Al salir, Lay cerró la puerta con llave. Después dijo:
—Bueno, si soy realista, es imposible que Sun no regrese nunca más— Dijo ella.
—¿Por qué lo dices?— Pregunté.
—Y si soy realista por dos, también es casi imposible que Jack no regrese nunca más— Dijo ella rápidamente— Porque de todas formas tiene que venir el próximo domingo.
—Ah, sí, tienes razón— Dije yo.
Caminamos un poco más, hasta que Lay dobló a la derecha.
—¿A dónde vamos?— Pregunté.
—A buscar los caramelos de miel ¿No recuerdas?— Dijo ella.
—Ah, sí, los caramelos.... Recuerdo— Dije yo.
—Espérame.... Espero que la señora esté despierta....— Dijo ella.
Lay avanzó un poco más y se acercó a una casa. Aplaudió frente a ella. No pasó nada. Lay volvió a aplaudir, y otra vez no pasó nada. Y así repitió dos veces más, hasta que se cansó.
—Bueno, parece que está durmiendo o algo así— Dijo ella— Si quieres volvemos otro día....
—No importa— Dije yo— Tal vez no me gustaban, de todas formas.
—Si, tal vez....— dijo ella dudando un poco— bueno, vámonos.
Y otra vez, mientras caminábamos, no nos hablamos por un buen rato.
Ese buen rato, reflexioné sobre las cosas que me habían pasado ese día. Yo me lo tomé todo con tanta normalidad, pero las cosas que me pasaron fueron realmente impresionantes. Fueron cosas muy fantásticas, y tal vez sobrenaturales. Pensar que antes era una simple lobita, que era feliz en su cueva, comiendo venados y jugando con su hermano....
Todo empezó con mi curiosidad.... Yo solo quería ver la ciudad.... Y gracias a eso, terminé descubriendo que podía transformarme en un humano. Después tuve una discusión con mi padre, y terminé huyendo hacia aquí otra vez. Una humana llamada Alicia me llevó a su casa, y a partir de ahí viví la vida de un humano. Pero más adelante apareció una chica llamada Lay, la cual me preguntó si yo quería hablar. Yo acepté, porque pensé que me enseñaría a hablar de una forma más "normal", pero al regresar, traía una especie de "poción mágica" (O algo así) en su mano. Al tomarla me sentí completamente normal.... Pero al día siguiente me dolía la cabeza, me imaginaba un montón de cosas raras, y, podía hablar. Después esa chica me invitó a ir a un "club" donde se juntaba con unos amigos; donde conocí a un chico spanglish, que hace chistes malos y es completamente blanco; y a otro que habla con un tedioso acento que todavía no he logrado descifrar. Ah, y no nos olvidemos de la chica misteriosa a la que le gustan las arañas.... ¿A que eso no es una vida normal, eh?
Suspiré frustrada, y me pregunté: "¿Por qué todo esto me tiene que estar pasando a mí?"
Después me surgieron otras preguntas: "¿Por qué recién ahora me estoy dando cuenta de todo esto?" "¿Por qué cuando empecé a caminar no me importaba lo que acababa de pasar y seguí como si nada?" "¿Por qué al principio no podía hablar cuando en realidad sí podía?" "¿Por qué Lay también se tomó todo con tanta normalidad?" "¿Ella ya sabía todo lo que iba a pasar?" "¿Y Alice lo sabía?" "¿Alice sabía que su hija tenía una "poción mágica" que hacía hablar a las personas?" "¿Los chicos del club lo sabían?"
Tantas preguntas sin respuesta pasaban por mi mente.... Tantas que no podía controlarlas. No dejaban de surgir nuevas, pero tampoco desaparecían las que ya estaban allí. Hasta que de la nada, apareció una que detuvo a todas las otras y, de alguna manera, las echó completamente. Eso significaba que era muy importante, así que le presté atención.
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Mi doble vida: Una historia de lobos y humanos
PertualanganDesde los 10 años yo creía que era un lobo, que había nacido como uno, pero que hui de la manada, transformándome en un humano. Entonces los humanos me encontraron, y cuidaron de mí. También pensaba que mi padre me buscaba, para que vuelva al bosque...