Gastón.

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Si alguien le gustaba a Sofía era Gastón.

No conocía muchos chicos para poder comparar pero para ella era el mejor de todos y no se equivocaba mucho. Gastón a pesar de tener sus defectos era muy bueno, amable, inteligente y romántico.

La persona que conocía más su última característica era su novia de hace ya tres años, Natalia. La chica que ocupaba el lugar en el que Sofía soñaba estar.

Siempre los observaba disimuladamente, cuando hablaban, reían y se besaban, podía ver en los ojos de Gastón que estaba completamente enamorado. Y nunca había pensado que Natalia no lo amaba de la misma manera, hasta que el rumor que paseo por todo el colegio llegó a ella. Las malas lenguas decían que Natalia había engañado a Gastón con otro chico en una fiesta el fin de semana pasado.

Sofía sintió mucha pena por Gastón al enterarse y puso más atención en él intentando saber qué sentía o pasaba por su cabeza, algo imposible e innecesario. En la expresión de Gastón estaba todo, el dolor y la decepción.

Gastón no podía creer lo que estaba pasando. Desde el principio de su relación con Natalia nunca jamás se había imaginado que las cosas podían terminar por infelidad. Ella era la persona en la que confiaba a ciegas y por correr ese riesgo acababa de chocarse contra una pared.

Un día después de que los rumores se desataran Gastón decidió no salir a los recreos, no quería sentirse observado y mucho menos cruzarse con Natalia. Ya habían hablado y de nada sirvió.

Desde su lugar vio como todos salían desesperados al escuchar el timbre, menos Sofía que siempre se quedaba, y sin pensarlo mucho se acercó a ella.

Sofía lo noto de inmediato y sintió un cosquilleo por todo el cuerpo, pensó que eran los nervios pero era una mezcla de todo lo que Gastón le generaba.

Él tomo asiento a su lado, guardando silencio, y ella intento actuar normal pero estaba demasiado impaciente.

"¿Necesitas algo?" Sofía se atrevió a romper el hielo.

"No, sólo te hago compañía." Gastón respondió honestamente. "Siempre estás sola, ¿te gusta?" busco iniciar una conversación.

Los nervios de Sofía se intensificaron y quedo sin habla ante sus palabras. Estaba sorprendida porque a pesar de ser en algo simple Gastón le prestaba atención.

"Sí." mintió, no podía decirle lo mal que la pasaba. "¿A vos no te gusta estar solo?" agregó.

"Creo que no." Gastón se encogió de hombros, dudando de su estado.

"¿Por qué no estás seguro?" Sofía se animó a seguir preguntando.

"Estuve mucho tiempo acompañado y me acostumbré, ahora que vuelvo a estar solo no sé si me gusta o no, tampoco recuerdo como era antes." él también se soltó y permitió que su boca hablará de más.

"¿Vos y tu novia terminaron?" la voz de Sofía pregunto casi en un susurro.

"No sé." Gastón respondió aún con duda.

Todavia se encontraba pensando en qué decisión tomar, Natalia ya le había dicho que no lo quería perder y que nunca más iba a lastimarlo.

"Seguramente ya conoces toda la historia porque la mayor parte del colegio hablo del tema." comento y se quejo enojado. "¿Vos qué harías en mi lugar?" fue directo al grano.

Sofía sentía que su corazón dolía y un nudo en la garganta le impedía hablar. Además pensaba que de nada le servía hablar si no podía decirle lo que en verdad sentía.

"No puedo decirte que haría en una situación por la que nunca pase." finalmente respondió. "Pero puedo decirte lo que me gustaría hacer." continuó e hizo una pausa temiendo decir más de lo debido.

"¿Y qué te gustaría hacer?" Gastón insistió en obtener una respuesta.

"Me gustaría seguir a mi corazón." Sofía se había desviado del tema principal pero Gastón no tenía ni idea y aún así su respuesta lo conformo.

El silencio volvió y Sofía se pregunto si había dicho algo malo porque su compañero no respondía, es que esté se encontraba tratando de llegar a una conclusión y una vez logrado su objetivo reacciono.

"Gracias por la charla." agradeció regalandole una sonrisa a Sofía y se levantó para abandonar el salón en busca de su novia.

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