24. W. Schott

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Los días pasaron rápidamente, todo parecía indicar que los malhechores de Ciudad Nacional sabían que algo no estaba bien, ya que se habían encargado de hacer de las suyas, y conforme pasaban los días más frecuentes se hacían los ataques y robos en la ciudad.

Todo parecía indicar que la joven que se encargaba de detener todas esas situaciones había decidido tomarse unas vacaciones. Ya eran casi dos semanas que la mujer de acero no se hacía presente para detener los embates que sufría la ciudad y los noticieros no paraban de comentar la noticia.

A pesar que Supergirl no tenía la mejor relación con los medios de comunicación, ni la ciudadanía en general, no podían evitar sentir su ausencia, ya que era ella quien se encargaba de mantener a los malhechores en línea. Todos al final solo se hacían la misma pregunta.


_¿Dónde está la mujer de acero?... ¿Dónde está Supergirl?... -expresaba el reportero-.

_Odio ese nombre... -se expresó Kara mientras observaba con atención las noticias de la noche-.

_Kara cariño, mejor es que dejes de ver esas noticias, no te hacen bien... -le mencionaba con interesa Eliza-.


Después de haber despertado, Eliza y Lena terminaron convenciendo a Kara que lo mejor era que se diera un descanso para así poder recuperarse del todo. Al final ella termino aceptando, pero no de muy buena manera, solo lo hacía porque no pudo resistirse a los ojos de tristeza que le devolvía Lena cada vez que ella insistía que no era necesario.

Su rutina en los días posteriores consistió en asistir a L-Corp para realizarse las pruebas que le solicitaba Eliza, después almorzaban juntas y de ahí Kara se iba a visitar a Lena en la prisión, donde permanecía la mayoría de la tarde. Después de terminar su visita, Kara se iba al departamento de Lena, ahí permanecía hasta el siguiente día donde repetía todo de nuevo.

Cuando Eliza terminaba sus obligaciones se encargaba de ir al departamento para ver cómo se encontraba Kara y de paso acompañarla a cenar. Para Kara la situación ya se estaba convirtiendo en algo absurdo.


_Eliza de verdad todo esto no es necesario..., he aceptado realizarme cuanta prueba me has pedido, acepte desaparecer de la luz pública, situación que ya está teniendo sus repercusiones, y aparte de eso te encargas de venir en las noches... -le expresaba con reproche-, ¡Ya no soy una niña!...

_¡Lo sé!..., solo quiero asegurarme que este bien... -le respondió con cariño-.

_En verdad te lo agradezco, pero ya no es necesario, hace días que ya me he sentido mucho mejor... es más creo que es momento de regresar a mi casa, a mis obligaciones...

_En realidad si deseas regresar a tu trabajo no puedo obligarte a no hacerlo, pero lo de regresar a tu casa, mejor lo discutes con Lena.


Kara en ese momento no hizo más que rodar sus ojos y poner un rostro de incrédula, aún no podía creer lo sobre protectoras que se estaban convirtiendo las dos mujeres, y era una situación a la que no estaba acostumbrada.


_Bien se lo informare a Lena mañana cuando la visite -le respondió haciéndole ver que ya no había nada que discutir, que ella ya había tomado su decisión-.

_Me parece lo correcto, ahora apaga la televisión y ven a cenar... -le dijo Eliza con autoridad, situación que Kara no podía evitar sentir que había regresado a su niñez cuando su madre le dirigía prácticamente las mismas palabras-.

Kara Danvers fue un error.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora