Horas después pisamos tierra Española. Después de salir del aeropuerto, nos fuimos en un coche, José, Machine y yo. Más o menos el recorrido fue de tres horas hasta llegar a las afueras.
Nos bajamos del coche, y vimos a Emma.
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-Hermanita! -rápidamente, Emma se acerco a abrazar a su hermano fuertemente.-
-Cómo estás? Qué tal el viaje? -dijo ella volviéndolo a abrazar.-
-Estoy bien! El viaje a sido bastante cansado, pero todo bien. -caminaron hasta nosotros. -El es José.-
-José, encantada. -se estrecharon la mano. -Mi hermano te llevará a la base de operaciones. Dentro de un rato, hablaré contigo. -sonrió.-
-Gracias Emma. -José asintió, mientras se iba con Machine.-
Ella y yo nos miramos mientras nos acercábamos.
-No te recordaba tan seria. -dije mientras sonreía.-
-Y yo no te recordaba tan idiota. Bueno, pensándolo bien, siempre lo has sido. -reímos y nos unimos en un cálido abrazo.-
-Cómo estás, Lau? -pregunto sonriendo.-
-Estoy feliz, Em. -dije recordando la sonrisa de Camila...-
-Sabes como es Machine, y me dijo todo sobre Camila y tú. -me guiño el ojo.-
-Ese imbécil, ya te contó todo. -reímos.-
...........
Después de hablar sobre todo lo que íbamos hacer en la sala de operaciones, salí a coger un poco de aire.
José y yo, le habíamos dicho a Emma y al capitán, todo lo que sabíamos de la mercancía.
Mañana por la mañana, José iría con Vanessa y su hijo. Estarán de nuevo en protección de testigos. Pero esta vez, todo estaría a cargo de Emma.
-Lauren! -me giré, y era José. Traía en su mano dos cervezas. -Te apetece?
-Gracias! -dije mientras el me tendía una.-
Después, nos sentamos en un banco.
-No tuve la oportunidad, de darte mis más sinceras felicitaciones por tu compromiso con Mila. -sonrió. -Me alegro de todo corazón.-
-Gracias, José.
-Mila es una mujer sumamente increíble. -lo miré mientras el suspiraba.-
-Estás bien?
-Hasta que no vea a mi hijo, ni a Vanessa, no lo estaré. Ellos son mi vida entera. Mi hijo, es mi vida entera. -fruncí el ceño.-
-Cómo se conocieron tú y Vanessa? -dije mientras bebía un sorbo de cerveza. El me miro con ligera sorpresa.-
-Eh... -carraspeó. -Somos amigos desde la guardería. Y tres años antes de conocer a Mila, nació mi hijo, Eugenio. -está vez, la que miró sorprendida, fui yo.-
-Eugenio? -el asintió sonriendo.-
-Por eso me puse ese nombre. Es el nombre de mi hijo.
-Camila, me salvo la vida en todos los sentidos. Cuando intenté alejarla de mi, sentí como si mi alma se me hubiera ido del cuerpo. -lo miré. -No cometas el mismo error que yo, al retener ese sentimiento que tienes por la madre de tu hijo.-
-Cómo sabes que siento algo por Vanessa? -reí.-
-Tienes la misma cara de gilipollas, que seguramente tendré yo, cuando mencionan el nombre de la mujer de la cual estoy profundamente enamorada. -reímos.-
Pero nuestra risa se corto, cuando vimos a Emma corriendo hacia nosotros.
