Capítulo 21

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Septiembre, 2018.

Bianca Julenk.

Me siento en la cama de mi cuarto acá en Barcelona. Todavía no lo puedo creer, no me podía estar pasando esto a mi, no ahora... no con él.

Veo la cajita que está en la mesita de luz con el claro positivo debido a las dos rayitas rojas. Suspiro, intentando despegar las lágrimas que nublan mi vista, tomo el celular y le mando un corto mensaje a Melany, confirmando nuestras sospechas, para luego apagar el aparato.

Estoy embarazada.

Y aunque tenía mis dudas, sabía que él era el padre, fue con la última persona con la que tuve sexo sin cuidarme aunque tome la pastilla. Marco era super cuidadoso y nunca tuvimos sexo sin forro.

Paulo no podía ser papá, no de mi bebé, no conmigo.

Me levanto varias horas después en la oscuridad, con los ojos hinchados y las ganas de vomitar, otra vez.

Me baño y me preparo un té de manzanilla mientras prendo el celular, agradecía mucho estar sola en Barcelona. Mis papás y Paloma estaban en Mendoza, yo decidí no viajar con ellos por empezar un curso de administración pero en lo único que podía pensar ahora en como iba a decirle a Dybala que ibamos hacer papás.

No tardan en llegarme los cientos de notificaciones, más de la mitad son de Melany, algunos de mi hermana y otras tantos de los grupos en los que estaba pero el que más me sorprendió es el mensaje de él.

«Espero que estés bien, Bianqui. Yo te extraño.»

Es un mensaje común porque todavía seguía bloqueado en WhatsApp, de esos mensajes empezaron a llegar hace semana y media cuando yo empecé a dudar de tener algún virus estomacal a estar embarazada.

Llamo a Mel y lloramos, ella me promete tomarse un vuelo para acompañarme al médico. Las últimas palabras que dice antes de cortar me deja pensando toda la noche.

—Pase lo que pase y sea la decisión que quieras tomar sobre el embarazo, voy a estar, flaqui. Siempre voy a estar.

Y ojalá en mi vida haya más personas como ella.

× × ×

Melany me mira con tristeza mientras suspiro varias veces. No me iba a dejar caer, no ahora, no nunca.

Estaba embarazada de, aproximadamente, 14 semanas y el tratamiento para abortar ya no era válido. Se me cruzo por un momento por la cabeza por eso pregunté pero luego lo negué, yo quería ser mamá aunque las circunstancias no eran nada lindas.

Ahora me tocaba lo más difícil... hablar con Paulo.

—Vas hacer tía —digo, con falsa alegría.

Estaba contenta y triste a la vez, era una gran mezcla de sentimientos, sensaciones y humor.

Iba hacer mamá. Un feto estaba creciendo en mi.

Ella se acerca a mi y abrazadas lloramos.

No sé si era lo que esperaba para mí a los 21 años pero meses después me di cuenta que la llegada del bebé me salvo la vida y me hizo vivirla de una buena manera, de una mucha mejor.

***

melanylabanca
Barcelona

melanylabancaBarcelona

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R U M O R S  | ᴘᴀᴜʟᴏ ᴅʏʙᴀʟᴀ [terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora