Capítulo 4

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Me desperté por el ensordecedor sonido del timbre que indicaba que el día comenzaba, de pronto la puerta se abrió de golpe y apareció un hombre que parecía llevar camuflaje alumbrando a todas las camas con una linterna, supuse que no podíamos hablar desde ese momento así que me aguanté las ganas de decirle que deje de apuntar su maldita linterna a mis ojos.

-Salgan ¿qué esperan? –gritó

Acto seguido vi como Allison, Stephan y Dan se levantaban de la cama. Stephan volteó hacia mí e hizo una seña con su cabeza para que bajara, llegué hasta él y me sonrío, salimos juntos pero al llegar a la mitad del camino Allison me haló del brazo y me llevó al baño de chicas, no encontraba lógica en que para dormir no les importe mezclarnos, pero que si pongan baños por separado.

Entré a la primer ducha libre que encontré y traté de bañarme lo más rápido que pude, quería al menos lavar mi cabello, afortunadamente si vives con dos hermanos aprendes a hacerlo rápido y bien, así que estuve lista muy rápido, aunque no lo suficiente para no tener que salir corriendo para llegar a tiempo al huerto.

Seguí a Allison hacia el granero, vi que empezó a recoger huevos así que le ayudé, mientras estábamos recogiéndolos entró un guardia.

-¡Hey! Hoy no tendrán almuerzo, ni trabajarán el resto del día, al momento de la comida se dirigirán al centro de pruebas. –Dijo, tú –habló señalando a Allison, ya sabes de lo que se trata, sabes que si lo haces bien, no tendrás problemas. –Allison asintió–. Ahora tú –se dirigió a mí, esto se trata solo de medir tu capacidad, debes tomarlo con calma, probablemente seas la última, te darán todas las instrucciones en ese momento.

Regresé a ver a Allison quien parecía estar aterrada, pero al notar que la miraba solo sonrió y siguió recogiendo los huevos, terminamos con eso y cada una fue a limpiar a los animales que le correspondía, la mañana pasó rápido, cuando menos me di cuenta ya estaba sonando el timbre para el almuerzo, seguí a los chicos hacia el centro de pruebas.

Empezaron a pasar todos uno por uno, chicos de otras cabañas que no conocía y creo que nunca conoceré, uno tras otro, Dan, Allison, más y más chicos que no conocía. Allison salió aterrada, finalmente solo nos quedamos esperando Stephan y yo, nos mirábamos continuamente y sonreíamos, parecía ser un buen chico y pienso que podríamos tener una muy buena amistad. Escuché de pronto que lo llamaron, significaba que dentro de 40 minutos sería mi turno, el tiempo pasó rápido y lo vi salir muy tranquilo en realidad. Apenas él salió, dijeron mi nombre, entré y ahí estaba una mujer alta, rubia, ojos azules.

-Hola Stella, mi nombre es Arianna Clayton, soy la encargada de realizarte la prueba, entiendo que es tu primera vez aquí, pues mira, debemos determinar cuál es tu habilidad, existen cuatro habilidades, telequinesis, control mental y telepatía como un solo poder, piromanía y clarividencia, lógicamente sólo poseerás una de ellas. –explicó. Bien, estás en la cabaña número 9 –me miró expectante, –yo sólo le devolví la mirada– Oh linda, aquí si puedes hablar –dijo

-Pues hubiera empezado por ahí, sí, estoy en la cabaña 9 –contesté

-Listo, vale aún no sabemos cuál es tu habilidad, así que empecemos. –habló, pero antes ¿tienes alguna duda? –preguntó

-Sí, ¿acaso en las cabañas no nos juntan de acuerdo a nuestras habilidades? ¿No debería tener las mismas que el resto de mi grupo? –pregunté

-No linda, la agrupación fue hecha al azar, quizá tengas la suerte de que tus compañeros tengan tu misma habilidad, quizá no –explicó, ¿algo más que te inquiete? –volvió a preguntar

-¿No habría sido más fácil agrupar en cada campamento a cada habilidad? –sugerí

-No, una vez más te equivocas, mira en todos los campamentos hay chicos con las diferentes habilidades y se hizo la división así porque su fuerza al ejecutarlas era diferente –dijo

-Pero si aún no saben mi habilidad ¿cómo saben que pertenezco aquí? –pregunté

-Somos los más fuertes, por eso te enviaron aquí, a Alfa, luego de esta prueba sabremos si te quedas en este lugar o si debes ser enviada a Beta o Gamma. –explicó. ¿Tienes otra duda? –dijo una vez más

-¿Qué significan las calaveras? –la miré fijamente

-Pues el poder que tienes, bueno que tiene nuestra sede, Beta, tiene tres calaveras y Gamma tiene dos, nosotros Alfa, al ser los más fuertes tenemos cuatro, los diferenciamos por su fuerza al ejecutar sus poderes, por su rapidez, por cuánta resistencia tienen –explicó

-Y, ¿no debería haber un Delta con una calavera? ¿Acaso no podría ser posible que exista alguien que marque cinco calaveras? –pregunté

Noté que se puso nerviosa ante mi pregunta, lo cual me causó mucha incertidumbre, pero aun así respondió.

-Pues, Delta, no existe, no hemos encontrado a nadie con esa capacidad y sobre alguien que complete las cinco calaveras, no ha pasado tampoco pero sería altamente letal. Nosotros somos muy letales, en Beta son letales y en Gamma son perjudiciales. Ahora, aclarado esto, empecemos. –habló mientras me entregaba un pequeño vaso con un líquido azul que parecía enjuague bucal.

-¿Qué es esto? –pregunté

-Es un alucinógeno, sedante, llámalo como quieras, tiene ambos efectos en ti –bébelo e inmediatamente caerás dormida y aparecerás en una alucinación que yo podré observar al colocar esto en tu cabeza –continúo explicando mientras me enseñaba dos electrodos

«Oh bien ahora quieren drogarme» –pensé mientras bebía el líquido

Desperté en una habitación, estaba completamente sola, de inmediato reconocí que se trataba de mi habitación, había una horrible muñeca que había odiado siempre, la vi acercarse a mí, lentamente, con una mirada que atemorizaba, había olvidado porqué la odiaba tanto y ahora con más razón la odio ya que había cobrado vida. Se acercaba cada vez más a mí, en un momento inconscientemente solo estiré mis manos, pensando en defenderme, entonces la muñeca se encendió en llamas y de inmediato se consumió. Salí de la habitación en la que me encontraba, fui al cuarto de mamá, no estaban mis padres, fui a la sala, estaba completamente vacío todo, escuché ruidos en la cocina, entonces supuse que estaban allí todos, al fin me reuniría con mi familia, pero cuando entré, no había nada más que todas las ollas, los platos, vasos, todo estaba en el suelo, de pronto vi varios cuchillos volar en dirección a mi cara, me cubrí con los brazos, esperando sentir los pinchazos en ellos y en parte de mi abdomen y rogaba porque no llegaran a mi pecho, pero en lugar de eso los escuché caer, como si los hubiera detenido en el aire justo antes de que llegaran a mí. Decidí salir de mi casa, ahí había un policía mirando hacia el otro lado de la calle, me concentré en él y logré saber lo que pensaba: «debo capturarla, debo ser yo quien la capture y la mate, ella es letal, es altamente letal y nos destruirá a todos», por un momento me detuve a pensar si él estaba hablando de mí cuando de pronto lo vi voltearse, me miró con frialdad, con odio, se abalanzó hacia adelante para correr a donde yo me encontraba, pero seguí mirándolo fijamente y solo creé en mi cabeza la imagen de aquel hombre metiendo el arma en su boca y apretando el gatillo, entonces lo hizo, él se mató o más bien yo había hecho que se mate. Todo empezó a ponerse blanco poco a poco y me desperté sobresaltada, teniendo la mirada de esa mujer, fijamente en mí, atónita, como si hubiera visto un fantasma.

-Entonces, ¿cuál es mi poder? –pregunté

-Telequinesis, telepatía y piromanía –contestó aún asombrada

-¿Acaso eso es posible? –pregunté una vez más

-No, por supuesto que no, quizá, no lo sé, debe haber una explicación para esto –respondió nerviosa. Puedes irte –dijo señalando la puerta

Al salir vi a Stephan sentado ahí fuera, me acerqué hacia él sonriente.

-Hola, ¿tuviste inconvenientes cierto? –preguntó mientras me miraba expectante

No respondí, no podíamos hablar aún

-Oh, descuida, podemos hablar aquí, no hay nadie que pueda oírnos

-Pues, sí, mi resultado arrojó que tenía tres poderes –respondí

-Entiendo, bueno hay algo de lo que debemos hablar cuando lleguemos a nuestra cabaña, estas cosas dejan exhaustos a todos así que Alli y Dan ya deben estar dormidos, hablamos en cuanto lleguemos. –terminó justo antes de que termináramos de recorrer el largo pasillo que llevaba hacia la sala de pruebas, fuera de ahí ya no podíamos hablar hasta llegar a nuestra cabaña, aun cuando ya el reloj marcaba las 20:01.

PELIGROSAMENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora