Capítulo 12

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Moscú, Rusia.
3:08 pm

Toco el timbre de la habitación de Bianca. Espero impaciente, bajo más mi gorra cuando veo a unas personas pasar por a lado mio, que nadie me reconozca, por favor pienso.

La tenista me abre al quinto toque, toda despeinada y con una botella de cerveza en la mano izquierda.

Con una sonrisa bobalicona se colgó de mi cuello, con la fuerza casi me tira. Ella ríe, rápidamente nos hago entrar al cuarto. Nadie me podía ver acá, no cuando debería estar en la concentración con mis compañeros.

—Gracias por venir, Paulito— dice antes de darme un beso, noto el sabor a cerveza—. Tuve que echar a tus sobrinos y Marto— ríe.

—Estás muy borracha— comento divertido. Nunca la había visto tan cariñosa, ni cuando tuvimos sexo. Pero ahora no podía sacar sus manos de mi cuerpo, lo cual me encantaba pero no iba a cogerla estando borracha así que hago que se mueva hasta la cama y me siento en ella, Bianca me imita sentándose a mi lado pero poniendo sus piernas en mi regazo y su brazo izquierdo rodeando mi cuello—. Feliz cumpleaños, Bianqui.

Cuando la saludo por su cumpleaños número 21, ella esconde su cara en mi cuello y llora, me alarmo.

» ¿Qué pasa, linda?— me limito acariciar su mano porque ella está dura sin dejar de esconder su rostro.

Nos quedamos largos minutos en silencio mientras intento consolarla, pero soy pésimo para eso.

Cuando me mira a los ojos, tomo su cara con mis manos, tiene los ojos rojos, hinchados y llorosos, el pelo más revuelto. Sin embargo me sigue pareciendo tan linda, ¿por qué? No tengo respuesta para eso y si la tengo prefiero no saberlo.

La beso tiernamente, ella me corresponde y quiere llevar el beso más allá pero me mantengo sereno, solamente besándola.

» ¿Por qué estás triste, Bianca?

Julenk vuelve a esconder su cara en mi cuello, evadiendo. Suspiro y la obligo a sentarse en mis piernas, teniendo sus rostro de frente, no iba a poder ocultarme nada. Aunque no mentía, si sabía ocultar bien las cosas.

—Ho-hoy cumpl-plo vein..

—Amor, cálmate, por favor— la corto, porque tengo miedo de que vuelva a llorar incontrolablemente. Acaricio su mejilla y su espalda baja—. Respira.

Inhalo y exhalo, una y otra vez hasta que ella me sigue el ritmo. Nos toma varios minutos que ella vuelva a su respiración normal.

» Ahora si, linda ¿Qué pasó? ¿Por qué estás tan triste en tu cumpleaños?

Ella se inclina para unir nuestras labios brevemente.

» Sos hermosa.

Me encanta causarle una sonrisa. Me encanta verla sonreír.

Suspiró. —Estoy cumpliendo años hoy— empieza diciendo algo obvio pero mucho más tranquila que hace un rato—, y-y Marco solo...— hace un puchero, se aclara la garganta y sigue—. Él sólo me saludó por un comentario de Instagram en la foto de mi mamá.

Solloza, apoyando su cabeza en mi hombro derecho. Acaricio su espalda, consoladola.

» Yo lo quiero, mucho.

Levanta su rostro de mi cuerpo y empieza a delinear mi rostro con lágrimas en sus ojos.

» Lo a...

No puedo escuchar las siguientes palabras así que la interrumpí comiéndole la boca. Apasionado. Ella me sigue el beso unos segundos después con la misma intensidad que la mia.

R U M O R S  | ᴘᴀᴜʟᴏ ᴅʏʙᴀʟᴀ [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora