Ghost Of You ➵ Joohyuk

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Puedo ver tu delicada figura pasar por la puerta con tu característica sonrisa, me miras y levantas tu mano para saludarme mientras te acercas a mí, te devuelvo la sonrisa sin despegar mi vista de la tuya y cuando llegas a mi lado te sientas, pides el mismo café y la misma porción de tarta que siempre, y mientras la traen me cuentas que tal tu día, intento prestarte atención pero ahora solo puedo fijarme en tus ojos, en cómo se iluminan cuando me cuentas algo que te ha hecho feliz, o cómo frunces de manera adorable el ceño cuando algo te molestó. Al rato puedo ver como el camarero te trae las cosas y te sonríe, tú le devuelves una pequeña sonrisa inocente y entonces yo sonrío sin poder evitarlo; cuando se va empiezas a tomar tu café y entonces yo pruebo el mío que ya está frío por esperarte, te disculpas por la tardanza pero niego para restarle importancia, al fin y al cabo, el café es lo de menos. Terminamos de desayunar y salimos del local y puedo observar como abrochas tu chaqueta nada más salir, y yo solo meto mis manos en mis bolsillos caminando a tu lado, voy a hablar pero me detengo al verte saludar a otra persona, le abrazas y él te abraza de vuelta, puedo ver como besa tus mejillas y un pequeño sentimiento empieza a crecer dentro de mí, decido ignorarlo y solo me limito a apartar la mirada por los siguiente 10 minutos en los que parece que solo existís vosotros dos. Cuando terminas de hablar con él te acercas a mí y me preguntas si me molesta que te vayas un rato con él, claro que me molesta, pero me molesta más ver como se desvanecería ese brillo en los ojos que ahora destaca tanto, entonces sonrío falsamente y niego, parece que te tragas que esa sonrisa porque solo me abrazas y me dices un "gracias Jooheonnie", yo sonrío mirándote pero te vas con el otro chico, os despedís ambos de mí y camináis por el resto de la calle, yo solo me quedo en mi sitio, sin nada qué hacer, solo lamentándome porque le prefieres a él, pero sonrío, porque puedo perdonarte todo.

[...]

Llego a mi casa y aún puedo ver las tazas que utilizamos ayer para beber ese té de jazmín que tanto te gusta, me fijo más en ellas y veo un pequeño brillo en el borde de una de ellas, concretamente en la tuya, me acerco a ver que es y puedo distinguir que es ese bálsamo labial que tanto te gusta usar, sonrío tontamente y lo retiro con mi dedo pulgar, friego las tazas y me siento en mi pequeño sofá, supongo que esperando algo, pero solo pasa en mi imaginación, imagino que llamas a mi puerta y pasas la tarde conmigo hablando de temas no muy triviales y riendo, pero eso no pasa, porque estoy ahora solo, y supongo que así está bien, yo estoy bien ahogando mis sentimientos, no me doy cuenta de cuando he empezado a bailar al ritmo de la música que suena de fondo en mi móvil, pero te veo y vienes conmigo, rodeas mi cuello y yo tu cintura, juntas tu frente con la mía y seguimos bailando hasta que para la canción, hasta que paro de soñar despierto y de ver que sigo solo.

[...]

Al día siguiente te espero en la misma mesa de siempre, removiendo mi café que ya se que está helado esperando verte entrar por la puerta, como todas las mañanas, pero lo único que recibo es un mensaje diciendo que no puedes venir porque has quedado con un tal Hyun, supongo que es el chico de ayer, y solo te mando un mensaje diciendo que no pasa nada, guardo mi móvil sin ánimos de hacer ya nada y me tomo el café de un trago, pago y salgo a la calle, ando por un rato y puedo distinguirte a lo lejos, estás con ese chico, besándote, muerdo mi mejilla interior intentando calmar el enfado que se acaba de formar en mí, porque no se cuánto tiempo lleváis saliendo, y me lo has ocultado, y por mucho que me duela admitir este término, somos mejores amigos, y pensaba que confiabas en mí, pero como ya he dicho antes, puedo perdonarte todo, porque no puedo enfadarme contigo, así que me limito a sonreír tristemente mientras sigo andando, pero hacia otra dirección, no quiero falsas explicaciones. Suspiro con pesadez y camino sin ningún rumbo fijo, perdiéndome en la música que suena a través de mis auriculares intentando no pensarte, pero es imposible; miro mi móvil pero no tengo ninguna notificación, lo guardo de nuevo en mi bolsillo y le subo el volumen a la canción. Entro a comprar para intentar distraerme, compro las cosas básicas que me hacen falta y vuelvo a casa cuando las compro, guardo todo en su sitio y me tiro cansado en el sofá pensando en mis cosas, pero sobretodo pienso en la suerte que tiene Hyun de poder tenerte de esa forma, porque yo solo soy y seré tu mejor amigo. Termino quedándome dormido en el sofá con la ropa que llevaba y sin cenar, pero una llamada consigue que me despierte de golpe, descuelgo y lo primero que escucho es a ti pidiéndome que vaya a recogerte a un sitio, que Hyun se ha ido y ahora estás solo, supongo que debería sentirme mal al darme cuenta de que soy tu segundo plato, o ni siquiera eso, pero son las dos de la madrugada y estás solo en la calle porque ese imbécil ha tenido que irse, cojo rápidamente mi chaqueta y salgo, el sitio no está muy lejos de mi casa pero no conoces este lugar, solo la cafetería a la que vamos todas las mañanas, corro hasta donde me has indicado y puedo verte sentado en el bordillo de la acera cubriéndote con tu chaqueta porque tiritas de frío, suspiro aliviado al ver que estás bien y pongo mi sudadera en tus hombros, me miras y al reconocerme tu expresión se suaviza, pero puedo notar en tus ojos que has llorado; rodeo tu cintura para que andes mejor, pero eso solo es una excusa para tenerte más cerca mientras caminamos en silencio a mi casa.