El humano que gritaba era Alicia.
-¿¡Sofía!? ¿¡Donde estás niña!? ¡Vuelve por favor!- Gritaba ella, muy preocupada.
-Cedrack debemos irnos- Dijo mi padre, serio y con tono de superioridad- Los humanos no nos tienen que ver, son muy peligrosos.
-Si, padre- Dijo Cedrack asintiendo, también serio, aunque parecía perdido en sus pensamientos.
Mí padre empezó a correr hacia el interior del bosque, creo que iba de vuelta con la manada.
-Cedrack- Dijo mí padre deteniéndose- ¿Vienes?
-Ehh....- Dijo Cedrack, pensando muy detalladamente en su respuesta- Si, enseguida voy.... Solo.... Solo voy a ver qué es lo que quiere ese humano.... Y porqué grita tanto.
-Cedrack, es muy peligroso- Dijo mi padre, levantando un poco la voz- Lo que sea que quiera ese humano no nos tiene porqué importar.
-¿Y si está ideando un plan para encontrar a la manada de los lobos?- preguntó Cedrack- ¿Y si los humanos ya la encontraron y están preparándose para atacarla?
Mi padre suspiró.
-Esta bien, Cedrack- Dijo mi padre- Si tú quieres quédate, pero yo me iré.
Cedrack asintió, y mí padre se fue.
Cedrack se escondió detrás de unos arbustos, que justo (JUSTO) estaban al lado del árbol en el que Simón y yo nos encontrábamos. Él miró por unos segundos como Alicia se acercaba, pero después miró al árbol, y nos quedó mirando a Simón y a mí, creo que principalmente a mí.
Yo no sabía si Cedrack me reconoció, o si simplemente veía a un humano que estaba arriba de un árbol. Yo también lo miraba fijamente, al igual que Simón, el cual parecía asustado.
-¿¡Sofía!?- Gritaba Alicia- ¿¡Estás aquí!?
Alicia estaba muy cerca, tanto que pudo verme.
-¿Sofía eres tú?- dijo Alicia muy agitada, acercándose al árbol- Que bueno que estás bien, no sabes lo preocupada que estaba.
Alicia se acercó al árbol y levantó sus brazos como para bajarme, pero al moverse pisó una de las patas de Cedrack y él instintivamente la mordió en la pierna. Alicia, reaccionando lo más rápido posible, agarró una piedra que estaba al lado suya y empezó a golpearlo en la cabeza con ella. Finalmente Cedrack soltó a Alicia, retrocedió y empezó a sacudir su cabeza.
Alicia se tumbó al suelo y empezó a llorar y gritar mientras agarraba su pierna; arrancó una rama de un "brote" de un árbol y se la tiró a Cedrack; la rama cayó en el cuello de Cedrack (realmente creo que esa rama no dolió) y él miró a Alicia. Cedrack empezó a gruñir y sus ojos se volvieron completamente negros (otra vez); Alicia se asustó mucho y empezó a gritar, su voz sonaba muy rara, pero creo que gritaba "ayuda".
Cedrack empezó a acercarse a Alicia, muy lentamente, pero no dejaba de gruñir. Yo ya sabía lo que iba a pasar, Cedrack iba a matar a Alicia, yo no podía permitir que eso pasara.
-¡Cedrack no lo hagas!- Grité yo (en idioma de lobo, soy Luz :'D)- ¡No la mates!
En ese momento Cedrack giró su cabeza, y empezó a mirar hacia todas partes, mientras que sus ojos volvían a estar normales. Alicia seguía gritando.
-¿Kia?- Preguntó Cedrack- ¿Eres tú? ¿Dónde estás?
Yo me quedé callada, pero miraba a Cedrack, el cual parecía buscarme. Cedrack empezó a caminar sin rumbo fijo, estaba mirando detrás de todos los árboles y arbustos que había por ahí.
-¿¡Kia!?- Gritaba Cedrack- ¿¡Dónde estás Kia!?
-¿¡Kia!?- Gritaba Cedrack- ¿¡Dónde estás Kia!? ¡No te escondas, por favor! ¡Por favor!
Repentinamente se oyó un disparo, era un cazador, seguramente escuchó los gritos de Alicia y fue a ver qué pasaba, y al ver a un lobo disparó, los pedazos de metal que disparaba el arma (que más adelante descubrí que se llamaban "balas") iban directos a Cedrack, pero él tuvo la suerte de moverse justo en ese momento. Pero el cazador, al ver que Cedrack seguía vivo, siguió disparando, a medida que se acercaba al lugar en el que estábamos, algunos de los pedazos de metal pasaron muy cerca de nosotros (Simón y yo), porque el cazador solo se concentraba en el lobo. Cedrack pudo huir, pero los disparos no cesaron, el cazador siguió disparando y corría en la dirección en la que se iba Cedrack, pero lo perdió de vista, empezó a gritar unas palabras que yo no entendía, y volvió a la cuidad; el cazador se fue a dónde estaba Alicia, la cual seguía gritando, y le empezó a hablar.
-¡Alicia!- Gritaba el cazador, intentando mantener la calma- ¿Estás bien? ¿Qué fue lo que te pasó? ¿¡Fue ese lobo verdad!?
El cazador empezó a gritar otra vez, diciendo las mismas palabras que antes, y otras más, pero yo no entendía ninguna.
Él empezó a mirar la mordedura que había dejado Cedrack en la pierna de Alicia.
-Esto es muy grave- Dijo él- Está sangrando mucho.... ¿Quieres ir con el Wich?
Alicia, con voz apenas entendible dijo: No.
-¿Quieres ir al hospital entonces?- preguntó él.
-Si.... Por favor- Dijo Alicia, con una voz muy débil.
-Esta bien....- Dijo el cazador, suspirando- Iremos al hospital.
El cazador cargo a Alicia, teniendo cuidado con su pierna, y empezó a irse.
Estaban muy lejos como para escuchar la voz de Alicia, así que no pude escucharla, pero tal vez haya dicho algo como: "Sofía"
Porque el cazador se giró y apuntó hacia el árbol en el que nos encontramos Simón y yo, específicamente a mí. Siguió hablando con el cazador, pero sólo entendí algunas palabras, entendí que el cazador ofreció llevarme a la casa de Alicia, y que con el "teléfono" de la casa llamaría al "hospital" para que vengan a buscarla.
El cazador bajó a Alicia al suelo y vino corriendo hacia el árbol.
-Hola- Dijo él- eres Sofía ¿Cierto?
Yo me quedé inmóvil.
-A tu madre la atacó un lobo (ella no es mí madre)- Dijo él- Está muy herida, necesita ir urgentemente al hospital, yo te llevaré a tu casa y te dejaré ahí, cuando estemos ahí yo usaré el teléfono fijo para llamar a emergencias, y vendrán a buscar a tu madre (repito, no es mí madre), tú tienes que quedarte en la casa y portarte bien ¿Entiendes?
Yo no sabía que decir, pero Simón me susurró:
-Asiente Kia, asiente- Susurró él.
Yo asentí.
-Esta bien- Dijo el cazador.
El cazador extendió su mano para ayudarme a bajar, pero yo le pasé a Simón.
-Hola amiguito- Le dijo el cazador a Simón- ¿Cómo te llamas?
El cazador se rio, bajó a Simón, y volvió a extender su mano, esta vez sí agarré su mano, y él me ayudó a bajar.
-Vamos- Dijo el cazador- te llevaré a tu casa.
El cazador empezó a caminar, y yo lo seguí, pero el me miró y frenó.
-¿No sabes caminar?- Dijo él.
Yo lo ignoré y seguí avanzando, él también se quedó callado. Simón iba al lado mío, también sin mencionar ninguna palabra.
Llegamos a la casa y el cazador puso la "llave" en la puerta, la giró, y así abrió la puerta.
-Bueno, aquí está tu casa- Dijo él- Voy a llamar a emergencias.
Yo me fui a el lugar llamado "habitación" (en donde yo dormía) y ahí me quedé con Simón. Lo último que recuerdo es que tuve mucho sueño y me dormí....
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Mi doble vida: Una historia de lobos y humanos
AventuraDesde los 10 años yo creía que era un lobo, que había nacido como uno, pero que hui de la manada, transformándome en un humano. Entonces los humanos me encontraron, y cuidaron de mí. También pensaba que mi padre me buscaba, para que vuelva al bosque...