CAPITULO 24

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—Hola chicas!!!!! Listas para pelear con zombies??— Dylan estaba emocionado, Daniel conducía y Lois iba de copiloto.

—Bueno parece que tu estas más que listo— le dijo Celia; fuimos al lugar de la fiesta, estaba muy alejado del pueblo en un salón que parecía ser exclusivo para acontecimientos importantes. Estacionamos el auto y salimos, observamos varias personas que entraban con vestidos y sacos, eso podía ser un problema.

—No podemos entrar así— dijo Celia, y tenía razón; yo voltee y vi que un joven con traje de mayordomo salía y botaba una gran bolsa al contenedor y luego entro por la puerta trasera.

—Entremos por allí— todos fuimos hasta la puerta y me asome, era la cocina.

—Vamos...— entramos y disimuladamente pasamos afuera, estábamos en el centro de la gran casa y ya todos los demás estaban en la discoteca.

—Debemos buscar a Griselda— dijo Lois.

—Hay que separarnos— dijo Daniel formando un grupo —Dylan y Lois investigaran por la puerta, Celia y Lucrecia irán a la discoteca, mientras que yo recorreré toda esta casa en busca de algo extraño— me preocupe mucho que fuera solo.

—Seguro que no quieres que valla contigo? — pero antes de que me respondiera, Celia dijo.

—Está bien Lu, yo puedo vigilar sola, tengo suficientes armas para defenderme— coincidimos así y nos separamos, Celia fue a la puerta, Dylan y Lois a la discoteca y Daniel y yo nos adentramos al fondo de la casa. Todos nos comunicábamos por medio de audífonos para que avisemos si pasa algo.

La primera puerta que abrimos daba hacia unas escaleras de servicio, las empezamos a subir, no había nada en los primeros pisos y al parecer el quinto era el último, lo que nos extraño fue que la puerta estaba abierta. Empezamos por tomar cada uno un cuchillo, Daniel tomo mi mano y abrió la puerta, era un cuarto muy viejo lleno de telarañas y mantas blancas, fuimos por caminos diferentes y mientras Daniel investigaba yo le quitaba las mantas a los objetos que cubrían.

—Lu? Que encontraste? — Se acerco Daniel —Nada, lo típico, muebles, sillas, cajones, mesas... y nada mas— voltee por detrás de su espalda y vi una última cosa cubierta por una manta.

—Que es....— me sobresalto el ruido que hicieron unas palomas al aletear, pero no me podía detener, al quitar las mantas había...

—Reflectores de luz? — Me pregunte —pero deberían estar en la discoteca— en ese momento que el chico se acerco recordé lo que dijo Dylan...

—NO PUEDE SER!!!! — me alarme, en eso me llamaron.

—Lu...— Era Dylan.

—Dylan que pasa? — todos escuchábamos.

—Los reflectores no han empezado a sacar luz, sin embargo la gente sigue bailando, no veo a Griselda por ningún lado, estamos escondidos atrás del escenario y por la sola luz que hay nadie nos puede ver— eso confirmo mis sospecha.

—Dylan, creo que tenias razón, aquí arriba están los verdaderos reflectores de luz, los que están abajo deben ser los que se utilizaran para hipnotizar a la gente, trata de no mirarlos cuando enciendan— pero su respuesta me sorprendió.

—No hay problema, aquí conmigo traigo unos lentes especiales a prueba de los reflectores, yo mismo los invente— era raro que no escucháramos a Celia.

—Celia, pasa algo? — tardo en responder pero al fin lo hizo.

—Si pasa, veo a Griselda caminar hacia la discoteca pero no veo a Frank— decía muy segura.

—Nosotros vigilaremos— dijo Lois.

—Lu, vamos abajo a acompañar a Celia— yo asentí pero cuando llegamos Celia no estaba, entonces llame a los chicos.

—Oigan Celia esta con ustedes? — pero ellos lo negaron.

—No, ¿no estaba en la puerta? — empecé a ponerme nerviosa.

—Celia, Celia responde— pero no oía nada, empezamos a buscarla por todo el lugar, incluso fuimos a la cocina, pero tampoco estaba allí.

—Celia ¿Dónde estás? — pregunto Dylan.

—Está conmigo.....— paralizada solté el cuchillo, era.... La voz de Frank.

—Desgraciado!!! Donde esta Celia??? — Dylan estaba muy alterado y desde lejos escuchábamos su voz.

—Dylan!!!! Dylan!!!! — ella gritaba su nombre pero donde podría estar, mientras volteaba la cabeza una y otra vez me di cuenta de algo, la voz de Frank se escuchaba mas borrosa si giraba a la derecha, pero volvía en si cuando giraba a la izquierda; eso me dio una idea: debía seguir caminando hacia donde la voz se oyera mejor hasta llegar al lugar pero para eso debía distraer a Frank y hacer que siguiera hablando.

—Espera!!! Donde la tienes? — empecé a caminar a la izquierda.

—JA! ¿Crees que te lo diré?.... — izquierda... —ella esta oculta en un lugar inimaginable para personas como ustedes tontos de pacotilla....— derecha...

—Pronto el plan estará completo....— había llegado al lugar!!!! Afuera de la gran casa estaba un pequeño granero, sigilosamente abrí la puerta, pero Daniel no espero —Y nadie nos podrá detener!!!! — en eso Daniel lanzo el cuchillo.

—Yo creo que si!!! —

LucreciaWhere stories live. Discover now