World Wide Twice (Saida | Samo | Dahmo)

26. "Y la bomba estalla"

Las risas de las chicas han cesado automáticamente y se han convertido en un seco y áspero silencio. Este beso es, definitivamente, algo que hoy, esta precisa noche de este concreto día, no tendría que haber pasado de ninguna manera.

Y la bomba estalla.

─¿A qué ha venido eso? ─Sana es la primera en hablar, enderezándose en el sofá.

─Se me ha escapado ─bromea Momo sin ser demasiado consciente de la situación, a pesar de que sus compañeras están visiblemente tensas, incluyendo Dahyun.

─Sí, claro. ─Sin saber exactamente por qué, a Sana le ha sentado francamente mal─. Con este van ya tres o cuatro accidentes, ¿no?

─¿Qué quieres decir? ─se pone a la defensiva cuando nota que las palabras de Sana son más puntiagudas de lo que esperaba.

─Alucinante ─espeta Sana con una auténtica expresión de desdén─. Encima te has pasado la tarde disculpándote por haberte besado con Nayeon OTRA VEZ como si te afectase que pudiera haberme dolido, pero vienes ahora y besas a Dahyun como si nada. Eres una hipócrita.

A Jihyo le está temblando el pulso alarmantemente. Quiere poner fin a esto de una vez, pero sabe que en cuanto abra la boca la cosa va a ponerse muy fea. 

─¡Ha sido un accidente! ─se defiende Momo, sus venas empezando a bombear más y más sangre─. Y no hables de hipocresía, ¡cuando eres tú la que vas jugando a dos bandas! 

Esto tenía que pasar. Por mucho que Samo pareciese mantener la normalidad durante los últimos días como si tuvieran un consenso a la hora de afrontar la compleja situación del triángulo, era prácticamente imposible que bajo esa capa de naturalidad no se escondiese ni una pizca de tensión, celos e inseguridades. 

─Basta, unnies ─consigue articular Mina con tono asustadizo. Pero ni una fuerza inamovible podría detener esto ya. 

─Yo no estoy jugando a dos bandas, idiota ─reprocha Sana─. Le he dejado claro a Dahyun que necesito espacio mientras no aclaremos lo nuestro.

─¿De qué estáis hablando? ─la expresión de Tzuyu es ilegible, pero hay algo en sus ojos que, si sus compañeras no estuviesen distraídas con la pelea de las japonesas y se fijaran en ellos, verían algo aterrador ensombreciéndolos. Pero nadie va a estar pendiente de ella ahora, y menos cuando Dahyun se mete también en la discusión.

─¿Y qué si me acaba de besar? ─se frustra Dahyun encarando a Sana─. ¿Acaso no lo hacéis todas con todas y no pasa nada? ¿O cuando es conmigo la cosa cambia?

Sana frunce el ceño, algo aturdida por la acusación. Dahyun intenta suspirar, y de repente su expresión se vuelve triste.

─Sana... puedo entender que necesites interrumpir lo que estábamos teniendo, pero, ¿por qué siento que las cosas han cambiado más de lo que quieres admitir?

La pregunta pilla desprevenida a Sana, la cual ni se había dado cuenta de lo distanciada que había estado con la menor últimamente, ya que su situación con Momo la tenía dando tumbos en un mundo aparte, aparte de ahogarla en un mar de dudas.

─No era mi intención ─se preocupa Sana─. De verdad que ni me había dado cuenta. Hacerte daño es lo último que quiero.

─Y quiero creerte, pero no puedo evitar sentir que no soy tan relevante para ti como tú crees. Llevamos años siendo inseparables y de repente no me das ni los buenos días. ─Dahyun no puede contener que sus ojos se humedezcan recordando como se besaron aquel día y lo mucho que había significado para ambas─. Siento que, después de tu beso con Momo, es como si el nuestro nunca hubiese ocurrido.