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—¡Camila! —me nota Lauren y sonríe un poco incómoda—. ¿Por qué tardaste tanto?

Dinah suelta una carcajada y me observa con arrogancia, ignorándola vuelvo mi mirada a Lauren—. Me quedé encerrada en el baño. —las cejas de Lauren se elevan en sorpresa y luego suelta una pequeña risa—. Vamos a nuestros asientos.

Abre exageradamente los ojos y voltea a ver a Dinah, quien finge estar observando su celular, entonces Lauren me la señala con sus ojos como diciéndome que no puede porque está con ella, sin embargo no cambio mi postura y ella suspira.

—Dinah y yo estábamos hablando de algo importante, así que me quedaré un rato más con ella y después iré contigo, ¿de acuerdo? —asiento y me dirijo a mi lugar.

Supuse muchas cosas. Lauren aún ama a la rubia con la que está sentada y yo supuse que  no era así, porque según yo, después de ver de lo que Dinah es capaz no hay forma de que la siga amando. Pero estaba equivocada.

Mi relación con ella no es real, porque al parecer, Lauren seguía siendo falsa.

No hay otra explicación para la sonrisa que le está dando. Ni para el brillo en sus ojos y el color de sus mejillas.

No quiero seguir pensando, pero es inevitable porque prácticamente están enfrente de mí, y no puedo apartar los ojos.

[…]

El Reino Unido es uno de los lugares que más me gusta, con las chicas siempre la pasábamos demasiado bien, pero como están las cosas, no creo que esta vez sea así.

El hotel es bastante de lo normal, y como muero de sueño, no me intereso en saber dónde está mi compañera de habitación y me encamino al lugar.

Al subir al elevador me encuentro a Normani y me sonríe simple—. Hey, Mila, ¿y las demás? —Normani, tengo muchas preguntas para ella, pero nada me sale, la observo con duda—. ¿Sucede algo?

—Dime tú.

Ella frunce las cejas—. Eh, no, todo bien.

Juego con mis dedos y suspiro, la chica sólo me observa curiosa—. ¿Qué tanto le has dicho a Dinah de mí?

—¿De qué hablas?

—Sabes de que hablo. ¿Qué le dijiste a Dinah? —vuelvo a preguntar.

—Sinceramente, Camila, estoy perdida —continua, suelto aire para relajarme y no molestarme con ella.

—El día que Dinah se enteró de lo que pasó entre Lauren y Demi, ¿qué le dijiste a Dinah acerca de mí? Porque desde entonces me odia. —la morena parece entender el tema, ya que aparta la mirada, pero no afligida, sino fría, incluso oscura.

—¿Qué fue lo que te dijo?

—Que le habías abierto los ojos acerca de la persona que yo realmente era y que no tardarían en decirle "la verdad" a Lauren también —respondo mientras el elevador se detiene indicando que llegamos al piso de Normani, pero ella no baja—. No estoy segura de cuál es "mi verdad", según tú.

—Vamos, Camila, si yo dejé de fingir contigo, haz lo mismo tú.

Frunzo el ceño y la observo con cuidado—. Dime quién soy, Normani, porque al parecer no lo sé.

—La chica que es capaz de coquetear con el jefe para que la deje grabar una canción con otro artista. La que se declara bisexual para llamar la atención y destruye la relación de su mejor amiga para hacer su mierda más "real." —me observa con desprecio—. Y ni así las fans te voltean a ver.

—¿Siempre has pensado eso de mí? —la gente siempre logra decepcionarme, nunca parezco importar lo suficiente como para que alguien se tome la molestia de verme, de quedarse conmigo o de tomarme en serio. Todos son falsos. Y yo empiezo a odiar esa palabra.

—Es tu realidad, Camila.

Fake Love | CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora