Miré el reloj a mi derecha, y marcaban las siete de la mañana. No he dormido nada en toda la noche. Y es que como podía dormir, cuando todavía siento los labios de Camila en los míos.
Después de aquel beso, caminamos por la playa agarradas de la mano, mientras sonreíamos. Llegamos poco después a la casa, y nuestras madres todavía no habían llegado. Había besado su frente, y ella mi mejilla, para después ella ir hacía su habitación, y yo a la mía.
De eso habían pasado tres horas.
Después de prepararme, fui a la sala. Mi madre y Sinu estaba preparando el desayuno.
-Buenos días, bellas damas! -dije mientras besaba la mejilla de ambas. -Les ayudo en algo?
-Y ese tan buen humor, cariño? -preguntó mi madre sonriendo.-
-Estamos en un lugar maravilloso, estoy feliz.
-Me alegro mucho verte sonriendo cariño! -mi madre se acercó, y beso mi mejilla.-
-Sonreír te sienta muy bien, Lauren!
-Gracias, Sinu!
Después de un ratito, el desayuno estaba listo.
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-Voy a llamar a Camila! Vuelvo en un segundo! -Sinu dejó la sala, para ir a buscar a Camila.-
-Sinu y yo estábamos pensando en ir a la playa! Te apuntas? -antes de contestar, entraron a la sala Camila y Sinu sonrientes.-
-Kaki también se levantó con una hermosa sonrisa! Clara, las tenemos que traer aquí mas a menudo! -reímos.-
Después de desayunar, preparamos todas las cosas para ir a la playa.
-Hija, voy a la cocina ayudar a Sinu a meter todo en la cesta! -dijo mi madre mientras me hablaba desde la puerta.-
-Vale, mamá! Yo ya voy con ustedes!
-Ve, y avísale primero a Camila, cariño! Así las esperamos abajo en la sala!
Camine unos pasos, y me situé en su puerta.
Respiré hondo antes de tocar. Di un golpe, y escuché su voz.
-Adelante! -abrí la puerta despacio, mientras la encontraba haciéndose una coleta frente al espejo.
-Hola, Camz... -ella se giró, mirándome. -Te estoy interrumpiendo?
-No te preocupes, Lern! Ya había termi... -de pronto mis labios hicieron contacto con los suyos, sin dejar que terminara la frase. Nuestros labios se movían deliciosamente, en una suave sinfonía.-
-Te espero abajo, Camz... -di un suave beso en su frente, y me fui.-
.........
Narra Camila
Cuando Lauren sale de la habitación dejándome con una sonrisa, sonó mi móvil.
Conversación telefónica
-¡Hola Dj! -dije sonriente. -Cómo están? Qué tal todo por Miami?
-¡Hola Mila! El hotel que nos dijiste, es maravilloso! La estamos pasando muy bien! Tu qué tal? Cómo está todo por Tulum?
-Todo es maravilloso, Di! Estoy muy feliz de estar aquí!
-Y qué tal, Jauregui? Este viaje le ha hecho dejar esa cara de orto? -reí.-
-Dj, tengo que decirte algo que paso anoche...
-Desembucha!
-Lauren y yo nos besamos... -pasaron unos segundos, y no decía nada... -Dinah, sigues ahí?
-Ahhh! -me despegué el móvil de mi oído. -Por fin se besaron! Ya era hora! Cómo fue? Cuéntamelo todo!
-Dj... -lleve una de mis manos a mi rostro... -Fue hermoso. Nunca había sentido tanto con un beso...-
-Oh Mila! Se han vuelto a besar?
-Hoy, me beso por sorpresa... Venía a decirme que me esperab... -me levanté de un salto de la cama. -Di! Me tengo que ir! Te quiero! Dale un beso a Mani de mi parte!
-Per... -antes de que terminara la frase, colgué.-
.........
Narra Lauren
Camila se disculpó mil veces por su tardanza. Se había distraído hablando por teléfono con Dinah.
Al cabo de un ratito, habíamos llegado a la playa.
Pusimos varias toallas, y dos sombrillas. Mi madre, Sinu y Camila fueron las primeras en ir al agua. Yo me había quedado acostada en una de las toallas.
Las tres estaban riendo mientras mi madre y Sinu se metían al mar. Camila se giro, y me vio.
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Inevitablemente sonreí al verla tan emocionada y riéndose con mi madre y Sinu.
De pronto, sonó mi móvil.
Era Machine.
Conversación telefónica
-Ey, hermano! Que alegría que me hayas llamado! Cómo estás? Qué tal está Casie?
-Hola, sister! Yo estoy muy bien! Y Casie está feliz porque se terminaron las clases y así va a poder jugar a todas horas! Qué tal esas vacaciones?
-De maravilla... Sin duda alguna, las mejores de mi vida... -sonreí mientras la miraba...-
-Wo! Me suena eso a algo más... -reímos los dos. -Oye, Jauregui... -de pronto su voz se tornaba seria. -Te llamaba porque uno de mis contactos averiguo algo más, sobre Eugenio.
-Qué averiguo? -me senté. -Machine, qué carajos averiguo? -dije seriamente. Su silencio no me estaba gustando.-
-Al parecer ese tal Eugenio, tiene contactos con narcotraficantes. Y de los grandes!
