R U M O R S | ᴘᴀᴜʟᴏ ᴅʏʙᴀʟᴀ [terminada]

Capítulo 14

26 de Junio, 2018.
San Petersburgo, Rusia.
11:53 pm

—Hola, Asensio— contesto cansada a la sexta llamada, una vez bañada, cambiada y en cama con todo listo para dormir.

Mañana salía nuestro vuelo a Moscú y más tarde ese día el mio a Francia.

Escucho varios suspiros antes de que hable.

—Lo siento, B. Yo... Yo solo...— vuelve a suspirar y siento las primeras lágrimas caer por mis mejillas. Muerdo mi labio inferior para que no escuché mi llanto.

Me duele. Marco es el único hombre que sabe como romper mi corazón porque él sabe que estoy enamorada. De él.

» Me estoy comportando como un idiota, ¿verdad?— no respondo—. Yo estoy celoso, Bianca, porque me doy cuenta que él te gusta. Paulo te gusta y...

—Deja de decir estupideces, Asensio— lo corto, borde. Paulo no me gustaba, no me podía gustar. Ya tenía bastante estar enganchada con un jugador gatero, con dos no podría—. Es solo un conocido, un amigo de mis amigos, él no...

—Que te ha besado— interrumpe él. Ruedo los ojos, sus planteos me ponían de mal humor y las lágrimas que cayeron rápidamente se disipan por el enojo que siento ahora—. Vosotros se han besado, B.

—Casi como tú que te besaste con tus amiguitas, Asensio— suspiro agotada.

El día había sido muy cansador, ir al estadio, vivir el partido luego la vuelta al hotel y la llamada de Marco sólo para pelear porque él no se iba hacer cargo de sus errores.

—Te amo, Julenk— su confesión luego de nuestro silencio me alarma. El jugador del Real Madrid nunca me había dicho te amo, la única vez que esa palabra floto en nuestra relación salió de mis labios borrachos.

» Te amo, B. Tengo miedo de que Dybala venga a robar tú corazón, yo quiero que tú corazón sólo sea mío.

Suspiro. Esas palabras no me podían conquistar pero lo hacían porque sentía mariposas pequeñas en mi estómago. Yo amaba a este hombre y aunque el sentimiento no era tan intenso como antes pero ese cariño todavía estaba en mi pecho.

Suspiro. —Yo te amo a ti, M.

Seguimos hablando por una hora más, él me cuenta como vivió la clasificación de España a los Octavos, de sus compañeros. Me pregunta de mis días y aunque se escucha incómodo pregunta también de mi cumpleaños, mi respuesta es corta, la pase con Julián y no fue el mejor cumpleaños pero tampoco el peor, me callo lo de los Dybala por el bien de la rara relación que tenemos.

Me despido luego de escuchar varios suspiros de Marco. Él tendría que estar descansando y no hablando conmigo a estas horas de la madrugada.

—¿Qué estás haciendo, Bianca?— me pregunto.

Sin respuestas, me acomodo mejor en la cama para dormir.

A sido un día de locos y muy agotador.

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27 de Junio, 2018.
Moscú, Rusia.
7:39 pm

—Me llamas ni bien pongas un pie en Francia, ¿si?— me ordena mi amigo, asiento con la cabeza para luego abrazarlo, hago lo mismo con los padres de Julián, despidiéndome. Tengo que ir a la siguiente sala para esperar mi vuelo que sale en una hora aproximadamente.

—¡Gracias por hacerme pasar unos días lindos!— digo a los Marto. Y aunque no me guste admitirlo algunos lágrimas caen mientras me despido de ellos por última vez.