-Jack podrías haber tenido un poco de piedad-protestó Luke.
-No puedo más, me duele todo-dijo Ronald.
-Tienen razón, no es divertido entrenar con resaca-los apoyó Axel.
-Nadie os obligó a beber en la fiesta-Jack los observó divertido-¿Mike tu que crees? ¿deberiamos seguir corriendo?-el aludido asintió efusivamente haciéndome reír.
-No jodas Jack, sabías perfectamente lo que diría Mike. Le encanta vernos sufrir-Luke se sobó la cabeza-todo me da vueltas.
-Me da igual, no deberías haber bebido tanto. Ahora te...-la voz de Andy lo interrumpió.
-¡Cam! han venido a verte. El director me ha dicho que te avise.
-¿A mi? -asintió-¿tan temprano? -se encogió de hombros.
-Dice que es importante. Si quieres te acompaño.
-Claro, adios chicos. Suerte.
-Adios-dijeron al unísono los gemelos y Axel.
-Camile, del próximo entrenamiento no te libras-rodé los ojos. Jack se volvía más insoportable a cada segundo.
Caminamos por los desiertos pasillos, era muy temprano. La curiosidad me carcomía ¿quién sería?
-Bueno, yo me voy-dijo parando frente a la puerta del despacho- tengo que ir a organizar el horario de exámenes para el último curso.
-Vaya, te veo muy implicado con el internado-hizo una mueca.
-Es lo que tiene tener unos padres perfectos, cualquier error que cometa es una pesadilla. Tengo que ir varios pasos por delante, sobretodo si el director el mi tío y me tiene totalmente controlado.
-Eso parecer muy...estresante-lo miré compasiva-si necesitas ayuda aquí me tienes-sonrió.
-Lo mismo digo. Suerte con quien quiera que haya venido a verte.
-Gracias-con una sonrisa de oreja a oreja abrí el pomo de la puerta-¿papá? -mi sonrisa fue sustituida por una cara de estupefacción-¿no tendrias que estar de gira?-se rascó la nuca nervioso.
-Mejor os dejos solos-observé como el director desaparecía por la puerta.
-Cariño siéntate.
-Papá no pienso sentarme en la silla del director-bufó.
-Él se acaba de ir, no te va a ver-decidí sentarme para que no siguiese insistiendo.
-Dime, ¿qué haces aquí?
-Tenía algo de tiempo libre y decidí venir a verte...
-No cuela, ¿qué ha pasado?, tengo trigonometria a primera hora. Sabes que se me da horrible y necesito repasar algunas cosas así que ve al grano-se mordió el pulgar derecho nervioso.
-Es Tomas, lo han metido en la cárcel por conducir ebrio-agrandé los ojos.
-¿¡Otra vez?!, no tiene remedio. Lo peor es que tú no se lo impediste. Parece mentira-me levanté del asiento enfadada-y ahora pretendes que yo lo solucione.
-¿Quién más podría hacerlo?, tienes un montón de contactos en la policía. Lo siento hija, fue una noche de excesos.
-Como para no tener contactos-entre cerré los ojos-si no es uno es otro, son incontables las veces que os he sacado de allí.
-¿Entonces...?
-No-me crucé de brazos-que aprenda de sus errores
-¿Puede aprender de sus errores otro día?, dentro de dos días nos vamos a Europa.
ESTÁS LEYENDO
Ella también sabe boxear
Teen FictionEsta historia no es mi, es de ella: ApoloAfrodita Como lo dijo en su ultimo anuncio: "Y por favor, aunque suene obvio, si la continuáis y usáis mi material me gustaría que me nombraseis, es decir, que dejéis claros que parte (y la idea en si) es de...