World Wide Twice (Saida | Samo | Dahmo)

18. "La carta"

Sana se acomoda en el lado del sofá que la manager le indica, sentándose ella en la butaca contigua.

─Si es por lo de la entrevista, te prometo que yo nunca diría nada malo del proyecto ─se avanza Sana─. Es solo Chewy, que a veces saca su lado savage.

─Tzuyu no acaba de congeniar con la temática de World Wide Twice, y es respetable, pero en público tiene la obligación de mantener la compostura como todos. Por algo está en vuestros contratos.

─Yo sí respeto la temática. Lo prometo.

─Sana... No vengo a echarte la bronca ─ríe Doona levemente─. Pero algo sí tiene que ver con la temática.

La japonesa pestañea.

─¿Ah, sí? 

La mujer suspira un poco. Mirando a Sana a los ojos, adopta un semblante neutro pero ciertamente serio.

─Sana, ¿qué has hecho hoy?

¿Qué ha hecho hoy? Sana ha hecho demasiadas cosas para acordarse. Ha madrugado, se ha peleado un rato con Momo, luego han ido ambas a ensayar y han sudado una barbaridad, entonces aparece Dahyun, se van a las duchas, llegan tarde al coche, luego la entrevista...

Espera. No. Algo ocurre antes de la entrevista.

Mierda.

¿Acaso alguien la ha visto con Dahyun entrar al baño... juntas?

─¿Te refieres a... ─Sana empieza a temblar.

─Sí, a eso. ─El rostro de Doona es indescifrable.

Sana se vuelve un manojo de vergüenza y nervios.

─¡Lo puedo explicar! ¡Fue un accidente, yo no quería! Bueno... sí quería, y tampoco fue un accidente... ¡¿Pero por qué solo me llamas a mí?! ¿¡Qué pasa con Dahyun?!

La manager frunce el ceño.

─¿Qué pasa con Dahyun? ─pregunta, de repente confusa.

─Que ella también me ha besado. Nos hemos besado mutuamente, o sea, ¡la culpa es de las dos!

─¿Os habéis besado otra vez? ─A Doona ya no le extraña tanto. Pero no es esa la confesión que estaba esperando, y teme haberse equivocado con la japonesa (al menos en una parte).

─Espera ─Sana frena el carro, ahora tan confusa como la manager─. ¿No te estabas refiriendo a nuestro beso? 

─No, Sana, pero de alguna manera acabas de confirmar algunas de mis sospechas.

─Ahora sí que estoy perdida.

La mujer suspira.

─No has dejado ninguna carta en mi oficina, ¿verdad? ─quiere confirmar la manager.

─¿Una carta? ¿Para qué? 

Doona suspira aún más hondo esta vez y se echa para atrás contra el respaldo, llevándose una mano en la frente.

─Verás... Esta tarde, al llegar a mi despacho, he visto que bajo la puerta alguien había introducido un sobre. Dentro, había un escrito firmado por una de las integrantes de Twice, la cual no llega a revelar su nombre. ─Doona vuelve a mirar a Sana, que la escucha con expectación─. La miembro dice breve pero claramente que es lesbiana. 

Los ojos de Sana tardan unos segundos en abrirse como platos. ¿Qué demonios?

─Y también explica que no se atreve a contárselo a nadie; tiene miedo. 

─Espera, espera... ¿Esto es en enserio?

─Sí, Sana. De hecho, creí que la escribiste tú.