Lucrecia

CAPITULO 6

Mientras Gary se dirigía hacia su mesa, me miraba con un solo ojo porque el otro era ocultado por su pelo negro, me dio algo de escalofríos la manera en cómo me miraba, tenía el ojo completamente abierto y no me lo quitaba de encima, al sentarse arranco una hoja de su cuaderno y escribía algo con mucho entusiasmo, me preguntaba que seria.

—Diana ¿Qué piensas de la extranjera? — al escuchar eso trate de no voltear hacia el grupo de aquellas chicas aunque sabía que se trataba de mi.

—No lo sé, pero pienso que se está pasando de la raya con Daniel, me parece que debo ponerla en su lugar— Daniel parecía no estar escuchando porque hablaba con unos amigos pero estos al ver que la chica los miraba fueron directamente a sus asientos.

—Yo las escuche...— me susurro en el oído, estaba tan asustada que no me moví, debía disimularlo no podía parecer asustada.

—Gary yo...— no me dejo terminar, volvió a ponerse de pie y su expresión parecía estar llena de ira, pero esa ira parecía estar calmada, por ahora.

—quieres que la elimine? — la expresión no cambio en lo más mínimo, no podía voltear a ver a Daniel, aunque tal vez era seguro de que me estuviera mirando.

—Gary...— me puse en pie —debes saber que siempre te vas a encontrar personas que quieran molestarte pero siempre y cuando no te hagan daño realmente nada pasara, son solo palabras ya se las llevara el viento además te aseguro que los dos no estábamos seguros que se refería a mí, puede ser a cualquiera, vamos animo! — Gary me dedico una muy leve sonrisa era casi inexistente pero fue la sonrisa más linda que había visto en una persona tan alejada de los demás, mientras la mantenía no quería mirarme a los ojos pero cuando lo hizo no sé porque pero me ruboricé, me sentía muy feliz.

—Bueno estudiantes disculpen la demora, ahora abran sus libros...— Gary se acerco a mí y me susurro otra vez.

—Gracias— disimuladamente puso una nota en mi mano, yo la tome y la solté rápidamente, al caer en el suelo la escondí con mi pie y en una oportunidad deje caer a propósito el lápiz y junto a él cogí la nota y le coloque dentro de mi cuaderno. Por fin el timbre de salida sonó, tome rápido mi cuaderno y lo puse en mi bolso. Salí del salón y me dirigí hacia el estacionamiento, debía llegar pronto a casa para hacer las tareas y acostarme a dormir, debía recodar ir temprano a la universidad.

—Lucrecia!!! — oí la voz de Dylan.

—Dylan!!! Aquí!! — alce la mano como él, vinieron mis dos amigos hacia mí.

—Lu, vamos a ir a ver películas en mi casa quieres venir? Invita a Daniel nosotros traeremos a Louis, luego te lo presentaremos— quería aceptar claro porque no.

—si claro le diré a Daniel— después voltee y lo vi, me despedí de mis amigos y fui al encuentro con Daniel.

—oye Daniel, los chicos veremos una película en casa de Dylan y me dijeron que te avisara ¿quieres venir?, incluso llevaran un chico nuevo— Daniel estaba a punto de abrir su auto.

—está bien, claro ¿quieres que pase por ti? — parecía estar completamente normal, justo como antes, me alivio un poco el que no me haya visto hablando con Gary y eso me hizo recordar las notas. Finalmente subimos al auto y me llevo hasta mi casa, de repente en su expresión note que tal vez quería hablar conmigo ¿me había visto hablando con Gary?, pronto sentí que un pavor muy intenso se apodero de mi y al llegar a mi casa tarde para bajarme del auto.

—Daniel, quieres hablar conmigo acerca de algo? — el me miro fijamente y desvió su mirada, pero supe de inmediato que no quería hacerlo.

—si quieres, puedes venir conmigo y hablar de lo que quieras y si es sobre Gary...—.

—Está bien, si quiero hablar contigo— el escuchar el nombre de Gary hacia que Daniel sea una persona totalmente diferente, era más serio de lo que se veía y tal vez por esa razón quería hablar tan seriamente conmigo. Pasamos a la casa y solo estaba el tío Lui.

—hola tío Lui Daniel se va a quedar aquí para hacer unas tareas estaremos en mi habitación— Daniel paso a saludarlo y luego subimos a mi habitación.

—Daniel, sabes que puedes contarme lo que tú quieras, pero si no lo haces, nunca sabré que es lo que realmente te pasa, quiero ayudarte pero lo lograre solamente si tú me dejas hacerlo— los dos estábamos sentados en mi cama y el lentamente tomo mi mano.

—los chicos te contaron acerca de Lisa? — tomaba mi mano tan fuerte, que hasta yo llegue a imaginar que mas nunca lo volvería a ver.

—quien es Lisa? — no lo podía creer, Daniel empezó a llorar en silencio, los dos estábamos muy cerca del otro y con suma delicadeza recostó su cabeza en mi hombro.

—no quiero perderte— levanto su mano y me sostuvo de una manera fuerte mi cabello, no quería soltarme y repetía que no quería perderme.

—Lisa era mi hermana, mis padres se divorciaron y se fue a vivir con mi padre mientras yo me quede con mi madre, luego vino a mudarse aquí por un tiempo— su cabeza seguía descansando sobre mí.

—algunos días después me dijo que sentía atracción por un chico, y luego me entere que era Gary, no sé lo que veía en el pero siempre decía que lograría que Gary sonriera al menos por una vez y que esa sonrisa se la dedicaría a ella. Llego el momento de su cumpleaños y había planeado una fiesta para él, quería ser la primera que le diera un regalo y fue la noche anterior a su casa y después de ese día, no volvió más nunca a casa, al parecer Lisa se desvió del camino porque vio a Gary disparando con un rifle a lo que parecía ser un blanco, ella le quería dar una sorpresa y se atravesó en el blanco— de allí no quiso hablar más. Me negaba cada vez que pensaba que Gary podía haberlo hecho, pero ¿Qué hacia Gary con armas en la mano? Tal vez no le dio tiempo de verificar que era ella o tal vez pensó que era una persona que quería hacerle daño. De todas formas, no podía justificar a Gary en frente de Daniel.

—Daniel...— con sumo cuidado levante su cabeza y su rostro brillaba mas por las lagrimas secas que quedaron marcadas en sus mejillas, mis manos todavía sostenían su cara, el se fue acercando a mí y supuse que quería besarme, por un momento pensé en evitarlo pero simplemente no pude, me había enamorado de él. Antes de que sus labios tocaran los míos, por primera vez sentí el miedo más grande de toda mi vida, allí justo en frente de Daniel se escucharon los llamados de mi tío desde abajo.

—Lu!!!!!!! Tu amigo Gary esta aquí!!!!!!!! —.