⚜🔹One-shots Madatobi🔹⚜

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⚠ ADVERTENCIA: ESTE CAPÍTULO POSEE SANGRE, VIOLENCIA, CONDUCTA OBSESIVA, UN MADARA MUY HIJO DE PUTA Y ABUSO. SI ERES ALGUIEN QUE NO SOPORTA LO ANTERIOR, TE INVITO A PASAR AL SIGUIENTE CAPITULO⚠
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Tobirama y yo comenzamos a salir cuando yo me declaré. Estaba perdidamente enamorado de él. Desde que lo ví por primera vez en la escuela, con mis 16 años de vida, no pude dejar de pensar que el era simplemente hermoso y perfecto, que con tan solo ver qué es una belleza a los 12 años, se convertiría en un dios griego en unos años más.

Y vaya que tuve razón, con el pasar de los años y la pubertad, vendita pubertad, Tobirama de volvió aún más irresistible para mí.

Un día no aguanté más mis sentimientos, y le dije todo lo que sentía. Jamás olvidaré su expresión, sus mejillas de un color rosa y sus ojos brillaron.
El aceptó y nos convertimos en novios. Salíamos a menudo, al cine, a la plaza y de ves en cuando a su casa. Cuando estábamos solos aprovechabamos para tener sexo, ya sea en una casa o en una área pública. A él no le gustaba tanto, pero las ganas por poseerlo se me hacían irresistibles, tanto que no podía aguantar y simplemente teníamos sexo en un baño público o escondidos en un parque. Es que la sensación de estar en su interior, era totalmente placentera, tanto así que de alguna forma, se volvió bastante adictiva.

De a poco, me fuí dando cuenta que la gente a su alrededor, gente que él mismo llamaba "amigos", tenían otras intenciones con él. Cosas como tocarlo, aunque sea un contacto minimo como lo es poner una mano en su hombre, eran indicios totalmente obvios de que estos supuestos "amigos" quisieran quitarme a Tobirama. Mi sentidos se ponían de punta cuando me fijaba que la atención de mi novio se centraba en otra persona, cosa que es totalmente inaceptable en una relación. El debería estar mirandome solo a mí, sonriéndome solo a mí, hablando solo conmigo.

Así fue como se ganó el primer golpe. Se lo advertí, le dije que él era solo mío, pero no me estaba haciendo caso por lo que tuve que recurrir a un puñetazo en su pómulo. De alguna forma, me gustó ver esa herida en su rostro. Lo hacía ver aún más lindo, con ese color violeta que combinaba de forma perfecta con su blanca piel.
Gracias al ese golpe, no ví a Tobirama con esos chicos de nuevo. Así comprendí que, Tobirama ya era totalmente mío, tan solo debía levantar el puño para controlarlo.

No tuve que volver a controlarlo hasta que cumplimos 2 años. Cuando yo entré en la universidad, no podía verlo tan seguido. Confíe en él, que ya no andaría con esos aprovechado res,pero hice mal...

Fuí a esperarlo afuera de la escuela, y lo encontré con los mismo tipos que le dije que no debía juntarse. Al verme, su rostro tomó una expresión de miedo y sus mejillas se tornaron blancas.
Porque estaba mirandome así a mí y a ellos les sonreía?!?

Apreté mi dentadura y me acerqué a él, lo tome de la muñeca con fuerza y me lo llevé. Él se quejaba de que le dolía la muñeca, pero no me importó. Durante todo el camino no le dirigí la palabra, hasta que llegamos a mi casa.

A penas entramos a mi habitación, lo empujé y bote al suelo. Le grité que era una perra, que yo no me merecía esto, que el era mío, que al único a quién podía moverle el culo era a mí!! Apreté los puños y, soltando toda mi ira, le dí unas patadas en las costillas, mientras soltaba más y más groserías. Él solo repetía que le dolía y que me detuviera pero eso me hizo enojarme aún más.

Le hice prometer que no volvería a engañarme, y apretando su rostro con una mano, le juré que si esto volvía a pasar, todos sus "amigos" desaparecerían.
Él me rogó que no les hiciera nada a ellos, que lo perdonará y que jamás volvería a suceder.

Yo le creí, pero aún así se merece un castigo. Lo tomé de un brazo y puse boca abajo sobre mi cama, con una cuerda que tenía guardada en el armario, amarre sus muñecas con un nudo muy grueso y apretado. Se volvió a quejar, de que le dolía, que estaba siendo muy rudo.
Yo me reí y le baje los pantalones, lo tomé de la cintura, subiendo y me senté sobre la cama con el sobre mis piernas, pero boca abajo, de forma qu su trasero desnudo, estaba junto sobre mis piernas.

Le dí una nalgada, y otra, y otra... Con cada golpe yo le gritaba que si eso le dolía a él, pues el verlo con alguien más para mí era mil veces ese dolor. Seguí golpeándolo hasta que sus nalgas tomaron un color rojo vivo, contrastando con su piel pálida.

Lo tomé del hombro y lo dí vuelta. Su rostro estaba empapado de lagrimas, sus ojos estaban oscuros sin ningún rastro de brillo. Ese brillo que en un momento me enamoró, que era solo para mí... Ya no está... Porque? Ya no me mirá cómo antes?
Si no me mira así, a quién le dedicará esa mirada?! No puedo permitirlo!!! NO PUEDO!
NO PUEDO!!

DEBO EVITARLO,NO PUEDO PERMITIRLO! NO ME LO PUEDEN ARREBATAR! ES MIO! DE MI PROPIEDAD! YO LO RECLAMÉ DESDE UN PRINCIPIO! NADIE PUEDE TOCARLO, MIRARLO, OIRLO, SENTIRLO, NADIE MAS QUE YOO!!!!

Sentí un pequeño roce en mi nariz. Fue tan suave, pero tan choquiante como una cachetada.
Estaba todo borroso, pero sentía algo un objeto duro en mi mano izquierda acompañado de un líquido, el cual no era del todo acuoso, más bien un poco más viscoso.
Pasé mi otra mano, aparentando mis nudillos contra mis párpados, para intentar obtener una mirada correcta.
El objeto que estaba en mi mano, era el cenicero de cristal que tenía en mi mesita de noche, tan solo de adorno, jamás puse una ceniza sobre él. Y el líquido, era sangre, se escurría por el objeto de cristal, por mis manos, por el suelo. Y de remate final, la sangre provenía de su cabeza, que tenía una gran herida, convierta de pequeños trozos de cristal. Su cuello estaba con marcas de evidente asfixia, y su cara tenía un tono morado.

Llegué a la conclusión más obvia: lo maté. Lo maté y ni siquiera fue consciente de como lo hice...

Acarié su mejilla.
-ahora... Al fin eres mío-

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Lo siento si no he actualizado muy seguido.
Espero haber dejado algún tipo de reflexión ante las relaciones toxicas.
Gracias por leer y votar.