Lucrecia

CAPITULO 19

—Pero...— le decía yo a Daniel —Ya solo nos falta un casete ¿Dónde está Jake? — los dos miramos el casete que faltaba y con mi mano temblando lo puse.

—Soy Griselda Warner y esta será la última fase para completar mi...— de repente se oyeron fuertes portazos que venían de atrás, la chica tomo una palanca gruesa de hierro y puesta sobre su espalda espero a ver quién era.

—Quien eres tú? — apareció de repente un pequeño niño, era idéntico a Jake, era él?.

—Vas a decirme o no? — la chica bajo su arma y observo al pequeño, quien estaba todavía mudo.

—Mmmm, tu puedes servirme para algo, chiquillo— allí se corto el casete pero inicio otra parte donde podía ver que Jake ayudaba a Griselda con sus experimentos, otra parte donde observaba con atención la electricidad que producían las bobinas y asi fuimos viendo varios fragmentos hasta llegar a donde el chico estaba ya un poco grande y podía hablar.

—Mama, ¿Por qué tú haces estos monstruos? — el chico parecía tener mas o menos diez años.

—Ya lo sabrás mi amor, pero por ahora tendrás que ayudarme en una sola cosa que cambiara tu vida para siempre, ya no podrás hablar...— puso el pañuelo en su cara.

—JAKE!!! — grite...

—Nunca más...— el casete había terminado, pero antes de que me derribara a llorar, empezó otro fragmento.

El chico aparecía llorando del dolor y cada vez que abría la boca le salían chorros y chorros de sangre, al parecer la costura estaba muy reciente.

—Quisiera poder sedarte mi amor— mientras le levantaba la cabeza el pequeño la miraba con ojos de odio.

—Pero este trabajo debe quedar perfecto, para así poder terminar mi proyecto— volvieron a aparecer diferentes cortos del video donde estaban Griselda y Jake reconstruyendo muy detalladamente un nuevo cuerpo e incluso no estaba quemado como los demás y se parecía mucho al...

—No puede ser!!! — grite otra vez.

—De ahora en adelante, tú te llamaras Franklin Roberts, y serás mi ayudante— y por fin mostro su rostro, ¿el profesor Frank es un experimento hecho por ella?, simplemente no lo podía creer; y solamente después de eso, se había acabado el ultimo casete.

—Ella que planea hacer? — le pregunte a Daniel.

—Tal vez quiere tomar a algunos estudiantes de la universidad pero, ¿Cómo lograría tomar a todos a la misma vez? Imagino que no puede tomarnos uno por uno, sino se despertarían las sospechas— dio una buena explicación de lo que tal vez tenía pensado hacer esa bruja demente.

—Creo que lo primero que deberíamos hacer es devolver estos casetes a Jake, no quiero que le suceda nada y por ahora no debemos decirle de esto a nadie— Daniel asintió y luego de unos minutos se fue a su casa pero no sin antes pedirle que se cuidara mucho en el camino. Yo por mi lado envolví los casetes en cinta adhesiva como cuando los encontré y los metí en mi mochila, esperando que al día siguiente no pasara nada extraño.

Al llegar la mañana tome mis frutas y al salir Daniel no estaba afuera, espere media hora a que llegara pero no lo hizo.

—Debería llamar a su celular— después de llamarlo tres veces tuve un mal presentimiento, camine hasta donde empezaba la carretera para asomarme y en ese momento pasaba el carro de Austin, quien me invito a la fiesta de graduación.

—Lucrecia? — pregunto bajando el vidrio.

—Austin!!! — dije sorprendida.

—Necesitas que te lleve? — mire a los dos lados del camino muy preocupada y tenia que apresurarme para llegar.

—Si claro Austin te lo agradecería mucho— le dije agradecida.

—No hay problema sube— dentro del auto en el camino a la universidad, estuvimos charlando.

—Y donde esta Daniel? No vienes con él? — lo mire y decidí responderle con toda honestidad.

—Pues este mañana no lo he visto, y no quiere responde su celular, podrías ayudarme? — de verdad estaba preocupada.

—Claro conozco mucha gente dentro y fuera de la universidad, hare lo que pueda— me dijo sonriendo.

—Gracias Austin— al fin llegamos y al bajarme no vi el auto de Daniel en ningún lado, lo busque por todo el estacionamiento y no había rastro de él.

—Nos vemos Lu, te mantendré informada aquí está mi numero por si me necesitas— me entrego un papel.

—Otra vez gracias Austin— en ese momento llegaron todos sus amigos a quienes empezó a preguntar, escuche que sonó el timbre y entre corriendo al salón, el día se volvió eterno sin Daniel ¿Dónde podría estar?. Pasaron horas y horas sin saber de el, ni un mensaje, llamada, absolutamente nada.

—Lucrecia!!!! — me llamaban desde lejos Dylan y Celia, yo no quería pensar en nada mas sino en Daniel.

—Chicos Daniel no aparece por ningún lado.... No sé donde esta— no podía ocultar las lagrimas que recorrían mis mejillas.

—No te preocupes ya lo...— antes de que Celia terminara, Austin vino corriendo hacia nosotros.

—Lucrecia, Lucrecia!!!!! — no pudo evitar detenerse para respirar, se veía cansado debió correr desde muy lejos.

—Lucrecia, unos amigos me dieron información sobre Daniel, pero no donde puede estar específicamente— todavía seguía cansado.

—Ves? Te dije ya aparecerá— me animaba Celia.

—Pues no es muy bueno lo que me dijeron....