Fake Love | Camren

17

Maratón 1/4.

Me encuentro frente a Lauren; tiene una sonrisa nostálgica en su rostro, y sus ojos están un tanto rojizos como si en cualquier momento fuera a soltarse a llorar. Me está contando acerca de su relación con Dinah, recordando a Dinah por el encuentro que tuvimos hace unos días. Pero sinceramente no le estoy prestando la atención debida, no veo la razón de hacerlo, sería masoquista. Estoy perdida en la belleza de sus ojos, las curvas de sus labios y su resplandor en general. Además de las palabras de Ally.

"Si quieren que les crean deben creerlo ustedes primero."

El beso que nos dimos me dejó más enganchada que antes y tengo ganas de juntarnos de ese modo de nuevo, pero tengo el presentimiento de que no es un buen momento, dada la expresión en su rostro.

Y entonces sus palabras me ponen alerta.

—Sus besos eran lo mejor, como… inexplicables, me tenían atrapada —susurra—. Aunque tú también besas bien —suelta con una risa burlona.

—¿Lo hago? —pregunto pasando saliva, ella asiente y parece querer decir algo más, pero guarda silencio cuando nuestros ojos se conectan.

Mi cuerpo se mueve por si solo, y todo pasa rápido en mi cabeza, aunque sé que está pasando más rápido. Me acerco y presiono mis labios contra los de ella, los muevo con lentitud y pasión. Ella está estática, pero no me impide hacerme paso a su lengua y gemir con gloria por el sabor de su lengua. La respuesta de Lauren no es repentina, y lo único que consigo es un movimiento leve de su lengua, más no de sus labios, y aún así siento que voy a desfallecer en cualquier segundo.

Cuando por fin siento que va a corresponder como debería, se aleja de mí.

—Camila, ¿qué hiciste? —me pregunta suave.

Me aparto de ella también—. No sé.

—No nos confundas, e-esto no, se supone que sólo somos amigas —menciona apartando su mirada—. Nos costó mucho trabajo nuestra amistad y…

—Yo, lo siento, tú dijiste que…, —se levanta del sofá y la observo—. No era mi intención confundirte.

—Una cosa es besarnos frente a las cámaras y otra es hacerlo sin razón —asegura—. Aquella vez en el bar fue porque estábamos en público y todos creen que somos novias. —suspira. ¿Fui muy rápido? ¿Acaso aún me odia? ¿Debí aguantarme?— ¿Es verdad entonces lo que Dinah dijo ese día?

Parpadeo en su dirección—. ¿Qué de todo lo que dijo?

—Que te gusto —responde—. ¿Es verdad?

No tengo idea de como vaya a afectar el decir que sí o decir que no, su cara puede ser tan inexpresiva cuando se lo propone. Y no soy muy fan de mentir. Pero sé que ella aún quiere a Dinah y no quiero declararmele sin ser correspondida.

—No sé —contesto—. Me dejé llevar, por todo, porque estoy confundida por el beso del bar y por el tiempo que pasamos juntas, la presión del tour y de la prensa, lo que dijo Ally y Simón, lo que dices, no sé —intento explicar—. Sinceramente sólo quería besarte.

Gruñe, y luego se vuelve a sentar—. Eres tan difícil —menciona viéndome a los ojos—. ¿Por qué no puedes ser horrible? Estoy confundida también y tu cara no ayuda.

Me sonrojo y suspiro, sabía que estaría mal, sólo la confundí más y era justo lo que no quería, ahora que lo veo así entiendo que debí contenerme.

—¿Ves? No deberías decir eso.

Suelta una risa seca—. Y tú no deberías haberme besado —contrapone.

Sus ojos me intimidan y aparto la vista—. Tú me besaste primero. —siento que se acerca y me obligo a levantar la mirada—. Tengo que aclarar mi mente.