Como todos sabemos, el amor es hermoso y a la vez complicado, sobre todo si nos enamoramos de la persona incorrecta.
A pesar de haber querido evitar sus sentimientos, Pablo estaba enamorado de la novia de su mejor amigo. Sí, de la mismísima Soledad.
Él la había conocido primero y desde un principio le pareció una chica muy linda. Después fue conociendola con profundidad de a poco y quedo encantado. Ante sus ojos Soledad era perfecta y estaba dispuesto a hacerla feliz, pero lamentablemente ella se había enamorado de Agustín. Pablo tuvo que conformarse con ser su amigo e intento enamorarse de alguien más, sin embargo, no pudo.
Quería mucho a su amigo aún sabiendo que era un chico problemático, incluso sabía que era infiel, pero no se atrevía a contárselo a Soledad.
Sus miedos eran que Soledad no le creyera, que se le rompiera el corazón, y que la gente hablará mal de él por delatar a su mejor amigo.
Así que Pablo se limitaba a estar al margen y guardar el secreto para evitar joder la vida de dos personas a las que quería mucho. Mientras ayudaba a Agustín a que nadie sepa de sus engaños, consolaba a Soledad cuando ella sospechaba de su novio. De cierto modo Pablo se veía beneficiado, porque Soledad confiaba cada vez más en él y cada vez que estaba triste corría a sus brazos.
Una de esas tantas veces Soledad estaba triste porque a sus oídos llegó un rumor de que Agustín gustaba de Lucía, en ese mismo instante se largo a llorar y corrió en busca de Pablo. Se encontro con él en el salón de su sexto y entraron para poder hablar en privado.
Como siempre Sofía estaba ahí, pero ninguno de los dos se percató de su presencia. A veces Sofía se sentía invisible con razón.
"¿Es verdad?" Soledad se dirigió a pablo llorando.
"¿De qué hablas?" él se hizo el desentendido.
"¿Agus gusta de alguien más?" pregunto ella atrayendo la atención de Sofía.
"Yo no sé nada." Pablo respondió de inmediato.
Soledad no dijo nada y su llanto empeoro. Realmente estaba triste, amaba a Agustín y temía perderlo. De todas maneras estaba muy enojada con él porque no era la primera que un rumor así llegaba a sus oídos y comenzaba a hartarse.
Tanto Pablo como Sofía sintieron culpa al verla llorar. Pues, ambos escondían la verdad sobre Agustín.
"No llores más, por favor." Pablo suplicaba sintiendo como su corazón se rompía con cada lágrima de Soledad.
"¿Por qué se fijaría en otra chica?" ella interrumpió el llanto para hablar. "¿Yo tengo algo de malo? ¿Soy fea?" agrego antes de que Pablo pudiera responder.
"No tenes nada de malo y sos hermosa." la respuesta de Pablo salió sin filtros y el tono de su voz lo delato.
Ambos quedaron mirándose fijo. Sofía también los miraba y en su mente venía venir lo que paso después. Pablo y Soledad se besaron. El beso fue tan rápido que no se pudo ver ni quien tomo la iniciativa. De parte de Pablo había amor y de parte de Soledad resentimiento, pero ninguno de los dos conocía los sentimientos del otro.
Al separarse los dos llevaron sus ojos hacia las ventanas para comprobar que nadie los había visto y recién ahí vieron a Sofía.
Avergonzada Soledad salió corriendo del salón y Pablo tuvo que acercarse a su compañera.
"Lo que viste, espero que no lo hayas malinterpretado." intento mentir pero no había manera.
"Sí, no te preocupes." Sofía respondió con rapidez, sin querer escuchar su mentira.
Ya estaba guardando muchos secretos, uno más no hacía la diferencia.
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Invisible.
Non-FictionTerminada. Sofía era una chica buena, pero había algo que la hacia sentirse rechazada por todo el mundo. En un principio pensó que podía ser su físico fuera de todo estereotipo bien visto, pero al notar que había más chicas como ella descartó esa po...