Caught ᴷᵒᵒᵏᵐᶦⁿ ♡

031

Flashback.
7 años atrás.
            
                 Pov Jungkook

Me removi nervioso y me observe una y otra vez al espejo. No lograba acostumbrarme a ocupar ropa tan cara, es mucho para mi tener puesto algo que seguro vale millones en el mercado.

Sung me obligó a verme así, si fuera por mi ni siquiera iría a esa estúpida reunión de viejos forrados en dinero alardeando de su último viaje a Dubai o peor los hijos de estos. A esos niñitos mimados no los soportaba, eran realmente unos odiosos.

Trate de ordenar mi cabello más imposible que mi mal carácter, igualmente, si uno era realmente amable, no pretendía alejarme de él y trataría de entablar una conversación, pero a quien engaño, ¿Quién se acercaría a hablar con un ex huérfano adoptado?

Absolutamente nadie, por lo que no tenía que tomarme las molestias de pensar en conversaciones porque nadie lo iba a hacer.

—Joven Jungkook. Vamos a salir en cinco minutos, baje por favor. — escuche la suave voz de una chica que trabajaba en la casa.

—Bien, gracias. — solté y suspire para mirarme de nuevo. —Jungkook, no hagas nada idiota ¿bien? — Traté de sonreír, tenía una extraña mueca en la cara. — Definitivamente tengo que dejar de ser tan yo.

Miré el reloj una vez más, tome mi chaqueta y me puse un poco de perfume. Baje por la escalera de caracol hasta llegar al primer piso, ahí estaba Sung junto con Hakyeon y Daehyun.

No los soportaba.

Bueno, Daehyung era algo menos molestoso, pero Hakyeon era realmente una molestia. El último me miro con una sonrisa cínica.

—¿Tanto te tardas en arreglar esa cara de bicho que llevas a diario? Tienes tus razones... — formó una mueca completamente irritante en su rostro.

—Hakyeon, silencio. — Sung lo miro de lado con molestia. — Es suficiente, es hora de irnos o llegaremos tarde.

Nos fuimos en la limosina, me sentía realmente incomodo, no encajaba en todo esto.

Mire como el ambiente cambiaba, la reunión era en la casa de los Kim, algunas veces los había visto aunque solo de reojo, no parecían tan mimados.

Llegamos al lujoso lugar y entramos sin más. Estaba lleno de comida, quería correr y comerme absolutamente todo.

Recuerda las sesiones de buena impresión Jungkook.

Oh vamos a quien engaño, ya todos me miraban mal o bueno la mayoría solo por entrar. Sentí como Hakyeon se posó tras mi y me susurro algo al oído.

—¿Ves que no encajas? Nunca lo harás huerfanito... Ya sabes lo que dicen, eres hijo de bastardos, no lograrás nada. — era como una maldita víbora. Reí ante sus palabras y lo mire con frialdad, vi como se removia algo asustado. Amaba asustarlos, era genial sentirse así de superior aunque fuera de esta forma.

—Callate Hakyeon o juro que borraré tu sonrisa de hijito mimado. — tomé un bocadillo y espere a que se alejara, cosa que hizo tras mis palabras. Se alejó disimuladamente, pero todavía temeroso por mis recientes palabras.