-Así que conduces...
-No, el coche se está moviendo solo-ironizó.
-Vete a la mierda Finn-sonreí al pronunciar su nombre. Demasiados años sin verlo-siempre pensé que eras mas de motos.
-Ni de coña. Yo no sé conducir esos trastos. Me juego el pellejo a que tu sí-apartó la vista de la carretera.
-Obviamente, por cierto, ese camión que viene de frente nos va ha atropellar-avisé tranquilamente.
Una rápida maniobra por su parte y salvados. Ambos reímos al recordar nuestro problema, siempre que estábamos juntos nos metíamos en líos. Éramos un imán para los desastres.
-¿Dónde vamos?-pregunté ignorando la situación anterior.
-Día de venganza-se limitó a contestar.
-Como en los viejos tiempos.
Nunca fui una persona vengativa, pero actuar en nombre del karma junto a Finn era muy divertido.
-¿Quién es la víctima?
-Sebastian, no sé su apellido, pero es un capullo.
-¿Qué hizo?-lógicamente me gustaba estar informada de las hazañas de las víctimas, así sabía con que intensidad vengarme.
-¿Recuerdas a Laila? La hija de una de las implicadas en sweet gardeen. Solía jugar con nosotros de vez en cuando.
-Claro-respondí obvia-una buena chica, aunque nos tenía un poco de miedo. ¿Qué pasa con ella?
-La adoptaron un matrimonio joven que vive a dos manzanas de mi casa. No hablo mucho con ella, pero antes venía a mi Instituto y fue inevitable enterarme, los rumores corren rápido.
-¿Enterarte de qué?-pregunté exasperada por su lentitud-ve al grano.
-Su novio, Sebastian, es un machista. Algo que me jodía un poco pero tampoco le prestaba mucha atención. El caso es que ella cortó con él haciéndolo enfadar ya que según su filosofía el hombre es el único que puede cortar una relación.
-Y Sebastian se vengó-adiviné.
-Sí, difundió imágenes comprometedoras de Laila por todo el Instituto.
-¿Y que haremos?-me encontraba ansiosa.
-No se me ocurría nada así que he optado por copiar lo que hicimos con Tyler.
Sonreí, la idea era perfecta. En nuestros primeros años de trastadas Finn y yo nos colamos en casa de Tyler, un chico que me besó sin mi permiso, ¡Me besó! Simplemente asqueroso. Lo drogamos con una extraña sustancia, esta alteraba la actividad hormonal de quien la consumiese, en definitiva, volvió a Tyler extremadamente afeminado durante unas horas. Y sí, todo fue grabado y enseñado a sus amigos. Como éramos pequeños Brad y papá acabaron ayudándonos. Fue divertido.
-Genial ¿Tienes la droga?-asintió-¿La dirección de su casa?
-Es aquí-aparcó frente a una gran mansión.
-Joder-susurré-es enorme.
-Como si tu casa fuese pequeña-hizo ese extraño movimiento de cejas que tanto me frustraba cuando eramos críos.
-No me lo recuerdes. Es raro, antes andaba todo el día dejándome de la ostentosa casa ya ahora que prácticamente paso todos los días en el internado la hecho de menos.
-Todo el mundo extraña su hogar, yo me incluyo. El Sweet Gardeen no sé va de mi cabeza, quizás vuelva a visitar a tu madre-un nudo se apoderó de mi garganta. Todavía no había recaudado el valor necesario para confesarle que ella ya no estaba.
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Ella también sabe boxear
Teen FictionEsta historia no es mi, es de ella: ApoloAfrodita Como lo dijo en su ultimo anuncio: "Y por favor, aunque suene obvio, si la continuáis y usáis mi material me gustaría que me nombraseis, es decir, que dejéis claros que parte (y la idea en si) es de...