-¿Estás bien?-noté como alguien se sentaba a mi lado.
Me sorbí la nariz y rápidamente sequé mis ojos. Al alzar la vista encontré al sujetos de donde provenía esa suave voz. Ojos muy claros que derrochaban ternura, piel pálida y cabello oscuro. En su rostro pude apreciar cierta preocupación.
-Estoy bien-contesté con la voz débil y ronca por el llanto.
-Alguien que está bien no llora-dijo dulcemente-¿puedo hacer algo para que estés mejor?-negué con la cabeza.
-Me temo que no, a no ser que tengas una maquina para viajar al pasado- una lágrima recorrió mi mejilla nuevamente.
-No llores-pidió mientras me limpiaba la lágrima.
-Gracias- sonreí sincera-no todo el mundo se acercaría a ayudar a la nerd- frunció el ceño.
-Pues todo el mundo es idiota-reí- no entiendo que le da a la gente por creerse mejor que el resto.
-Ni idea- me encogí de hombros- por cierto, mi nombre es Camile Duncan -me presenté.
-¿Duncan? ¿Cómo el boxeador?
-Es un apellido muy común-fingí indiferencia.
-Supongo-bostezó haciéndole parecer más tierno de lo que ya era- yo soy Axel, Axel Young.
-Me suena tu nombre.-Puede ser, los que estamos en boxeo aquí somos bastante conocidos.
-¿Eres el amigo de Brown?-pregunté algo desilusionada.
-Eso duele-se tocó el pecho dramáticamente- que me conozcas por ser el amigo del gran Jack Brown es un poco vergonzoso-bromeó.
-Dirás: amigo del idiota de Jack Brown- lo corregí.
-Creo que eres la primera chica que llama idiota a Jack-dijo sumamente divertido-¿ y ese odio hacia él?
-No lo odio.
-Se te ve en la mirada.
-Te equivocas, no lo odio. Sólo me cae mal, pero el odio es algo mucho más fuerte- dije convencida de mis palabras.
-Tienes razón, pero dime, ¿por qué te cae mal? ¿te ha roto el corazón ?-comencé a reír como una loca.
-Ese idiota no podría romper mi corazón, además apenas lo conozco. Lo que pasa es que el muy imbécil no cree que yo pueda boxear. Estoy pensando solicitar entrar en boxeo.
-pues demuéstrale que se equivoca, dejalo con la boca abierta en las pruebas.
-¿No se supone que eras su mejor amigo?-pregunté sorprendida.
-Lo soy, pero tengo ciertos criterios. Y no me parece justo como se a comportado.
-Andy tenía razón-murmuré en voz alta.
-¿Andy?.
-Sí, según él eres una persona muy justa-rodó los ojos.
-Andy es un bocazas-reí-Y dime Camile, ¿Cuantos años tienes?
-Dieciséis, ¿y tú?
-dieciocho recién cumplidos, hace una semana y tres días para ser exactos- respondió con orgullo.
-¡Felicidades atrasadas!
-¡Muchas gracias!- sus ojos brillaban de emoción-si te hubiese conocido antes te hubiera invitado a mi fiesta de cumpleaños.
-No pasa nada, tampoco es que seamos amigos-le quité importancia.
-Ya...-su antes radiante rostro se volvió triste. Me miró directamente a los ojos como si me quisiera confesar su mayor secreto- ¿quieres ser mi amiga?-preguntó esperanzado. Algo que me pareció sumamente adorable.
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Ella también sabe boxear
Novela JuvenilEsta historia no es mi, es de ella: ApoloAfrodita Como lo dijo en su ultimo anuncio: "Y por favor, aunque suene obvio, si la continuáis y usáis mi material me gustaría que me nombraseis, es decir, que dejéis claros que parte (y la idea en si) es de...