Después de comer el helado, estábamos caminando por las calles de Tulum, antes de volver a la cabaña.
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-Esta noche ha sido maravillosa, Lolo! -sonreí mirándola mientras seguíamos caminando.-
-Tu la haces maravillosa, Camz. -se acercó, y beso tímidamente mi mejilla.-
Giré mi rostro hacia atrás. Sentía que nos estaban vigilando desde que habíamos cenado en el chiringuito.
-Está todo bien? -preguntó Camila.-
-Si, no te preocupes.
-Estás segura? Te noto muy tensa... -acaricio mi hombro.-
-Desde que estábamos cenando, noto como si alguien nos observara. -miré disimuladamente a mi izquierda, y vi a un hombre. Fruncí el ceño. Es el mismo hombre que estaba en el chiringuito sentado en la barra. -No te preocupes, Camz. -besé su frente.-
Después de varios minutos, llegamos a la cabaña.
-Estoy muerta... -dijo mientras tiraba su bolso al sillón.
-Yo también...
-Tengo muchas ganas de recostarme en el yate, tomando el sol... -cerró los ojos mientras suspiraba. Me senté a su lado en el sillón.-
-Yo también. Va a estar genial!
La observaba, mientras acariciaba su mejilla. Ella abrió los ojos, sonriéndome.
-Vamos a la cama? -dije mientras seguía acariciando su mejilla.-
-Si, vamos! -dio un suave beso a mi mano, y se levantó mientras la acompañaba a su habitación.
Ella abrió la puerta y se giró sonriendo tímidamente.
-Descansa, Camz... -puse un mechón de su cabello detrás de su oído.-
-Tu también descansa, Lolo... Hasta mañana. -se acercó, y dio un suave beso cerca de mis labios.-
Sonreí, mientras cerraba la puerta.
.........
A la mañana siguiente, estábamos las cuatro en el puerto. Sinu y mi madre, fueron al yate, para ver si todo estaba en order. Y también decirle al gerente, a que hora nos iríamos y regresaríamos.
A varios metros de nosotras, había un hombre mirándonos a Camila y a mi. Era el mismo de anoche. Saqué mi móvil, y disimuladamente, le saqué una foto. Después, sin más preámbulos, caminé rápidamente hacia el.
El intentó darse la vuelta, pero lo agarré de la camiseta, y lo estampé contra el árbol.
-Ahora mismo, me va a explicar por qué nos está siguiendo? -el me miró sorprendido y temeroso. No sé esperara que me diera cuenta.-
-Lauren! Qué demonios estás haciendo? -dijo Camila mientras se acercaba rápidamente. -Suéltalo!
-Hágale caso a la señorita, si no quiere tener más problemas.
-Cree que me importa tener problemas?
-Lauren... Por favor... -sentí la mano de Camila tocar mi hombro. Suspiré y lo solté.-
-Vuelvo a preguntar por última vez. Por qué no está siguiendo? Quién le manda?
Sonrió cínicamente, y se dio la vuelta para marcharse.
Iba a ir detrás de el, pero Camila me detuvo.
-Lauren! Qué está pasando? Por qué dices que ese hombre nos está siguiendo? -dijo seriamente.-
-El estaba anoche en la barra del chiringuito a cual cenamos. También lo vi mientras paseábamos, y justo hoy, lo veo observándonos. Esto no es ninguna casualidad ni coincidencia.
