22. "Te acercaste y me besaste"

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Momo espera a que la del moño cierre la puerta para abrir la boca por fin.

─¿Qué ha sido eso?

─Momo... ─Sana no quiere pensar en ello.

─Acabas de echar a Dubu. La última vez que hiciste algo así fue... nunca.

─Ya lo sé. ─Se siente terriblemente culpable por hacerle daño a Dahyun (solo ha hecho falta verle la cara cuando se iba). Además, la excusa ha sido ridícula, seguro que la menor se pasará la mitad de la noche preocupada por lo que ha pasado...

Ojalá simplemente hubiese aceptado que se quedara.

─¿Y... por qué lo has hecho? ─Momo está sorprendida. Sorprendida de verdad.

Hacer esa pregunta es mucho más fácil que responderla, Sana no se atreve a hablarle de la confusión que siente por ella. 

─¿No será que te incomoda no haberle dicho lo de nuestro beso?

Sana desvía la mirada.

─Ella misma nos vio...

─Sabes qué quiero decir. Me refiero a contarle que no era ninguna práctica. Era solo eso, un beso.

Hirai Momo a veces parece un poco zombie, pero cabe decir que hay ciertas cosas que capta con bastante suspicacia.

─¿Crees que hace falta decírselo? ─Sana sabe que debería, pero se muere por escuchar un "no". Eso lo facilitaría todo.

─Depende. ¿Fue importante el beso que os disteis vosotras? En vuestra relación, me refiero ─aunque sabe la respuesta, necesita dirigir a Sana para poder desarrollar la conversación.

─Sí fue importante ─confiesa Sana, ruborizándose levemente. Admitir esto delante de Momo no es especialmente cómodo.

─Entonces creo que sí hace falta decírselo. Si besaros significó algo, creo que deberías ser honesta y contarle que también te has besado así conmigo, porque, honestamente, si se entera de otra manera lo más probable es que se sienta de alguna forma traicionada.

─Entiendo lo que quieres decir, Momo, ¿pero qué es lo que debo decirle exactamente?

─Que nuestro beso no fue una práctica. Simplemente.

─Ya. Pero entonces ella me dirá, "¿y por qué os besasteis entonces?". ─El corazón de Sana empieza a acelerarse de repente.

─Porque quisimos. Al igual que hicisteis vosotras dos. 

─Con Dahyun nos besamos ─recalca Sana─. En nuestro caso, fuiste tú.

Momo sacude levemente la cabeza, sin querer creer lo que acaba de escuchar, y se endereza para encararla.

─¿A qué te refieres con que "fui yo"?

─Tú te acercaste y me besaste.

─Sí, efectivamente ─Momo no da crédito─. ¿Pero qué pasó a continuación? ¿Me apartaste? ¿Me diste un bofetón o algo así? Porque si ocurrió, debo de tener una memoria nefasta.

A Sana se le empieza a hacer bola todo, dificultándole la respiración. Ahora mismo solo quiere cerrar los ojos con fuerza y que Momo, la habitación, y todos los malditos problemas desaparezcan de su vista. Pero nada de eso ocurrirá, sabe que lo único que puede hacer es admitir la realidad -no sin frustración- y darle la razón a Momo, porque tal y como ella está insinuando, cuando la besó ni la apartó ni la abofeteó, ni siquiera le temblaron los labios; correspondió al beso con la misma efusividad que su compañera lo había empezado, porque se sentía bien, se sentía correcto. Y hay algo en eso que se siente como una traición... a Dahyun.

World Wide Twice (Saida | Samo | Dahmo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora