Llegamos hasta la universidad riéndonos de un chiste que me había contado Daniel, al estar en los casilleros un chico llego hacia mí.
—Hola Lucrecia, soy Austin de quinto semestre. Hemos visto que tienes buenas calificaciones así que quiero que nos acompañes a nuestra fiesta de graduación, aquí está la dirección y si quieres puedes llevar amigos tuyos hay mucho espacio para todos— Daniel estaba detrás de mi observando la tarjeta.
—Está bien, lo pensare positivamente— respondí sonriendo.
—Bien entonces nos vemos— el chico fue a reunirse con sus amigos que parecían ser de esos que eran populares por hacer algún deporte o algo parecido. Todos en el grupo tenían algo en común: la gorra, usaban gorras blancas para atrás, todos la usaban pero mientras los observaba Daniel me sorprendió.
—Son los Halcones, los mejores de la universidad, se identifican por las gorras, todos los del grupo llevan una— yo lo mire y asentí, luego añadió —¿quieres ir a esa fiesta?— me pregunto esperando mi respuesta.
—No lo sé ¿tu quieres? — analizo mi pregunta con un suspiro.
—Me gustan mucho las fiestas pero no iré si no vas tú— eso me animo mucho, quería ir conmigo y ni siquiera me lo pidió.
—Entonces está bien, veamos la fecha— inspeccionamos y vimos que la fiesta era el sábado que se aproximaba, teníamos una semana para pensarlo.
—Todavía tenemos tiempo— me decía, en ese momento sonó el timbre de entrada, en el salón nos avisaron que el profesor de esa hora no iba a asistir así que podíamos tomarnos la hora hasta la siguiente. Al salir del salón fui a mi casillero a dejar mis libros al voltearme sentí que alguien me observaba por detrás de mí, gire la cabeza rápido y allí estaba ese chico, el que era idéntico a Gary, me seguía observando ¿ya no tenía miedo? Estábamos solamente él y yo.
—No quiero hacerte daño— le dije firmemente pero sin mover ni un dedo.
—Dime quien eres— quieta y tranquilamente le hablaba, quiso decirme algo pero en ese instante Daniel llego.
—Lucrecia, ¿Qué estás haciendo? Vamos a desayunar ¿quieres que te compre algo?— Yo rápido me coloque en dirección hacia el chico mientras que Daniel como estaba enfrente de mí no podía verlo.
—Eh.... No no, yo traje mi desayuno solamente vine a dejar mis libros pero...— alguien me interrumpió.
—Que estás haciendo?! — Vino Diana Morrison d entre sus amigas —Porque siempre estas cerca de Daniel? Ya se está volviendo fastidioso tanto para mí como para el ¿verdad Daniel? — Diana se coloco en frente de él y lo abrazo, en una fracción de segundo fije la vista por encima de Daniel y el escondido seguía contemplándome atentamente, eso me dio una idea.
—Diana yo no creo que la compañía de alguien sea fastidiosa, y si estoy con Lucrecia, mucho menos— Daniel no estaba abrazando a la chica, más bien la aparto de él, pero yo intervine.
—Espera Daniel, seguro lo que la "palillo con vestido" quiere decir es que yo estoy mucho tiempo contigo y pues tal vez ella quiera comentarte algo— Dije sin querer el apodo que le venía diciendo desde los primeros días, pero al parecer ella o le dio mucha importancia.
—Claro Daniel, así podemos estar toda la hora juntos— Daniel miraba muy confundido pero al final Diana me paso por el lado tomando de su brazo y sus amigas fueron detrás de ella.
—Hola? — pregunte ya cuando todos se habían ido, me asome por el pequeño rincón pero no estaba, di un suspiro y cuando me disponía a caminar me sorprendió, ni un brinco y golpee mi espalda contra los casilleros.
—¿Qué te pasa...?— su mano cubría mi boca, al quitármela no pronuncie ni una palabra, solamente tomo mi mano y empezó a correr silenciosamente, yo lo seguí luchando para no tropezarme, me llevo no hacia el tercero sino hasta el segundo piso de la universidad.
—Espera!!!! — susurre muy fuerte —No podemos entrar allí!!! — me observo fijamente con el ojo que le sobresalía de su cabellera negra, me siguió halando con sus manos y yo igualmente fui con él, entramos a un salón muy oscuro donde no se veía nada.
—Donde estamos!!!! — seguía susurrando...
—oye!!! Oye!!! — me había soltado la mano!!!! ¿Dónde rayos estaba?! Camine un poco hacia adelante pero me detuve, sabía que me miraba desde algún lugar, gire la cabeza y lo encontré, estaba debajo de un pupitre con la dirección fija hacia la ventana de la puerta, yo lentamente voltee hacia ella y allí estaba el...
—No puede ser!!! — susurre. Me agache y pronto me coloque detrás de la puerta, el profesor Frank la abrió de repente, tape mi boca y apreté los ojos, su exhalo me pareció muy familiar a la de mi pesadilla, quiere decir que era el mismo. Después de un pequeño y para mí un eterno momento cerró la puerta, los dos echamos unos suspiros grandísimos y luego gatee hasta el.
—Que hacemos aquí?! Casi nos mata!!! — detrás del chico estaba un pequeño estante de madera, solamente se volteo y tomo me allí varios casetes amarrados unos arriba de otro con una cinta, parecían haber sido desde hace 30 años atrás.
—Que es esto? — pregunte, pero solamente me miro.
—Porque no me hablas?! — le susurre muy fuerte, de repente abrió la boca y de un susto me eche para atrás.
—No tienes lengua??!! — pero en ese momento reflexione —No tienes... lengua... pero quien te la quito? — el chico con el dedo índice me señalo los casetes.
—Aquí están las respuestas? — el chico asintió a mi pregunta.
—Y cuál es tu nombre? — del mismo estante saco una hoja de papel con algo escrito.
"JAKE"
—Jake, ese es tu nombre? — otra vez asintió —Entonces Jake, que tal si salimos de aquí y vamos abajo? — de inmediato empezó a decirme que no meneando la cabeza.
—La razón por la que estas mudo, porque no quieres bajar y porque siempre estas escondido deben estar en estos casetes— le mire fijamente los ojos y con cuidado le voltee el flequillo para poder ver sus dos ojos pero en eso sonó de nuevo el timbre, sin decir nada me puse de pie mientras que el estaba todavía en el piso y salí corriendo de allí...
YOU ARE READING
Lucrecia
HorrorLa historia denominada "Lucrecia" trata de la vida de una joven del mismo nombre, cuando se muda con sus siete tios hacia otro pueblito se aventura a horrores y sustos con los cuales no pensaba encontrarse. Conocera el amor asi como tambien el terro...