17. "La clave del éxito"

1.1K 104 10
                                    

─¿Dónde están las demás? ─pregunta Mina a Nayeon y a Jeongyeon, que se han sentado a merendar en una heladería cercana al hotel para merendar algo después de la fatigosa entrevista. 

─Creo que han vuelto a la suite ─Jeongyeon da una cucharadita a su helado.

─Pero si buscas a Chae, ni idea ─tercia Nayeon─, porque era la única que estaba con nosotras y ha desaparecido sin más.

─Ha ido a dar un paseo porque estaba un poco abrumada ─corrige Jeongyeon─. Tú nunca escuchas, ¿verdad?

─Claro que sí. Pero solo a mí misma ─la mayor sonríe anchamente y muestra su gran y lustrosa dentadura.

─Conejo.

─¿Qué has dicho?

─Que Mina ya no está. ─Y sorprendentemente es cierto; la japonesa se ha marchado─. Hemos debido de aburrirle.

─Es que aburres a cualquiera, Jeongyeonie.

─No debo de aburrirte tanto si estás aquí conmigo ─dice pasándole un brazo por los hombros.

─Te acompaño por pena y lo sabes.

Nayeon toma un poco de su cucurucho de fresa ante la atenta mirada de su compañera, que todavía está apoyada en sus hombros.

─¿Me das de eso? ─acaba sucumbiendo Jeongyeon, siendo también una gran fan del helado de fresa.

─¿Acaso me has dado tu moneda de la suerte alguna vez?

─¿Otra vez con eso? ─se queja─. Además, siempre te burlas de los objetos que colecciono.

─De tus objetos frikis e inservibles querrás decir.

─¿Ves? Ya empiezas.

─Parejita, ¿querréis algo más? ─se acerca uno de los camareros, joven y repeinado.

─Ya estamos servidas, pero eres muy atento, gracias ─Nayeon activa el modo coqueto en cuanto tiene ocasión.

─Tampoco tiene mucho mérito... ─tercia el chico riendo.

─Claro que sí. No todos los camareros lo hacen igual de bien ─dice Nayeon, mientras Jeongyeon los observa conversar con completo desinterés, quizá incluso con una pizca de irritación, teniendo en cuenta que últimamente todo ser del género masculino que se les acerca es medio cretino.

─La verdad, cuando se tiene clientas como vosotras uno intenta no fastidiarla... ─¿Eso es un piropo?─. Por curiosidad, vosotras... ¿estáis juntas?

Cuando la mayor asimila lo que le acaba de preguntar, recuerda que el brazo de Jeongyeon sigue rodeándola y que están sentadas en una misma banqueta, como normalmente hacen las parejas. Revolviéndose sutilmente en el asiento le indica a la menor que retire su brazo, y ésta lo hace automáticamente, no sin irritarse un poco más. ¿Por qué tiene que aguantar siempre lo mismo? Cada vez que un chico se acerca, Jeongyeon se vuelve invisible y es completamente ignorada por la mayor, y eso sin contar que la mayoría de veces luego tiene que escuchar sus lamentos de su ligue fallido. Es consciente de que Nayeon sufre mucho por su baja autoestima, cómo para ella la validación de los hombres es lo único que parece ayudarle en ese aspecto, y le da miedo recriminarle su comportamiento porque teme hacerle aún más daño; pero ya ha sucedido demasiadas veces y Jeongyeon empieza a estar cansada.

─Solo somos amigas. Yo estoy sola. ─Nayeon ya tiene toda su atención sobre el chico del pelo engominado─. Me llamo Nayeon, ¿y tú?

─Haneul, encantado ─hace una leve reverencia.

World Wide Twice (Saida | Samo | Dahmo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora