Mi doble vida: Una historia de lobos y humanos

Capítulo 8: Sorpresas y misterios

Han pasado varios días, he aprendido que cada siete días (o eso creo) se forma una "semana", entonces creo que pasaron unas dos "semanas"....

Pero cambiando de tema.... Uno de esos días yo me había despertado, y vino la humana que me cuidaba.... Se sorprendió al verme, yo no entendía por qué, pero ella decía que yo había crecido, pero yo me notaba igual. Al día siguiente volvió a pasar lo mismo, y al siguiente, y al siguiente. Fueron cuatro días seguidos, ese cuarto día recién noté la diferencia, me veía mas grande.... Mucho más grande. Esa misma mañana la humana que me cuida me dijo su nombre.... dijo que se llamaba "Alicia", así que a partir de ese momento la empecé a llamar así.

Más tarde ese día, Alicia me dejó salir afuera para jugar con Roberto, ya que ya se le había terminado su castigo. Creo que Roberto se había olvidado de lo que hablamos la ultima vez que lo vi, porque no mencionó nada que tuviera que ver con el tema; o talvez si se acordaba, solo que no quería hablar sobre eso, por alguna razón....                                                                                           El árbol que había en el centro del "patio" me llamó la atención.... no se por qué, pero se me ocurrió escalarlo. Pensé que iba ser más difícil, pero fue bastante fácil, rápidamente logré subir, bajar me costó un poco más, pero también lo logré. Roberto me había visto subir, y cuando bajé me preguntó:

—¿Ya habías escalado un árbol antes?— Me preguntó, un poco asombrado.

—No— Dije yo— Nunca antes había escalado un árbol, aunque si lo he intentado, pero me resbalaba muy fácilmente.

Él se quedó callado un momento, como si estuviera muy concentrado en sus pensamientos, pero finalmente habló:

—Bueno....— Dijo él— No creo que los lobos sean muy de trepar árboles, aunque.... los perros tampoco....

—Eso significa que entendiste lo que te dije la última ves que nos vimos— Dije yo— ¿Verdad?

—Mira Kia— Dijo él— He entendido lo que querías decirme desde antes que me lo dijeras.

—¿A qué te refieres?— Dije yo.

—Yo.... Yo conocía a tu padre....— Dijo él— Yo era parte de tu manada, yo me consideraba.... un lobo.

—¡¿Que?!— Dije yo, muy confundida— ¡¿Tu conocías a mi padre?! ¡¿Tu eras parte de mi manada?!

—Si....— Dijo él, con mucha calma, comparado conmigo.

—¡Quiero que me cuentes todo! ¡Ahora!— Dije yo bastante enojada, entonces me calmé un poco— Por favor....

—Jajaja— Dijo él— ¿Ahora quien es el que cuenta su vida? Solo faltaría que mi dueña viniera aquí y te diga que entres, eso sería muy gracioso.

—Se llama Alicia, por cierto— Dije yo.

—Si, ya lo sé— Dijo él— Pero, ¿Quieres que te cuente mi vida? ¿O no?

—¡Si!— Dije yo, un poco enojada, otra vez.

—Esta bien, te lo contaré— dijo él, poniéndose serio otra vez— Yo era un perro callejero....

—¿Que....— Dije yo, hasta que Roberto me interrumpió.

—Un perro callejero es un perro que anda por la calle— Dijo él— Pero seguro que no sabes lo que es una calle ¿verdad?

—Que sea un lobo no significa que no sepa lo que hay en una ciudad— Dije yo— ¡Claro que sé lo que es una calle!

—Esta bien— Dijo él— Yo era un perro callejero, sin hogar, que caminaba por las calles de la ciudad; entonces, se me ocurrió explorar el bosque, "talvez podría encontrar algo de comida allí" pensé yo.... Caminé mucho, hasta el momento en que me perdí, no sabía que hacer, nunca antes había ido al bosque.... Entonces se me ocurrió hablar, pensé que talvez habría alguien quien me podría decir como salir del bosque y volver a la ciudad. "¡¿Hola, Hay alguien por aquí, me he perdido, y no se como volver a la ciudad, alguien me puede ayudar?!" Dije yo. Entonces aparecieron tres lobos, uno de ellos era tu padre....

—¿Mi padre?— Dije yo, con tal de preguntar algo.

—Si, tu padre— Dijo él— Pero esto pasó mucho antes de que nacieras.

Yo me quedé callada, entonces él continuó:

—No me acuerdo el nombre de los otros dos....— Dijo él— pero estaban preparados para atacarme, yo tenia mucho miedo, nunca me había pasado algo así, no tenía mucho más que hacer, de todas formas.... Estoy muy seguro de que pensaban en matarme.... Y comerme, seguramente, pero tu padre los detuvo.... "¿Cómo te llamas?" me preguntó él, "N-no tengo nombre" dije yo, "¿Eres un lobo?" Me dijo, "N-no, no soy lobo, s-soy un perro" le respondí. Me hizo unas varias preguntas mas, pero no me acuerdo muy bien de que se trataba....

—¿Y qué pasó?— Pregunté.

—Nos convertimos en amigos— Dijo él.

—¿Así nomas?— Dije yo, asombrada— ¿Asi de fácil fue hacerse su amigo?

—Si— Dijo él— Nos hicimos tan amigos que me dejó ser parte de su manada.... Cuando me presentó frente a la manada, todos fueron muy amables conmigo, supongo que era porque ahora formaba parte de la manada, me dieron comida y un lugar para dormir, nunca había dormido ni comido tan bien en toda mi vida....

Hizo un momento de silencio, como si quisiera que yo diga algo, pero yo me quedé callada, porque estaba muy concentrada en la historia.... Entonces él decidió continuar:

—Estuve mucho tiempo allí— Continuó— Hasta que un día nos peleamos, por....

—¿Por?— Dije yo.

—He....— Dijo él— N-no es importante.

—Esta bien— Dije yo.

—Empezamos a discutir sobre eso....— Continuó— Cada vez nos enojábamos más y más, hasta que él me respondió.... algo muy hiriente....

—¿Qué te dijo?— Pregunté.

—¿Crees que yo iba a querer contar lo que me dijo?— Preguntó él— ¿Siendo tan hiriente?

—Si— Dije yo— Digo.... Yo si lo diría....

—Pero yo no— Dijo él.

—Esta bien— Dije yo— Te entiendo.

Hubo otro silencio.... 

—¿Y que pasó después?— Pregunté.

—Yo me enojé mucho con él— Dijo él— En ese momento.... No pensé en lo que debía hacer, sólo actué, podía haber reconciliado las cosas.... Pero las empeoré....

—¿Por qué?— Pregunté— ¿Qué hiciste?

—Lo ataqué— Dijo él.

—¡¿Lo atacaste?!— Dije yo.

—Si.... Lo ataqué....— Dijo él— Pero él era un lobo y el líder de la manada, yo sólo era un perro.... Le llegué a dañar bastante una oreja, pero él rápidamente logró detenerme; pudo haberme atacado, incluso matado, pero no lo hizo.... Me perdonó la vida.... Pero me expulsó de la manada, y me dijo que si él u otro lobo me veía otra vez caminando por el bosque, me mataría.

—Roberto....— Dije yo— Eso es muy tris....

—Sofía— Interrumpió Alicia— Ven un momento.

—Lo siento Roberto— Dije— Me tengo que ir adentro.

—Está bien, Kia— dijo él— La próxima ves que vengas hablamos, que supongo que será pronto.

—Mientras no rompas ningún jarrón....— Dije yo.

—Jajaja— Dijo él— Voy a intentarlo....