DIECISIETE

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—Por favor, dí algo—me pidió en cuanto entramos en su apartamento y cerró la puerta tras de sí—. Has estado cayado durante todo el camino.

Me llevé las manos a la cara y me acerqué hasta la mesita frente a los sofás. Suspiré fuertemente mientras escuchaba las pisadas de Adrien acercarse a mí por la espalda.

— ¿Cómo...—reí amargamente—Cómo se te ha podido pasar por la cabeza que yo pueda tener algo íntimo con mi hermano?

Adrien soltó el aire fuertemente y me agarró de los hombros para darme la vuelta y que quedara de frente a él.

—Estás enfadado y lo siento—habló con una voz calmada totalmente fingida, él estaba tan molesto como yo, lo sabía—. No debí utilizar ciertos términos, pero entiéndeme por favor, Lip y tú tenéis una relación muy rara.

—Eres un hipócrita—me alejé un poco y le escruté con la mirada—. ¿Tú, precisamente tú, que tienes una habitación llena de juguetes sexuales para torturar a tus amantes, me hablas de rarezas?

Adrien cerró los ojos, apretó la mandíbula y negó con la cabeza.

—Yo amo a mi hermano, pero no hay nada de lo que tú piensas entre él y yo—me sentí muy incómodo hablando de ello y fruncí las cejas—. Por Dios, es una barbaridad pensar en algo así, estamos muy unidos, eso es cierto, ¿vale?, pero no hay nada de raro en nuestra relación.

— ¡Te besa en los labios!—gritó él fuera de sí como si se tuviera que excusar de su comportamiento ilógico.

— ¿Y qué?—me encogí a la misma vez que contestaba del mismo modo en que él me había hablado—. Lip lo hace como una muestra de afecto, solo eso, no entiendo a que viene toda está película por un simple beso de nada, ¿por qué te pones así?

— ¡Por que estoy celoso!—gruñó a la misma vez que se giraba para que no pudiera ver su expresión.

Me quedé con la boca abierta y sin saber que decir, ahora sí que estaba confuso. Me eché hacia atrás y me sostuve contra el brazo del sofá, Los celos implicaban algo más que una relación sexual, y eso no me incomodaba, Adrien me gustaba de verdad, pero de Lip, no de Lip no, sí Adrien tenía celos de Lip eso significaría que nuestra relación sería tensa cada vez que mi hermano estuviera cerca, o que mi relación con Lip podía cambiar por aquello.

—Eso es completamente absurdo—murmuré—. Y está totalmente fuera de lugar. No hay nada entre Lip y yo que pueda despertar tus celos, y no voy a volver a hablar de este tema por que no me parece bien.

—Es una relación difícil de entender—explicó echando la vista hacia el techo pero sin girarse para que yo pudiera verle la cara.

—Creo...—tragué saliva y comencé a caminar con decisión—. Creo que es mejor que me vaya.

Sentí tristeza, por que puede que ya estuviera empezando a sentir algo más por él, pero aquello era incómodo y no me gustaba el matiz que estaba tomando aquella historia. Yo me había rendido a Adrien por que era alguien dicharachero, despreocupado, libre y divertido, todo lo contrario a lo que yo no era. Pero aquello era como irreal e hiriente.

—No, por favor—Adrien me miró como si estuviera conmocionado, con una cara de arrepentimiento y ternura.

Yo levanté la mirada, pasándola por su brazo hasta su mirada de súplica.

—Por favor, no te vayas—me pidió.

—Adrien...—susurré con unas ganas inmensas de echar a correr y el cuerpo paralizado ante su insistente mirada.

CRÓNICAS STEIG "LIBRO UNO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora