«Hay cosas que no podrás ver a menos que cambies tu postura.»— Trafalgar Law
Freesia estiró el cuello para poder ver todo a su alrededor, estaba compuesto por un cristal circular que ocupaba todo el espacio formando un largo pasillo. Donde el agua era cristalina y había pequeños peces de todo tipo de colores brillantes, aquella parte era la exposición de los peces que se encontraban cerca de la playa de la prefectura de Sabaody.
La chica enarcó las cejas por unos segundos y ensanchó sus ojos como platos, dio una bocanada de aire con urgencia haciendo un bochinche y se tapó la boca y la nariz con ambas manos. Miró hacia todos los lados con nerviosismo y con preocupación, estaba a punto a echar a correr hacia el final del pasillo; cuando se le ocurrió mirar a su acompañante. Se giró y le encontró mirándola con una ceja enarcada y una mirada de sorpresa bien disimulada e interés.
Hubo un click en el cerebro de Freesia, asumiendo que en aquella parte se podía respirar como a fuera del recinto, por lo que apartó suavemente las manos para dejar caer los brazos a los lados de su costado y soltar el aire por la boca para después inspirar por la nariz.
—No lo sabías—afirmó su acompañante.
Ella se limitó a esbozar una sonrisa nerviosa y temblorosa, y a ponerse roja como un pimiento. Freesia no quiso hablar más, por lo que se fijó en los peces de su alrededor. Anduvo un par de pasos mirando hacia todos los lados maravillada y cuando miró hacia arriba vio un gran pez, la chica se asustó y se agachó colocando sus brazos encima de su cabeza para cubrirse. Pero al ver que nada sucedía, quitó los brazos y miró hacia arriba con cautela.
—Nunca has estado en un acuario.
—No...—contestó Freesia incorporándose—. Es la primera vez que vengo a uno. Por eso mis amigos me lo regalaron—añadió tímidamente.
El hombre no dijo nada más, tan solo se limitó a echarle una mirada de curiosidad antes de continuar andando hacia el final del pasillo, haciendo que sus pasos resonasen por todo el acuario. Freesia dio un sprint para alcanzarlo y continuar hacia la siguiente sala.
En la siguiente se encontraban los peces marinos de North Blue, Freesia los observó a cada uno de ellos. Cómo estos nadaban, cómo se relacionaban con otros peces y los seguía por el acuario como un perro a un frisbi. Leyó todos los paneles informativos que había en aquella sala. Y cuando vio a un tiburón duende se echó a reír.
—¡Es el primo de Usopp!
Luego entraron en la siguiente sala, aquellos peces eran los del Calm Belt, estos eran de los más grandes que había, los cuales inquietaban a Freesia.
—Me gustaría poder venir todos los días a ver esto—habló para sí misma la chica—. Aunque tendría que ser rica para hacerlo—rio entre dientes.
—El dinero no arregla todos los males—contestó magnánimamente su compañero ante aquel comentario.
—Pero ayuda mucho. No tendría que preocuparme sobre pagar el alquiler de Nami, tampoco el de buscar ofertas a la hora de ir a la compra. ¡Podría incluso regalarle una boutique a Nami!—contestó Freesia dándose la vuelta y alzando los brazos hacia arriba como si estuviese alcanzando la cima de una montaña de berris.
El hombre se encogió de hombros.
—Aunque también podría regalarle un viaje por todo el mundo, para que haga el mapa del mundo entero... ¡Y podría ayudar a Chopper a financiar sus investigaciones! Así las enfermedades terminarían.
—Si nadie muere habrá sobrepoblación.
—La gente moriría de viejo—contestó Freesia con lógica.
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L'incatesimo [One Piece] [Alternative Universe]
FanficLuffy corre todos las mañanas por la playa, hasta que un día se encuentra a una chica inconsciente en el borde de la playa. Tras que el Doctor Trafalgar Law la trate, descubren que tiene amnesia y no recuerda nada de su pasado. Pero hay una cosa que...