Mi doble vida: Una historia de lobos y humanos

Capítulo 4: Según mi padre

Narra mi padre:

Ya no se que hacer, mi hija se ha ido, mi única hija, Cedrack trata de animarme, pero nunca lo logrará, solo quiero que Kia vuelva, pero pienso que ya nunca la veré. Ya no quiero comer, no asisto a las reuniones importantes de la manada, ya casi no duermo en las noches, y todos los días voy al límite del bosque para ver si me la encuentro y la convenzo de que vuelva.

Desde que Alda se fue, mi vida fue muy difícil, Kia era el único recuerdo que me quedaba de ella, juré cuidarla siempre y no permitir que le pasara nada malo, pero no cumplí con mi deber, solo espero que nada malo le haya pasado.

Alda era un poco mas "especial" que los demás lobos, no solo porque la amaba mucho, sino que tenia un pasado un poco mas "humano", en fin, tuvimos 8 hermosos lobitos, cuando fueron suficientemente grandes decidieron abandonar la manada, el único que decidió quedarse fue Cedrack, el mayor de todos, dijo que quería quedarse para poder cuidar de Kia, la única lobita que tuvimos, ella fue la octava, la menor, había nacido un poco después de que los demás abandonaran la manada. Ella fue la única que tenía los "verdaderos" genes de su madre, siempre hacíamos la prueba, pero ninguno de nuestros lobitos se transformaba, ella fue la única, nos sentimos muy felices por eso, y fue nuestra "lobita preferida".

Poco después Alda murió, sufrí mucho ese día, y lo sigo recordando todos los días de mi vida, Estábamos jugando en el lago, Alda le contaba a Kia que en el lago se puede ver el reflejo de las cosas, hasta de ella misma, Kia estaba muy impresionada, pero no todo podía salir bien, algo malo tenía que pasar, un cazador nos descubrió, estaba oculto entre los árboles, y le disparó a Alda, en ese momento hubiera deseado que me disparara a mi, pero ya era demasiado tarde, no tenía oportunidad contra un cazador, y además, Kia estaba en peligro. No tuve nada mas que hacer que agarrar a Kia e irme de ahí rápidamente, ahí me vuelvo a lamentar, abandoné a Alda, la dejé morir en manos de ese cazador, si lograra salvarla.... ¿Cómo la repondría? Las armas de los cazadores hacen mucho daño, Alda igual no podría haber sobrevivido, y yo lo lamentaría aún mas, en ese mismo momento fue cuando juré cuidarla y protegerla siempre, por ser el único recuerdo que me quedaba de ella.

Hubo muchas cosas que he ocultado a Kia por mucho tiempo, cada vez habían mas, y mas cosas que yo le ocultaba, entonces decidí contarle TODO lo que siempre se lo oculté, principalmente lo de el límite de la ciudad, cosas sobre su madre, la verdad de los humanos, y tambien le respondería a todas las preguntas que tenga (no todas, pero la mayoría), decidí hacerlo esa noche, la noche que le pregunté si iba ir a comer con la manada, esa misma noche, cuando dijo que iría mas tarde sabía que no iría, ella se va apenas comienza o directamente no va, la conozco, entonces decidí decirle todo eso al siguiente día.

Según lo que ella me dijo al día siguiente, a la noche mientras dormíamos, ella se escapó y se dirigió hacia la cuidad, entonces descubrió.... que podía convertirse en un humano, sabía que si se enteraba de eso, ella reaccionaria de muy mala manera, y así fue, después de esa conversación, la cual a ninguno de nosotros nos gustó, intenté decirle la verdad, le pedí que me escuchara, que yo podía explicárselo, pero ella no quiso escucharme, y huyó, se dirigió hacia el Oeste, así que sabía que se iba hacia la ciudad, justo había llegado Cedrack, venía con un venado, pero cuando vio a Kia huir, tambien intentó hacer que pare, entonces Kia estaba por saltar cruzando el límite del bosque, yo le pedí que no lo haga, pero ella hizo como si no me hubiera escuchado, y cruzó. Cedrack nunca había visto nada de eso, por eso no sabía que decir cuando vio a Kia transformarse en humano, pero yo si sabía, y eso era lo que yo estaba evitando que pasara, sabía que si cruzaba el límite, jamás querría volver, pero igual lo intente, intenté hacer que vuelta, le supliqué, le dije con tono enojado, la amenacé, y finalmente fingí intentar atacarla, ella empezó a sentir miedo, entonces volví a recobrar esperanzas de que volviera, pero fue en vano, vino una gran cantidad de humanos, y con ellos, un cazador, no nos disparó a nosotros, solo disparó al cielo, pero sabíamos que era una advertencia, así que tuvimos que irnos, solo espero que Kia esté bien.