¡Mañana empezamos nuevo arco! Espero que os guste mucho este capítulo :)
En la lejanía podía escuchar el trino de los gorriones y de los mirlos, era como una suave nana para sus oídos, como si el mundo entero hubiese desaparecido y se encontrase en el paraíso rodeada de aves cantando. En su mente apareció estrépito que le hizo sobresaltar sobre el lecho donde estaba tendida, no fue un sonido del mundo real, sino un recuerdo. Las imágenes se fueron formando en su mente velozmente, sus ojos cerrados se movieron de un lado a otro con ansiedad mientras su corazón comenzaba a aumentar su ritmo.
Vio una humareda de polvo y humo, todavía sintió el escozor en su garganta y en sus ojos, pero de sus labios no salió ni un suspiro. Después vio unos ojos negros que le instaban a continuar huyendo. Pero sus piernas no eran capaces de obedecer a su cerebro. Y este se había quedado sin fuerzas al reconocer un tatuaje en la espalda de un enemigo.
Freesia abrió los ojos de par en par recogiendo toda la luz de aquella habitación que entraba por un gran ventanal, viendo tan solo blanco por unos segundos. Tragó aire con bocanadas ansiosas, apretando con fuerza las sábanas con sus puños hasta el punto que sus uñas dejaron una marca de media luna en las palmas de sus manos. Observó con terror en derredor notando el pulso en su cuello.
Se encontraba en una habitación no muy grande, de paredes impolutas de color blanco nacarado, el suelo estaba conformado por baldosas blancas que formaban un patrón curioso. A su derecha había una pequeña mesilla del mismo color con pequeño cajoncitos, encima de esta había un ramillete de varias flores: peonías, lilas y freesias de tonos blancos y violetas. A su izquierda había una cortina turquesa que separaba la habitación en dos.
Inspiró lentamente por la nariz intentando calmar su acelerado ritmo cardiaco y sus nervios, detrás de ella podía oír el canto de las aves, por lo que se giró para encontrarse con un gran ventanal que daba a un jardín con árboles caudceos cuajados de nieve sobre sus gruesas ramas y sus largas hojas verdes oscuras. El olor de antiséptico le provocó un ligero picor en la nariz y se fue a restregar con el dorso de su mano, pero se encontró que sobre esta había una vía sujetada por una venda. Alzó su mano y se palpó sus sienes para acariciar unas vendas sobre su cabeza. Su largo cabello estaba recogido en una trenza para que no le molestase para descansar.
Durante unos segundos se quedó estática mirando las sábanas que le cubrían, sin saber en aquellos momentos qué es lo que hacía en aquel lugar. Se encontraba totalmente desubicada, como si de nuevo le faltasen recuerdos.
«De nuevo».
Entonces en su mente se agolparon los recuerdos de las últimas horas y semanas sobrecargando su cerebro. Ella cerró los ojos con fuerza y se asió las sientes con sus manos apretando los dientes notando que le faltase el aire. Abrió la boca para intentar tomar una bocanada de aire pero se encontró que era incapaz de tomarlo. Pero una voz grave resonó en su mente «Respira, Freesia», entonces pudo tomar una bocanada de aire que se transformó en un quejido de angustia y dolor. Quiso arrancarse las vendas y las vías de su cuerpo, pero la parte más profunda de su mente le aconsejó que aquello no era una buena idea. Por lo que se limitó a jadear sin hacer ruido alguno al mismo tiempo que sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas.
«Lo he perdido todo. Lo he perdido todo. Lo he perdido todo».
Pero en aquel instante de agonía se dio cuenta de una cosa, si aquella cortina estaba corrida es porque dentro de aquella habitación había alguien más. Se incorporó sentada, sus manos le temblaron con temor por encontrarse un cadáver de rostro conocido a su lado, pero tragó saliva y reunió todo el valor que le quedaba. Se deslizó por la camilla y se aferró con sus manos al borde y lentamente dejó caer sus piernas hasta que sus pies hicieron contacto con el frío suelo. Un escalofrío le recorrió el cuerpo y en aquel momento deseó tener unos gruesos calcetines y un abrigo grueso. Consiguió apoyar su peso sobre los pies, no supo si se mantuvo recta porque se encontraba recuperada o porque su fuerza inhumana le proporcionaba aquel estado. Dio un paso como lo haría un cervatillo recién nacido, se tambaleó y ella alzó sus brazos para guardar el equilibrio. Cuando se aseguró de que no se caería dio otro paso más, y otro, hasta llegar al borde de la cortina que les separaba.
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L'incatesimo [One Piece] [Alternative Universe]
FanfictionLuffy corre todos las mañanas por la playa, hasta que un día se encuentra a una chica inconsciente en el borde de la playa. Tras que el Doctor Trafalgar Law la trate, descubren que tiene amnesia y no recuerda nada de su pasado. Pero hay una cosa que...