Capítulo 3

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1 de Junio, 2018.
Nordelta, Buenos Aires.
5:10 pm

—¡Hola! ¿Quién es?— pregunto ni bien atiendo la llamada de un número privado.

¡Hola, Bianqui!— saluda la voz canchera y con un leve tono cordobés. Ruedo los ojos inmediatamente cuando reconozco quien es— ¿Cómo estás?

—¿Qué necesitas, Dybala?— evado su pregunta— ¿Llamaste para decirme que vas a negar de una vez lo de las fotos? Por favor, decime que si.

Rie. —No contesta rompiendo mis ilusiones—, llamaba porque Rodrigo me dijo que te bajaste de los torneos y pensé que...

—¿Vos pensás?— pregunto exageradamente sorprendida para molestarlo.

Si. Bueno, como te decía, podes ir a Rusia unos días y vernos para aclarar la situación propone.

—Paulo, no hay nada que aclarar, vos y yo no estamos juntos, ni hubo chape ni nada— suspiro cansada ¿De qué podríamos hablar nosotros dos?—. Solo tenes que decir, tuitear o publicar una historia diciendo la verdad, que no hubo chape y que me estabas diciendo algo, nada más.

¿Y por qué tendía que hacerlo, Bianca? pregunta altanero. Seguramente si lo tuviera enfrente mío lo cagaria a piñas.

—Por Oriana, ¿ustedes no están juntos?— pregunto pero no lo dejo responder porque vuelvo a la carga—. Paulo, por favor, yo sé que nosotros no somos amigos pero tené un poco de empatia, no es divertido recibir tanto odio por una foto super sacada de contexto.

¿Super sacada de contexto? pregunta riéndose—. Si te morís por chaparme, nena.

—La verdad es que no. Los pendejos no me gustan— contesto con la verdad— ¿Vas aclarar las cosas?

No persivo la diversión en su voz.

—Te estoy dando la oportunidad de bajarte de esto Paulo porque cuando yo me suba al barco nadie va a salir limpio— advierto. Pero solo se escucha la risa del cordobés, me va a sacar de quicio.

Estoy temblando, Bianqui ríe fuertemente. Ruedo los ojos enojada—. Eu, te tengo que cortar, ya estamos por...

—Chau— me despido y corto la llamada rápidamente sin dejarlo terminar la oración.

Lo detesto.

●●●

2 de Junio, 2018.
Belgrano, Buenos Aires.
09:33 am

—¡Hola!— abrazo a Emma Marcott, una de las pocas amigas que había hecho en el tenis.

—¡Hola, Bianca!— luego de abrazarnos unos largos segundos, nos separamos y me siento frente de ella— ¿Cómo estás?

—Acá andamos— me encojo de hombros. El mozo aparece y rápidamente le pedimos que vamos a tomar, dos cafés con leche y medialunas—. Estuve unos días en Mendoza para distraer la cabeza pero es muy difícil— explico, sé que ella me entiende, estuvo casi un año alejada de las canchas— ¿Y vos? ¿Qué onda el hermano de Burru?

—Mauro— aclara. Hace una mueca con sus labios antes de empezar hablarme de su relación con el hermano de Roman, a la mitad del diálogo el mozo aparece con nuestros pedidos, le agradecemos y Emma sigue contando sobre su chico.

—Frattini estuvo en Córdoba— comento sobre su ex, luego de ponerme al tanto de su vida amorosa la cual me dejó confundida ¿están o no juntos con Burruchaga mayor?

R U M O R S  | ᴘᴀᴜʟᴏ ᴅʏʙᴀʟᴀ [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora