Capítulo 13

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26 de Junio, 2018.
San Petersburgo, Rusia.

Bianca Julenk.

Somos casi los primeros en llegar al estadio, además de Maria hoy también con nosotras vino Julián.

Vemos como de a poco las tribunas se van llenando me pone la piel de gallina el amor de los argentinos por la selección, hace unos días estábamos casi afuera y ahora estamos a un paso de Octavos de final.

Me saco fotos con los Marto y respondo los mensajes de Lautaro, aunque hoy no íbamos a estar cerca organizamos para vernos luego del encuentro.

—¿Estás nerviosa?— pregunta Maria, asiento mientras tomo agua. Tapo la botella de agua y me acomodo, una vez más, la cola de caballo.

—¿Si ganan te quedas?— pregunta mi amigo, niego. Ellos tenían organizado quedarse en Rusia hasta donde llegará la selección española.

Si no me quedaba ni por Marco menos lo iba hacer por Pa... La selección.

—Vuelvo a Moscú y me voy a Francia, Marto— respondo, doy otra mirada a mi alrededor. El estadio se está llenando muy rápido y faltaba más de una hora para el inicio del partido—. Ya extraño a mi familia.

Maria me da una sonrisa cálida y tierna, mientras mi amigo una burlista.

Eso era lo que más me costaba cuando iba a competir por largos meses, no ver a mi familia aunque mamá se hacía siempre un tiempo para acompañarme en cualquier lugar del mundo.

—¿Paulo te habló?— pregunta en un susurró Julián, me siento a su lado. Desde que llegamos que estoy parada, los nervios me estaban consumiendo.

—Hablamos antes de que salga del hotel— me encojo de hombros, termino de responder a Lauta y guardo mi celular en la mochila chica que siempre llevaba a todos lados—. Le deseé suerte y...

—Y le prometiste una fiestita privada si pasan— ruedo los ojos. A veces podía ser imposible hablar con el pelotudo éste pero así lo amo.

—Sí, le dije que se la iba a chupar frente a Messi— le sigo el juego, irónica. Su mamá ríe, me da un poco de vergüenza pero rápidamente niego, Maria me conoce, casi, de toda la vida.

» Somos amigos, Marto.

Él ríe escandalosamente, haciendo que la gente que esta a nuestra alrededor lo mire raro.

—Antes ni lo podías ni ver en figuritas y ahora son amigos— habla burlón, levanto mis hombros en señal de desinterés—. Sexo y alcohol para ser amigos— murmura pensativo.

Se acerca a mi oído izquierdo para decir en el tono más bajo posible lo siguiente;

» ¿Para que sean best friends, le tenes que dar algo heavy?

Por instinto, le pego en el hombro aunque no me sorprende ni un poco ese comentario de mi amigo.

Cambio de tema y hablamos de otras cosas hasta que vemos a los futbolistas de los dos países salir al campo de juego para empezar el calentamiento precompetitivo.

—¿Es el 21?— pregunta Maria, levantándose para ver mejor. Asiento—. Ay, Marco es el 20— comenta emocionada.

No despejó la vista de la cancha para que los Marto no noten como se me llenaron los ojos de lágrimas.

Desde días antes de mi cumpleaños, el domingo, que no me hablaba con el mallorquín, simplemente no me contestaba los mensajes y las dos llamadas que le hice terminaron en el buzón. No entendía la actitud de Asensio y cual fuera su excusa no me interesaba. Ya no.

R U M O R S  | ᴘᴀᴜʟᴏ ᴅʏʙᴀʟᴀ [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora