Agustín.

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De los chicos en el curso Agustín era uno de los pocos que se mostraba como era en realidad: rebelde, arrogante, superficial y egoísta.

A él sólo le importaba su bienestar, y en segundo lugar el de su mamá. Después todos los demás le daban igual, sus compañeros, sus amigos, su novia.

Agustín tenía suerte de que Soledad fuera su novia. Era una muy buena chica, pero él sólo podía ver su belleza externa. Lo que más disfrutaba de la relación era saber que muchos chicos gustaban de Soledad y no podían hacer nada porque ella estaba enamorada de él. No dudaba de que le fuera fiel. Pues, creía que sólo uno en la pareja podía engañar, y él ya lo hacía.

Su excusa era que no podía contenerse si le parecía linda otra chica y le daban la oportunidad de pasar un buen rato. No tenía una amante fija, actuaba como un soltero que disfruta de su soltería. Obviamente lejos de los ojos de Soledad y sus amigas o conocidos. Era consciente de que si lo descubrían se terminaba todo.

En el colegio evitaba mirar a otras chicas, ya que Soledad iba al mismo turno que él y lo vigilaba. La excepción fue Lucía, una chica de quinto que lo volvió loco desde el primer momento en que la vio. Físicamente era exactamente lo que a él le gustaba: rubia, alta y con buenas curvas. Cada vez que Lucía pasaba se quedaba mirándola fijo y ella le sostenía la mirada. Así empezaron hasta que un día Lucía lo contacto por redes sociales. Cabe mencionar que ella desconocía de su noviazgo. En un principio sólo se enviaban mensajes, al tiempo una que otra foto para divertirse, y la atracción creció cada vez más.

Un día mientras estaban en clase de Literatura, Agustín pidió permiso para ir al baño y en el camino se encontró con Lucía que salía de la biblioteca. Intercambiaron unas palabras, se escondieron en un pasillo casi oculto y sin poder soportar más la tensión se besaron.

Agustín tenía miedo pero eso le daba más adrenalina y le impedía dejar de besarla. En ese momento hasta quiso ir corriendo a terminar con su novia. Había perdido la razón.

"Si querés ver en persona lo que viste por fotos tenemos que encontrarnos en un lugar más privado." Lucía hablo primero.

Del otro lado el chico seguía en silencio, intentando calmar sus ansias y recobrar el habla.

"Permiso." una tímida voz los interrumpió y ambos voltearon para encontrarse con Sofía.

La profesora la había enviado a buscar un libro y para llegar a la biblioteca tenía que cruzar el pasillo que ellos estaban obstaculizando. Se abrió camino y paso rápido, sintiéndose incómoda al verlos y escuchar las palabras de Lucía sabiendo que Agustín estaba de novio.

Éste se quedo inmóvil y despidió a Lucía intentando actuar normal. Luego espero a que Sofía saliera.

"Yo lo llevo." ofreció fingiendo amabilidad al quitarle el libro de las manos.

Sofía no dijo nada y continuo caminando con él a su lado.

"De lo que viste, por favor, no digas nada." fue al grano evitando ir con rodeos.

"Está bien." Sofía respondió encogiendose de hombros como si le restará importancia. De todas maneras, en lo personal, pensaba que lo que Agustín estaba haciendo era muy malo.

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