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Los ojos de Lauren parecen perdidos en los míos, no parece que esté pensando en otra cosa que no sea lo que acabo de soltarle, y yo sólo puedo pensar en que fue muy apresurado, bastante era con que lo supiera Taylor como para que ella supiera también.

No me gusta que sientan lástima por mí.

Una muy pequeña parte de mi cerebro está pensando en todo lo que dijo Lauren antes de todo.

"Creo que me gustas."

Eso es presuntuoso, yo no puedo gustarle.

—¿Es en serio? —pregunta cuando sale de su trance. Asiento—. ¿Por... por qué?

—Supongo que la vida quería darme una lección. —sus ojos verdes son cubiertos por una fina capa de agua, pero parpadea para alejarla.

—¿Por eso intentaste-, por eso tú...? —no termina la pregunta, así que supongo que le está costando bastante trabajo el tema.

—¿Intenté suicidarme? Sí, en parte por eso. —lleva una de sus manos a su boca para callar sus sollozos, luego corre a abrazarme, y es reconfortante. Como me sentía antes, es como vivir. O revivir—. Lauren —llamo.

Se separa un poco de mí y pasa su mano izquierda por mi mejilla, no me dí cuenta de que esa lágrima había salido—. Ese maldito no volverá a dañarte, yo te voy a cuidar, Camz.

—No lo hará —confirmo. No me quejo cuando toma mi mano y deja un suave beso en esta, ya que no siento que sea por lástima. Incluso pienso en que fue buena idea decirle.

—Siempre puedes contar conmigo, no entiendo porque tardaste tanto en recordarlo. —sonríe de lado.

—Tú lo destrozaste todo, también. —digo simple. Ella hace una mala cara—. Ya, ya lo superé. —ruedo los ojos al verla sonreír de nuevo.

Me vuelve a abrazar. Pero esta vez me tomo la libertad de recargar mi cabeza sobre su hombro y aspirar su perfume, me trae bastantes recuerdos.

[...]

—Hola, Camila. —Taylor está observando algo en su computadora cuando entro.

—¿Pasó algo, o qué era tan urgente? —pregunto.

—Dinah Jane, Simón Cowell, Normani Kordei, Ally Brooke, Lauren Jauregui, ¿Quién primero? —suspiro pesadamente y me acerco a ella. La castaña voltea a verme, esperando una respuesta.

—A Lauren y Ally no les haremos nada —sentencio—. Simón le dijo a Dinah que me acosté con él para que me firmara como solista.

La ojiazul sonríe—. No te preocupes, ya está acabado. El lunes saldrá un artículo en una revista muy importante, no se lo verá venir, porque te vas a portar muy bien. —regresa la vista a la computadora y la señala—. Uno de los editores me lo confirmó. Pero, falta el testimonio más importante. —me observa expectante.

—Claro que sí, responderé lo que sea.

—Entonces el sábado tienes una cita con ellos. —cierra el correo—. Todas sus antiguas empleadas hablaron a la primera.

Sonríe, sonrío, siento que la paz está por venir, al menos por un lado—. Gracias, Taylor.

—No me agradezcas, Camila, haría cualquier cosa por ti y por la justicia. Ese maldito lo merece. —se levanta de la silla y me abraza, la abrazo también, ya que ella ha sido un gran apoyo en mi vida, y me atrevería a decir que la primer amiga real que tuve. Sin ella no estaría tan cerca de acabar con Simón como ahora—. No, pero no dejes de hablarme, por favor.

Me siento más libre, como si un  pequeño peso se quitara de mis hombros. Asiento—. Lo prometo.

Ella suspira—. Por cierto, ¿Por qué no haremos nada contra Lauren y Ally? Creí que todas te habían dañado de alguna forma.

Aparto la mirada—. Uh, pues, Ally no hizo nada realmente. Y Lauren... Lauren es real.

Ella eleva una ceja con picardía y yo niego con la cabeza, entendiendo su mirada—. Aburrida.

Fake Love | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora