Capítulo 14: Problemas en el bosque, parte 2

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El humano que gritaba era Alicia.
-¿¡Sofía!? ¿¡Donde estás niña!? ¡Vuelve por favor!- Gritaba ella, muy preocupada.
-Cedrack debemos irnos- Dijo mi padre, serio y con tono de superioridad- Los humanos no nos tienen que ver, son muy peligrosos.
-Si, padre- Dijo Cedrack asintiendo, también serio, aunque parecía perdido en sus pensamientos.
Mí padre empezó a correr hacia el interior del bosque, creo que iba de vuelta con la manada.
-Cedrack- Dijo mí padre deteniéndose- ¿Vienes?
-Ehh....- Dijo Cedrack, pensando muy detalladamente en su respuesta- Si, enseguida voy.... Solo.... Solo voy a ver qué es lo que quiere ese humano.... Y porqué grita tanto.
-Cedrack, es muy peligroso- Dijo mi padre, levantando un poco la voz- Lo que sea que quiera ese humano no nos tiene porqué importar.
-¿Y si está ideando un plan para encontrar a la manada de los lobos?- preguntó Cedrack- ¿Y si los humanos ya la encontraron y están preparándose para atacarla?
Mi padre suspiró.
-Esta bien, Cedrack- Dijo mi padre- Si tú quieres quédate, pero yo me iré.
Cedrack asintió, y mí padre se fue.
Cedrack se escondió detrás de unos arbustos, que justo (JUSTO) estaban al lado del árbol en el que Simón y yo nos encontrábamos. Él miró por unos segundos como Alicia se acercaba, pero después miró al árbol, y nos quedó mirando a Simón y a mí, creo que principalmente a mí.
Yo no sabía si Cedrack me reconoció, o si simplemente veía a un humano que estaba arriba de un árbol. Yo también lo miraba fijamente, al igual que Simón, el cual parecía asustado.
-¿¡Sofía!?- Gritaba Alicia- ¿¡Estás aquí!?
Alicia estaba muy cerca, tanto que pudo verme.
-¿Sofía eres tú?- dijo Alicia muy agitada, acercándose al árbol- Que bueno que estás bien, no sabes lo preocupada que estaba.
Alicia se acercó al árbol y levantó sus brazos como para bajarme, pero al moverse pisó una de las patas de Cedrack y él instintivamente la mordió en la pierna. Alicia, reaccionando lo más rápido posible, agarró una piedra que estaba al lado suya y empezó a golpearlo en la cabeza con ella. Finalmente Cedrack soltó a Alicia, retrocedió y empezó a sacudir su cabeza.
Alicia se tumbó al suelo y empezó a llorar y gritar mientras agarraba su pierna; arrancó una rama de un "brote" de un árbol y se la tiró a Cedrack; la rama cayó en el cuello de Cedrack (realmente creo que esa rama no dolió) y él miró a Alicia. Cedrack empezó a gruñir y sus ojos se volvieron completamente negros (otra vez); Alicia se asustó mucho y empezó a gritar, su voz sonaba muy rara, pero creo que gritaba "ayuda".
Cedrack empezó a acercarse a Alicia, muy lentamente, pero no dejaba de gruñir. Yo ya sabía lo que iba a pasar, Cedrack iba a matar a Alicia, yo no podía permitir que eso pasara.
-¡Cedrack no lo hagas!- Grité yo (en idioma de lobo, soy Luz :'D)- ¡No la mates!
En ese momento Cedrack giró su cabeza, y empezó a mirar hacia todas partes, mientras que sus ojos volvían a estar normales. Alicia seguía gritando.
-¿Kia?- Preguntó Cedrack- ¿Eres tú? ¿Dónde estás?
Yo me quedé callada, pero miraba a Cedrack, el cual parecía buscarme. Cedrack empezó a caminar sin rumbo fijo, estaba mirando detrás de todos los árboles y arbustos que había por ahí.
-¿¡Kia!?- Gritaba Cedrack- ¿¡Dónde estás Kia!?
-¿¡Kia!?- Gritaba Cedrack- ¿¡Dónde estás Kia!? ¡No te escondas, por favor! ¡Por favor!
Repentinamente se oyó un disparo, era un cazador, seguramente escuchó los gritos de Alicia y fue a ver qué pasaba, y al ver a un lobo disparó, los pedazos de metal que disparaba el arma (que más adelante descubrí que se llamaban "balas") iban directos a Cedrack, pero él tuvo la suerte de moverse justo en ese momento. Pero el cazador, al ver que Cedrack seguía vivo, siguió disparando, a medida que se acercaba al lugar en el que estábamos, algunos de los pedazos de metal pasaron muy cerca de nosotros (Simón y yo), porque el cazador solo se concentraba en el lobo. Cedrack pudo huir, pero los disparos no cesaron, el cazador siguió disparando y corría en la dirección en la que se iba Cedrack, pero lo perdió de vista, empezó a gritar unas palabras que yo no entendía, y volvió a la cuidad; el cazador se fue a dónde estaba Alicia, la cual seguía gritando, y le empezó a hablar.
-¡Alicia!- Gritaba el cazador, intentando mantener la calma- ¿Estás bien? ¿Qué fue lo que te pasó? ¿¡Fue ese lobo verdad!?
El cazador empezó a gritar otra vez, diciendo las mismas palabras que antes, y otras más, pero yo no entendía ninguna.
Él empezó a mirar la mordedura que había dejado Cedrack en la pierna de Alicia.
-Esto es muy grave- Dijo él- Está sangrando mucho.... ¿Quieres ir con el Wich?
Alicia, con voz apenas entendible dijo: No.
-¿Quieres ir al hospital entonces?- preguntó él.
-Si.... Por favor- Dijo Alicia, con una voz muy débil.
-Esta bien....- Dijo el cazador, suspirando- Iremos al hospital.
El cazador cargo a Alicia, teniendo cuidado con su pierna, y empezó a irse.
Estaban muy lejos como para escuchar la voz de Alicia, así que no pude escucharla, pero tal vez haya dicho algo como: "Sofía"
Porque el cazador se giró y apuntó hacia el árbol en el que nos encontramos Simón y yo, específicamente a mí. Siguió hablando con el cazador, pero sólo entendí algunas palabras, entendí que el cazador ofreció llevarme a la casa de Alicia, y que con el "teléfono" de la casa llamaría al "hospital" para que vengan a buscarla.
El cazador bajó a Alicia al suelo y vino corriendo hacia el árbol.
-Hola- Dijo él- eres Sofía ¿Cierto?
Yo me quedé inmóvil.
-A tu madre la atacó un lobo (ella no es mí madre)- Dijo él- Está muy herida, necesita ir urgentemente al hospital, yo te llevaré a tu casa y te dejaré ahí, cuando estemos ahí yo usaré el teléfono fijo para llamar a emergencias, y vendrán a buscar a tu madre (repito, no es mí madre), tú tienes que quedarte en la casa y portarte bien ¿Entiendes?
Yo no sabía que decir, pero Simón me susurró:
-Asiente Kia, asiente- Susurró él.
Yo asentí.
-Esta bien- Dijo el cazador.
El cazador extendió su mano para ayudarme a bajar, pero yo le pasé a Simón.
-Hola amiguito- Le dijo el cazador a Simón- ¿Cómo te llamas?
El cazador se rio, bajó a Simón, y volvió a extender su mano, esta vez sí agarré su mano, y él me ayudó a bajar.
-Vamos- Dijo el cazador- te llevaré a tu casa.
El cazador empezó a caminar, y yo lo seguí, pero el me miró y frenó.
-¿No sabes caminar?- Dijo él.
Yo lo ignoré y seguí avanzando, él también se quedó callado. Simón iba al lado mío, también sin mencionar ninguna palabra.
Llegamos a la casa y el cazador puso la "llave" en la puerta, la giró, y así abrió la puerta.
-Bueno, aquí está tu casa- Dijo él- Voy a llamar a emergencias.
Yo me fui a el lugar llamado "habitación" (en donde yo dormía) y ahí me quedé con Simón. Lo último que recuerdo es que tuve mucho sueño y me dormí....

Mi doble vida: Una historia de lobos y humanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora