World Wide Twice (Saida | Samo | Dahmo)

24. "Pulsaciones"

Los esfuerzos de Momo no sirven de nada. Por mucho que patalee el agua a cien por hora con sus brazos y piernas, no consigue alcanzar la velocidad que tiene Nayeon, por lo que cada carrera acaba con victoria para la más mayor. Perder ya es frustrante de por sí, que si le añades el pavoneo presumido de Nayeon ya se hace inaguantable. A la tercera carrera, Momo lo deja. 

─Llegas justo a tiempo ─dice la mayor desde el agua a Jeongyeon, la cual por fin se ha animado a venir.

─He dejado a Minari y a Tzuyu durmiendo en el sofá. Estaban abrazaditas.

─¿Has hecho foto? ─se apoya en el borde de la piscina.

─Sip. Ya la he pasado por el grupo. ─A Jeongyeon le encanta hacer fotos a sus compañeras cuando duermen. Sobre todo para enseñárselas después y burlarse un poquito.

Nayeon da un vistazo a su compañera de cabeza a pies, y se da cuenta de algo.

─¿No llevas el bañador?

─No voy a bañarme. Me da pereza, prefiero estar seca para después.

─Anda ya. Ven aquí y métete. ─Nayeon no piensa quedarse sola en esa piscina.

─Tienes otra compañía por allí ─medio bromea.

La mayor no sabe a qué se refiere hasta que se gira y ve a un grupo de chicos lanzándose a la piscina.

─No me interesa esa compañía ─asegura.

─¿Ah no?

─Sabes que no. Y me gustaría que no me dejases sola con esos.

─Pensaba que "esos" llamarían tu atención ─dice honestamente Jeongyeon.

─Bueno, ya me los he estado mirando y hay un par que no están mal ─admite Nayeon─, pero a ellos no les voy a interesar yo, así que para mí es como si no existiesen. ¿Te metes o no?

─Para el carro, bunny. ¿Por qué no les ibas a interesar?

─Da igual. Solo ponte el bañador, ¿vale?

Por mucho que la mayor insista, Jeongyeon solo piensa en que no le gusta lo que está escuchando. 

─Me dijiste que gracias a tu charla con Doona ibas a darte un descanso con los chicos, pero ahora vuelves con las mismas historias.

─Me estoy dando un descanso ─se pone a la defensiva─. ¿Acaso me ves acercarme a ellos?

─Pero no lo haces porque crees que te rechazarán. Eso no es mejorar, Nayeon.

─Disculpa pero no puedo ser perfecta de un día para otro ─y ahora sí que se ha enfadado─. Mira, haz lo que quieras. Y no te preocupes, si tanto quieres que hable con ellos, eso haré.

─No he dicho eso y lo sabes. ─Pero la mayor ya ha empezado a nadar hacia el grupo de chicos.

¿Qué demonios está haciendo? Jeongyeon no soporta que su compañera sea siempre tan impulsiva. Ahora mismo está a punto de entrarles a unos completos desconocidos, cuando se supone que había decidido no tomar este tipo de acciones de momento. Pero allá va. ¿Y si la rechazan de verdad? Nayeon es idiota, piensa la menor, cabreada; sabiendo lo mucho que le afectan las negativas de los chicos, se está arriesgando a sufrir una vez más. Jeongyeon lo ve una estupidez. Pero es una estupidez hecha, desgraciadamente, por una de las personas que más le importan, y si esa estupidez sale mal...

No puede permitirlo.

─¡Nayeon! ─vocifera la menor sin importarle llamar la atención de todos los presentes en la piscina. Pero la mayor ignora decididamente su llamada, restando cada vez más distancia con los chicos.