Se cumplieron las dos semanas exactas de que hicimos la apuesta, como era costumbre llegué al comedor y Elliot se acercó a mí con una rosa en su mano, terminamos de desayunar y fuimos a nuestro árbol, pero esta vez no nos sentamos, cuando iba a sentarme él me detuvo y se paró frente a mí.
-Bien, hoy son dos semanas de que hicimos aquella apuesta, entonces ¿cambiaron tus sentimientos? –preguntó mirándome expectante
-Pues, pues, no, aún te odio –dije con voz temblorosa
-¿Segura Stella? Mírame a los ojos y dime que no te has enamorado de mí, dime que en verdad me odias con todo tu corazón y entonces me iré, pero dilo mirándome fijamente y con voz firme
-Elliot yo –no sabía qué decir, no podía mentir
-Lo sabía –dijo y me tomó de la cintura y me acercó a él hasta que juntamos nuestros labios en un dulce beso, mi primer beso, con el chico más hermoso de esta escoria de lugar
Al separarnos nos miramos a los ojos y ambos sonreímos, fue un momento perfecto, era como si solo existiéramos él y yo, como si nada malo ocurriese.
-Fue imposible no enamorarme de ti –dije
-Y fue imposible no enamorarme de ti, me encantas bella durmiente –respondió él y depositó un besito en mi frente.
-Stella, Stella, perdón que los interrumpa, pero te necesito –llegó Gabe desesperado
-¿Qué sucede? –pregunté
-Es que, mira, logré hackear los walkie talkie de esos malditos y no sé si se refieran al Chelsea, pero hablaban de matar a alguien dentro de tres días, necesito que la mires a través de la muñeca e intentes averiguar algo, por favor –suplicó
-Está bien, vamos Gabe, pero tranquilízate –dije y lo seguí
Llegamos los tres corriendo a su oficina. Me dirigí de inmediato a la muñeca, apenas la toqué me vi inmersa en los pensamientos de Chelsea,
Veía a dos hombres de espaldas frente a ella, decían que estaban cansados de que no hable y que sería mejor que la maten.
-Señor, la chica no va a hablar, es mejor acabar con ella –decía una voz muy conocida
-Tienes razón, lo haremos, dentro de tres días vamos a matarla –contestó aquel otro hombre igual su voz me pareció familiar
-No por favor, no me maten no lo hagan –gritaba Chelsea
-Cállate, se voltearon y la noquearon nuevamente, eran Dan y Hank. Terminó la visión.
-Está en Alfa, la matarán en tres días, debemos empezar con el plan hoy –dije soltando la muñeca aterrada
-Bien, entonces hoy empezaremos con nuestro ataque –dijo Gabe
-Iré por Lizzie y Stephan –habló Elliot mientras salía de la oficina.
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PELIGROSAMENTE
Science FictionStella despierta en una especie de cuarto de hospital donde está siendo observada por dos personas, quienes le informan que ella tiene poderes mentales, la llevan a un campo de reclusión donde está rodeada de muchos chicos más iguales a ella y descu...