Ella también sabe boxear

Capitulo 10: Rara a tus ojos

-Tienes que estar de broma.

-Vamos Axel-rogué-ayúdame.

-Es que...no sé si será posible. Además, no entiendo a que viene esto. ¿Qué te ayude a obtener la confianza de Jack? Mira que eres rara.

-No tiene nada de malo. Solo quiero ser su amiga.

-¿Por qué?

-Pues...

-¡Duncan! ¡Young! Esta clase sirve para aprender. Guarden sus conversaciones para otro momento.

-Lo siento profesor-no pude evitar pensar en lo adorable que lucía sonrojado.

-Está bien Young, que no se vuelva a repetir-el profesor prosiguió la explicación.

Era extraño. El comportamiento de Axel era totalmente diferente al resto de sus amigos. A pesar de que todos tenían sus peculiaridades, Axel resultaba bastante llamativo. En él no influía la popularidad y no se dejaba llevar por el resto; Siempre pensaba en los demás, era justo, bueno, inocente y cariñoso. El claro ejemplo de que las apariencias engañan.

-¿Me vas a contar porque tanto interés en acercate a Jack?-preguntó cuando por fin terminó la clase.

-Es el líder, no quiero que haya mal ambiente en el grupo-mentí.

-Es lógico, pero no te será fácil que confíe en ti. Me temo que no te puedo ayudar, eso es algo personal entre tu y él.

-Entiendo-abrí mi taquilla para cambiar los libros-¿Algún consejo?

-Jack es como un detector de mentiras. No intentes persuadirle mediante engaños-asentí.

-Bien, tengo clase en el laboratorio de química. Nos vemos en el almuerzo.

-¿Te asentarás con nosotros? , tus amigas también pueden venir.

-Nos mirarán raro-intervine-ya nos están mirando mal por hablar juntos...vosotros sois como los reyes de este sitio y...

-¿Qué mas da? -interrumpió-no sabía que te importaba tanto lo que pensaran de ti.

-Yo tampoco-dije para mi misma, para luego alzar la voz-comeremos con vosotros.

-Bien.

-Adios.

Rapidamente me dirigí al laboratorio. No quería llegar tarde. Algo que no fue posible, ya que me perdí. Si, ya había ido al laboratorio unas cuatro veces pero me perdí.

-Camile Duncan, llega tarde-reprochó la maestra.

-Lo siento, es que...-fui interrumpida por el chirrido de la puerta al abrirse.

-Lo siento, estábamos...ocupados.
Observé asqueada a Jack y a Bella. Ambos con el cabello despeinado y los labios hinchados. Me percaté de que Bella llebava la blusa mal abotonada, y Jack traía la bragueta bajada. Realmente se me haría complicado acercarme a ese chico.

-Sentaros, la próxima vez que lleguéis tarde se lo notificaré al director, no tolero la impuntualidad.

Me dirigí a uno de los asientos libres, junto a Andy. Que majo, me había reservado un sitio.