World Wide Twice (Saida | Samo | Dahmo)

38. "El mensaje"

─¿¡Qué?! ¿¡Cómo?! ¿¡Cuándo?! ─se altera Nayeon.

─¿Como que cuando? ─ríe Doona mientras a toda prisa entran los técnicos de sonido para ponerles los micrófonos, como si de un escuadrón de militares se tratase. 

─¡Pero si no llevamos los trajes!

─No es necesario para la actuación. Ya vais preciosas ─zanja el tema la manager.

Las chicas están en shock, necesitando unos segundos para procesar qué está ocurriendo. Chaeyoung es la primera en reaccionar.

─¿¡Vamos a cantar A Message?! ─repetirlo con emoción es lo primero que nace de ella.

─Aquí y ahora ─afirma Doona mientras ella misma le ajusta el micro.

Todas se miran entre ellas, ya pudiéndose ver como sus rostros se iluminan.

─¿De verdad podemos hacerlo? ─Jeongyeon quiere asegurarse de que no está soñando.

─Podríamos evitar la polémica ─tercia Doona─, podríamos conformarnos con poder asistir a la gala y cantar What Is Love... Pero no es por eso por lo que nos habían invitado hoy aquí, ¿no?

Doona, entre la inesperada aparición de Tzuyu y la asombrosa reacción del público después de presenciar la actuación de las cinco chicas, pensó que quizás aún quedaba una oportunidad para A Message, así que, sin decir una palabra a nadie -y limitándose a lanzar una rápida pero significativa mirada a JYP- salió corriendo hacia los despachos de dirección para conseguir un último favor.

JYP sonríe. Cuando WWT termine, ni en broma dejará que Bae Doona se le escape del equipo.

Los nervios se empiezan a apoderar un poco del grupo, que apenas comparten un par de palabras mientras la mayoría aguarda en silencio, tratando de calmarse. 

─Quedan dos minutos ─informa un técnico.

Las chicas se miran, notando como las pulsaciones les aumentan a cada segundo que avanza. 

Pero Doona tiene razón. A Message es el motivo por el que están aquí. Cantar esa letra es el objetivo por el que se han estado preparando, por el que han disfrutado y sufrido, llorado y reído, por el que un día se separaron... y otro se han vuelto a unir. Hoy culmina un proyecto, una era, que a pesar de tener masas y masas en contra, van a ser nueve chicas las que tengan la palabra final.

El grupo se coloca en posición y listo para salir. Doona se pone a su lado para estar con ellas hasta el último segundo, hecho que no pasa desapercibido para Sana. Sin saber si es por los nervios o la intensa presión del momento, la japonesa rompe su posición para abrazarla con todas sus fuerzas. Todas la miran en sorpresa. Doona enseguida la estrecha para confortarla.

─Los abrazos para después, ¿eh? ─bromea de nuevo la manager (ya puede hablar que Sana no acorta sus abrazos por nada).

Las chicas se serenan un poco observado la escena, transmitiéndoles esa calidez que poco a poco ha ido uniendo al grupo y a la manager. Doona, por su parte, mientras apacigua a Sana recuerda que la japonesa ya la abrazó así una vez, cuando conducía y atravesaban Seúl para llegar hasta Chaeyoung. Esa noche, Sana iba a quedarse atrás ya que no había espacio en el coche de Haneul. Iba a quedarse sola. Pero no fue así... porque tuvo a Doona; de alguna forma, la mujer se encargó de que ninguna de las chicas pudiese quedar nunca aislada. 

Sana se separa finalmente. En sus ojos todavía hay rastro de nerviosismo y preocupación, pero entre toda esa inquietud puede entreverse ese brillo que nunca, nunca, se separa de la japonesa. Sana es de las que no siempre necesita palabras para expresar lo que siente. Tras sonreír finalmente, intenta recomponerse y regresa a su posición.