieron, seguían sonriendo hasta que me subí al auto y este arranco incluso antes de perderlos de vista estaban todavía alzando sus brazos y meneando las manos.

—te pasa algo? —pregunto mirándome.

—Nada, estoy bien gracias por llevarme—le dije sonriendo, tratando de olvidar lo que sentía. —quiero preguntarte, porque de tantas chicas bellas y hermosas que hay en la universidad, veo que me hablas mas a mí y hasta ofreciste llevarme y nos conocimos solo ayer— lo mire con curiosidad.

—desde el principio supe que eras diferente, la manera en cómo te presentaste fue bastante para hacerme saber que no eres igual a las otras personas, todos parecen ser las mismas copias grises en la universidad, todos tienen grupos, quieren ser los más populares o les importa hasta lo último las opiniones de los demás, no hay quien demuestre ser original en todo así como tú y pues me diste curiosidad, por favor no pienses mal solo quiero conocerte y que seamos amigos— dijo sin mirarme, pero sabía que tenía una sonrisa. —comienzo bien? — me miro con cara de anhelo.

—Pues, es más de lo que esperaba— solté una risa y el hizo lo mismo, ya estábamos llegando y al salir del auto todos los chicos me miraban con asombro en cambio las chicas con desagrado y envidia.

—No te preocupes— me dijo mientras caminábamos. —Están envidiosas de tu belleza— quería tomarme la mano, pero yo lo impedía disimuladamente.

—lo crees? — dije mirándolo.

—Estoy más que seguro— solté finalmente la mano y me la tomo con mucha suavidad, subimos las escaleras y llegamos a los casilleros.

—que es eso? — me pregunto asomándose a mi lado, yo de uno de mis libros saque una foto de todos mis tíos y yo en el medio.

—una foto, ya creo que empezare a decorarlo con algunas— dije. —en eso también eres diferente, todas la chicas solo ponen espejos y cosas para verse ellas mismas en cambio tu pones fotos de tu familia y veo que la que menos aparece en las fotos eres tú, y tengo que decirlo me gustas mucho, no voy a presionarte ni nada de eso solo quiero que seamos amigos y si te cuesta aceptarlo o te asuste, te pido disculpas— me miro esperando una respuesta.

—Podemos ser amigos y ten por seguro que tu secreto está a salvo conmigo— soltó un suspiro de alivio al igual que yo.

—Lucrecia!!! — me llamaron desde no muy lejos mis dos amigos.

—Voy con ellos— dije sonriendo y cerrando mi casillero.

—entonces te veo luego? — cerro su casillero y me tomo la mano a escondidas.

—sí, claro— de allí voltee hacia mis amigos quienes se acercaban a mí, los salude pero no tuvimos tiempo de hablar porque sonó el timbre, me despedí de ellos y quedamos para el siguiente descanso.

Voltee a ver a Gary quien se hallaba dibujando fui a saludarlo.

—hola Gary ¿Cómo estás? — los salude con la mano en alto.

—hola Lu, te puedo llamar así? — dijo sin mirarme con su voz fría y sin ganas.

—puedes llamarme como quieras solo debes decirme así sabré que hablas conmigo— dije muy insegura de lo que decía.

—hay algo que he querido contarte...

LucreciaWhere stories live. Discover now