5. "Queremos ir... más allá"

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En la suite que las 9 comparten ya hay bullicio a primera hora de la mañana. Con ese alboroto es imposible que Momo no se despierte. La chica se despereza y farfulla con fastidio, echando un ojo al reloj. Son solo las 7 de la mañana; ¿no se supone que todavía están de break? ¿Qué hacen todas despiertas?

Cuando Momo trata de levantarse, se da cuenta que tiene el cuerpo de alguien prácticamente encima. Sana. La mayor no entiende por qué sus managers siempre las ponen juntas en todo, como si no tuviera suficiente en tener que aguantarla durante el día, que también tiene que dormir con ella.

─Mmmhh ─masculla la menor sin todavía abrir los ojos─. Deja de moverte...

─¿Es que no oyes todo ese ruido? Vamos a ver qué pasa.

─No. ─Aprieta su agarre─. ¿Qué hora es?

─Suéltame y lo miro. ─Cualquier estrategia es buena para huir de Minatozaki Sana.

─No.

Momo inspira profundamente.

─Te la estás ganando.

─¿Y qué vas a hacer? ─juguetea Sana, ahora también abrazándola con las piernas.

Momo, con un movimiento rápido, mete la mano bajo las sábanas en busca de uno de los costados de la pelvis de Sana, y una vez agarrado el punto, aprieta con fuerza. La menor pega un bote a la vez que chilla, pero aunque ya se ha apartado, el castigo de la mayor pretende ser más severo. Se lanza encima para inmovilizarla y atacar el punto débil de la menor.

─¡¡Al cuello no!!

Pero Momo ya ha hundido los dedos allí, arrepintiéndose considerablemente cuando los chillidos de Sana estallan y la dejan medio sorda.

─¡Al cuello sí! ─grita como puede la mayor, dando definitivamente por perdidos sus pobres tímpanos.

La puerta de la habitación se abre. Se asoman dos cabezas.

─¿Qué estáis haciendo? ─ríe Chaeyoung.

Dahyun, la otra cabeza, avista el panorama (Momo, sobre Sana, en la cama) y no duda en querer unirse, pero la menor le agarra por la camiseta.

─¿Dónde crees que vas? ─Y Dahyun le responde con un puchero─. Hemos venido a despertarlas, no a meternos en su cama.

─Jo...

─Jugarás con ellas otro día, ¿vale, cielo? ─bromea Chaeyoung en tono maternal, arrastrándola fuera de la habitación segundos después─. ¡Unnies! ¡A levantarse!

Las japonesas se sobresaltan y detienen su forcejeo para centrar su atención en la más pequeña. Es mejor no hacerla enfadar...

Las chicas han madrugado por haber recibido una llamada de sus managers, los cuales las han convocado en la sala principal de negocios del hotel. La reunión no estaba prevista, y entre eso y que no suelen citarlas en reuniones de urgencia, se dirigen a la sala con bastante expectación. 

Mientras se acomodan alrededor de una gran mesa rectangular, Jeongyeon todavía anda distraída por lo que pasó ayer con Nayeon. Esta mañana ha tratado de sacarle el tema para saber si estaba mejor, pero la mayor solo le ha dado respuestas evasivas, restándole importancia. Lo cierto es que hacía tiempo que Nayeon no lloraba de esa manera, y eso no era algo que su amiga pudiera obviar... Desgraciadamente, viendo su poca predisposición por seguir hablándolo, tampoco se atreve a seguir insistiendo.

La entrada de varias personas a la estancia la saca de sus pensamientos. Entre ellas se encuentran sus managers, otros representantes, y, en último lugar, una persona que no se esperaban para nada. Park Jin Young o JYP, el dueño del sello discográfico y toda la empresa para la que trabajan. El hombre las saluda efusivamente y les pregunta cómo les va todo, charlando un rato con ellas. Sin embargo, hay algo extraño en el ambiente. ¿Qué hace él aquí y cuál es el motivo de este inesperado encuentro?

World Wide Twice (Saida | Samo | Dahmo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora